No queda mucho tiempo para el debut de la Selección Mexicana en Brasil 2014, para ser precisos menos de 99 días. Por ende, serán pocas las oportunidades que Miguel Herrera tendrá para ultimar detalles en la alineación ideal y sin duda este partido es clave para ello.

Tratarse de una fecha FIFA convierte el partido de hoy ante Nigeria en una excelente ocasión para saber quiénes tendrían cabida en la convocatoria definitiva, también para saber quiénes serían titulares, y de paso conocer a los que ya nada  tienen qué hacer en el Tri.

Para la Selección Mexicana, el hexagonal final fue la etapa más dolorosa de todo el ciclo clasificatorio.  Por eso Miguel Herrera llegó a cambiar de aires en la dirección técnica y hasta las convocatorias de los jugadores, pensando en elementos con mejor expectativa y nivel.

La depuración absoluta en el plantel parecía la mejor herramienta en la nueva era de “El Piojo” en el Tri, caras nuevas y propuestas futbolísticas diferentes brindaron un mejor color al funcionamiento del equipo… hasta que Herrera miró atrás y regresó al pasado.

La respuesta fue la esperada. Salvo el caso de Carlos Vela, el resto de los jugadores mexicanos con los que Miguel Herrera ha platicado durante su estancia en Europa, ha externado su deseo de estar presente en el Mundial de Brasil, algo que mete en “buenos problemas” al técnico nacional.

“El Piojo”, quien desde el pasado viernes se encuentra en el viejo continente para entrevistarse con la legión de mexicanos, platicó vía telefónica con Reporte Indigo sobre cómo cataloga esta visita con los posibles mundialistas.

Cuando México estaba en la tanda de los penales contra Brasil, como aficionado mexicano cualquier pensamiento relacionado a la derrota pudo haber pasado por la mente.

Esas frases que tantas veces hemos escuchado como “Jugamos como nunca, perdimos como siempre”, o “Malditos penales” han llenado de terror a generaciones completas de seguidores mexicanos en etapas cruciales. Pero a esta Selección Mexicana Sub 17 no le sucedió lo mismo y su historia cambió.

Se acaban las excusas y los argumentos para tratar de justificar el mal desempeño de las Selecciones Nacionales, que simplemente no encuentran la solución a la enfermedad que las ataca. 

No importa si se trata del equipo “B” o una supuesta nueva generación de jugadores, los resultados para el futbol mexicano siguen siendo desastrosos, sin tomar en cuenta qué tan fuerte o débil pueda ser el rival.