Los “Goyas” y el  “¡Huélum, Huélum, glooooria! ¡A la cachi cachi porra!”, eran un clásico de los 60.

La UNAM y el Politécnico Nacional eran los eternos rivales en los juegos interuniversitarios y los amigos para las alianzas convenientes para unir su fuerza. 

Pero en 1968 se olvidaron de “Goyas” y “Cachiporras” y se unieron ante lo que consideraban represión a las  ideas de izquierda que invadían al mundo joven, pero que el gobierno de entonces no supo cómo manejar. 

En la víspera del aniversario 46 de la matanza del 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, los estudiantes volvieron a ser noticia.

Represión y abuso de la fuerza policial contra los normalistas de Ayotzinapa, en Guerrero, que ahora exigen justicia.

Denuncias de alumnos de la Facultad de Estudios Superiores (FES) y del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Naucalpan, que ante los constantes asaltos piden seguridad.

Mezcla vertiginosa: política, religión, periodismo y cine. 

Un coctel explosivo. 

El 2 de octubre de 1968 como paradigma de la historia moderna. La justicia divina. La represión de la Guerra Sucia y el trabajo periodístico para encontrar a los desaparecidos. La pantalla grande. 

“El paciente interno” es un documental que registra el poder desmedido y la venganza iracunda de un presidente del régimen priista. 

Al “Manual de autodefensa” no se le escapa nada.  Cincuenta y dos  páginas ilustran sobre todo lo que hay que saber antes de participar en una manifestación que se tornará violenta.

Desde métodos para contrarrestar el gas pimienta, hasta una explicación detallada del equipo utilizado por policías están expuestos en esta “guía” de supuestos grupos anarquistas.

El documento se viralizó ayer en Internet, en un momento en que los enfrentamientos  del pasado miércoles 2 de octubre entre autoridades y encapuchados aún generan muchas dudas en la población.

Para Alberto del Castillo Troncoso, investigador del Instituto Mora del Conacyt, el 68 y el YoSoy132 son movimientos juveniles que  surgen en una coyuntura política. 
Ambos “no tienen ninguna demanda estudiantil; sus demandas son políticas”.

En el caso del 68, explica el autor del libro “Ensayo sobre el movimiento estudiantil de 1968.