¿Votas 4? Diputados de la CDMX buscan prohibir los cursos de coaching por ser “violentos”

Las sectas comerciales enganchan a personas de baja autoestima con diversas actividades que atentan contra su dignidad y seguridad en sí mismos. Los “cursos” están divididos, generalmente, en tres niveles y tienen costos superiores a los 5 mil pesos por nivel

El asambleísta Iván Texta Solís alertó a la población sobre las llamadas organizaciones de coaching coercitivo, que operan en la Ciudad de México, las cuales enganchan a sus víctimas con costosos talleres que prometen mejorar diversos aspectos de su vida personal a costa de malos tratos.

Dijo que de acuerdo con un estudio realizado en el año 2015 por la Federación Internacional de Coaching (ICF, por sus siglas en inglés), el número de coaching en México duplica la cifra de psicólogos con cédula profesional en el territorio nacional.

Texta Solís dio a conocer que se tiene el registro de que la mayoría de sus integrantes no cuentan con formación académica, ni cédula profesional que los avale como psicólogos o especialistas en la materia; en cambio, utilizan el engaño, la violencia física y mental para convencer y engañar a sus clientes.

Por ello, el legislador consideró que esta práctica debe ser prohibida y castigada, pues estas personas usurpan una profesión, delito sancionado en el Código Penal Federal, en los Artículos 250 y 250 bis del Capítulo VII, “sobre usurpación de funciones públicas o de profesión y uso indebido de condecoraciones, uniformes, grados jerárquicos, divisas, insignias y siglas”.

Explicó que la ley establece que se sancionará con prisión de uno a seis años y multa de 100 a 300 días de salario a quien, sin ser funcionario público se atribuya ese carácter con objeto de lucrar, se una a profesionistas legalmente autorizados con fines de ejercicio profesional o administre alguna asociación profesional.

En tanto, el Código Penal local indica que “al que se atribuya públicamente el carácter de profesionista sin tener título profesional, ofrezca o desempeñe públicamente sus servicios, sin tener autorización para ejercerla en términos de la legislación aplicable, se le impondrá de dos a seis años de prisión y de doscientos a quinientos días multa”.

Refirió que según la propaganda de estas empresas, “las personas pueden sentirse inseguras e inconformes con su vida, y los llamados coaches aparecen prometiendo felicidad y abundancia mediante técnicas, tan de moda en estos días, de superación personal y bienestar”, declaró.

Sin embargo, subrayó que la gente debe buscar a profesionales con documentación que avale su experiencia.

Texta Solís explicó que hay prácticas que pueden ser dañinas para la salud, ya que sus técnicas consisten en manipular la mente y las emociones para luego introducir ideologías y modificar el pensamiento y la actitud de los individuos.

El diputado urgió a las autoridades correspondientes a regular la actividad de coaching y establecer un registro oficial de quienes se dedican de manera seria y profesional a esta labor, y excluir aquellos que están sin formación en el ámbito de la salud mental y psicosocial para alertar a la población.