‘Ya me juzgaron’

Ya lo sabemos. La Corte Suprema de Justicia lo investigó y lo exculpó. No así una parte de la sociedad, mucho menos los padres de las víctimas de la tragedia de la guardería ABC hace tres años. Y es que en este caso, como en muchos otros en la vida, la percepción se impuso. 

“Impunidad hubiera sido si la Corte hubiera decidido no señalarme como posible responsable y no obligarme a comparecer y darme la oportunidad la defensa”
“Es el suceso más triste, más grave en toda la historia del Instituto Mexicano del Seguro Social.Una tragedia de ese tamaño conmueve al país entero”

Ya lo sabemos. La Corte Suprema de Justicia lo investigó y lo exculpó. No así una parte de la sociedad, mucho menos los padres de las víctimas de la tragedia de la guardería ABC hace tres años. Y es que en este caso, como en muchos otros en la vida, la percepción se impuso. 

Pero Juan Molinar Horcasitas tiene su drama personal, su propio dolor. En entrevista con Reporte Indigo, vimos a un hombre conmovido por lo que sucedió hace tres años, y en ciertos momentos dolido, sin decirlo, también por la condena al ostracismo político dictada por la candidata del partido en el que milita y seguirá militando.

Seguramente para Molinar estos días han sido de los más difíciles que le haya tocado vivir. “Días de temple” podría decir él mismo.

Con entereza, pero también con una emoción que no puede dejar de ocultar, Molinar mira de frente. Da la cara. Se defiende y explica sus razones y emociones en torno a la tragedia de la guardería ABC.

“La Corte me acusó, me investigó y me dio la oportunidad de defenderme y después me exculpó porque encontró que no había motivos para señalarme como culpable.

“Y lo mismo ha ocurrido frente al Ministerio público. Yo ya acudí ante él. Yo ya rendí mi declaración. Y ya demostré mi inocencia.”

Pero nada de todo ello borra la tragedia, que para él también “es el suceso más triste, más grave en toda la historia del Instituto Mexicano del Seguro Social”.

No es para menos, y él lo sabe. “Una tragedia de ese tamaño conmueve al país entero”.

 También a él le duele, le crean o no. “Es imposible no sentirse tocado, transformado por una tragedia de esa dimensión. Tratar de imaginarse el dolor de los padres, de los niños muertos o de los niños que quedaron lastimados después de ese terrible suceso”.

Y sí, se confiesa conmovido, cosa que no había hecho antes, por lo menos no en público.

“No es posible que no conmueva, que no lastime, que no horrorice mucha gente el imaginarse esas circunstancias de ese día y las circunstancias posteriores de los padres de familia, de los familiares, de esos pobres niños en efecto ninguno debido a morir”.

Pero por supuesto, quiere defenderse. No es la primera ni será la última vez que lo haga.

“La primera es que es legal y legítimo que el instituto subrogue y contrate con particulares este y otros servicios que presta. No es el único servicio en el cual el IMSS contrata servicios de particulares para poder proveer el servicio adecuadamente.

“La segunda es que en el acto de firma de los contratos se llevaron a cabo todos los procedimientos previos que establecen las normas para certificar la seguridad, las condiciones adecuadas y el funcionamiento de las guarderías, que debo decir ninguno de los contratos firmados en diciembre de 2006, se asignó a un nuevo proveedor. 

Todos fueron extensiones o renovaciones de contratos de guarderías ya vigentes.

El del ABC de hecho databa desde el año 2001. Cinco años antes de mi llegada al Instituto”.

Reconoce, sin embargo, que es cierto, que la guarderíatenía “ciertas deficiencias” pero también que “cumplía prácticamente con todas las normas”.

Y no puede evitarlo, se defiende de nueva cuenta. “Es imposible imaginarse que el director de instituto como el IMSS pueda ser responsable de los actos u omisiones de 400 mil personas. Es humanamente imposible”.

Entonces le preguntamos ¿Qué hacía el director? ¿Qué papel tenía el director?  Dos, responde. El director es un administrador y un supervisor.

En su caso, él verificaba que cada contrato “estuviera avalado por los cuatro o cinco funcionarios que tenían que se consignaron del mismo y que con ello señalaba que ese contrato y esa guardería estaban en orden”.

Y también que “hubiera recursos suficientes porque los contratos multianuales y el papel de asegurar ese financiamiento le corresponde al director”.

Claro, sabe que la acusación más fuerte en su contra fue casualmente esa: que no había supervisado el sistema y que el sistema funcionaba en un desorden general.

Pero aunque Molinar Horcasistas se suma al reclamo de justicia de gran parte de la sociedad, él no se siente culpable y tiene el aval de la Corte para ello.

“¿Qué hay que hacer entonces?  Bueno, proveer justicia. Y en un país civilizado solamente la ley y los tribunales la pueden proveer”.

Pero hay un tema que rechaza de manera tajante. No hubo impunidad.

“Impunidad hubiera sido si la Corte hubiera decidido no señalarme como posible responsable y no obligarme a comparecer y darme la oportunidad la defensa.

Recuerda que la Corte abrió un primer proceso y se señalaron 22 personas, él entre ellas.

Pero entiende que la gente diga: “No, no queremos personas, nosotros queremos las cabezas de las organizaciones.”

Y él es una de esas cabezas.

Pero queda la tragedia. Esa sigue ahí independientemente de quienes hayan sido responsables y quienes no.

“La tragedia permanece y eso es lo más importante que yo creo que debemos atender. Si debemos atender la justicia y para eso los hombres hemos diseñado instituciones y leyes y tribunales y a ellos me he atenido, y ante ellos he demostrado mi inocencia, a lo cual tengo derecho como cualquier ser humano, como cualquier persona”.

Seguramente sabe que él no es el más indicado para hacerlo, pero subraya la importancia de “hacer lo posible” por “comprender el dolor de quienes han sido lastimados por esto y hacer lo posible por ayudarlos encontrar algún consuelo, alguna reconciliación, que encuentren el perdón aquienes los hayan lastimado y poder continuar con sus vidas”.

Confiesa que no sabría cómo hacerlo.

Molinar y Josefina

Josefina Vázquez Mota tendrá su voto y él seguirá con sus tareas políticas en el Partido Acción Nacional. La decisión de separarlo de la campaña –esa suerte de castigo electorero– es su derecho, reconoce.

“Es una decisión política que le corresponde a ella, y así lo asumí”.

Por eso, obedeció sin chistar. “Me separé y me alejó completamente de la campaña”.

Así como ella está en su derecho, él también en el suyo. Seguirá sirviéndole al PAN.

Habrá quienes lo consideren “paradójico” pero incluso coincide con ella cuando dijo que no debía proteger a nadie, incluso a él mismo.

“Yo no pediría jamás que se me excluyera de la justicia, al contrario”.

La candidata panista señala que el ex director del IMSS debe afrontar sus responsabilidades y él le da la razón: “como lo ha hecho y como estoy seguro que siempre lo hará.”

Ya lo hizo, recuerda el entrevistado. 

Ya fui señalado, acusado, investigado y exculpado en el caso de la corte de seguido ya demostré mi inocencia ante la corte y ante el ministerio público. Por eso señaló que no se puede hablar de impunidad en mi caso”. 

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