Allá en Tierra Caliente, Guerrero, las cabezas de hombres ajusticiados son detectadas entre el lodo tras los pleitos de los perros.
En aquella región colindante con el estado de Michoacán, las balaceras y las ejecuciones del narco han expulsado a familias enteras al Distrito Federal.
A la capital del país llegan huyendo de aquella violencia sin fin que los obligó a dejar casas, terrenos, negocios; llegan a reiniciar una nueva vida y a borrar todo rastro de su pasado, lo que muchas veces no consiguen.
Y es que hasta aquí son perseguidos y alcanzados.
Icela Lagunas