Saludando con cachucha ajena fue sorprendido el tesorero de Nuevo León, Carlos Garza.

El secretario de Finanzas del Estado presumió el miércoles en un comunicado de prensa haber conseguido 109 millones de pesos de recursos federales para el estado.

El martes el funcionario estatal estuvo en la Ciudad de México formalizando los convenios de transferencia con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

La designación de Rogelio Cerda como director general de la Profeco fortalece la legión de priistas de Nuevo León presente en el gabinete federal.

Cerda se une al club de regios en la Ciudad de México que encabeza el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, quien hoy preside en Washington la renegociación del TLCAN.

En este grupo exclusivo está también Pedro Pablo Treviño, director de la Loteria Nacional, y Javier Treviño, subsecretario de Educación Básica de la SEP.

Como adelantamos ayer en esta columna, el incentivo millonario recibido por los consejeros de la Comisión Estatal Electoral por parte del Estado funcionó a las mil maravillas.

La CEE resolvió desechar la nueva Ley Electoral de Nuevo León, aprobada por el Congreso del Estado. El órgano que encabeza Mario Alberto Garza tomará en cuenta para las elecciones del 2018 la ley aprobada en el 2014 sin los últimos cambios como el derecho a la reelección, paridad de género y la diputaciones plurinominales.

En su desesperación por intentar levantar en las encuestas rumbo al 2018, el panismo de Nuevo León ha decidido sacrificar a la exalcaldesa Margarita Arellanes.

El proceso de expulsión que comenzó el CEN del PAN en contra de Arellanes tiene toda la pinta de un linchamiento mediático más allá de los deseos de venganza contra de la exaspirante a la gubernatura.

El objetivo de la cúpula panista es expulsar a Arellanes y posicionar al PAN ante los electores como un partido político que castiga la corrupción de sus militantes y desprenderse de ese aguijón antes del 2018.

En la Secretaría de Seguridad del Estado se está armando lo que seguramente será una compra de escándalo por los precios inflados, el involucramiento de empresas todólogas pero principalmente por lo inútil de la adquisición.

Pese a que en Nuevo León existe un grave problema de deserción de policías, el reclutamiento de mil policías para este año prometido por “El Bronco” no se cumplirá.

La dependencia que encabeza el general Arturo González pretende derrochar el presupuesto de seguridad comprando uniformes para los policías.