Poco, lento o ineficiente ha sido el presunto avance de las autoridades locales sobre el tema de la Alerta de Violencia contra las Mujeres en Jalisco, que está por cumplir un año de su emisión por parte del Gobierno del estado de Jalisco el 8 de febrero pasado.

Frente al nivel de violencia que ha adquirido nuestro país, las instituciones de procuración de justicia y seguridad parecen incapaces. Considerando, además, que México es el tercer país con más feminicidios de América Latina, detalla María de la Luz Estrada, presidenta del Observatorio Nacional del Feminicidio.

“A las feministas en México se les está advirtiendo que se queden calladas o morirán”, se lee en el encabezado de una nota publicada en la popular revista de moda Marie Claire. 

El reportaje comienza con el recuento del asesinato de Nadia Vera, una “orgullosa feminista y activista social” que fue asesinada en julio en un apartamento de la colonia Narvarte, en el DF, junto con otras cuatro mujeres y el fotoperiodista Rubén Espinosa. 

La tipificación del delito del feminicidio tiene un agravante difícil de comprobar en una investigación, al tratarse de un asesinato de género.

Y es que si no hay rastros de violencia sexual, que un peritaje puede comprobar, es complicado demostrar con testimonios que la víctima haya sufrido con anterioridad tortura psicológica, la cual en muchos casos es la antesala al ataque físico. 

También lo es comprobar los agravios y las amenazas.

Es un delito que fácilmente se confunde con el homicidio doloso.