Juan Diego Quesada
ENTREVISTA ‘Llevo preparándome toda la vida para esta obra’

Desde las oficinas del arquitecto Fernando Romero el cielo de la Ciudad de México se abre de par en par y deja ver un avión cruzando el horizonte. 

Cada minuto pasa uno. Con la cadencia de un reloj, el aparato toma limpiamente la curva y se apresta al aterrizaje en el aeropuerto Benito Juárez. 

Romero, bronceado, elegante y elástico, contempla divertido ese desfile aéreo que, desde el martes pasado, representa más bien una cuenta atrás.