El problema ha ido escalando a tal punto que se propone tipificar estas conductas como un delito federal. Foto: Especial

Violencia obstétrica en hospitales públicos, una epidemia sin control

Las mujeres que llevan su embarazo en instituciones de salud pública son objeto de agresiones verbales y psicológicas por parte de médicos y enfermeras

Los casos de mujeres que sufren violencia obstétrica al interior de hospitales públicos se ha incrementado en los últimos años.

Este tipo de agresiones se han normalizado durante años en diferentes institutos de salud pública debido a la falta de capacitación, cursos de concientización y malas prácticas del personal médico.

La firma de abogados Lex Pro Humanitas aseguró, en entrevista con Reporte Índigo, que las agresiones que padecen miles de mujeres que se encuentran embarazadas son variadas y se presentan en diferentes grados.

Francisco Javier Hernández Salcedo, presidente de esta fundación explicó que desde 2018 han documentado miles de casos de violencia obstétrica en todo el territorio nacional y que se presentan principalmente en hospitales públicos.

El abogado aseguró que son diferentes las agresiones que enfrentan las mujeres que están a punto de tener un hijo, las cuales van desde maltrato psicológico y emocional hasta la falta de una atención digna e incluso la sobremedicación.

“Desde el personal médico hasta el administrativo, Lex Pro Humanitas ha documentado numerosos casos en los que se violan los derechos de las mujeres durante el embarazo, parto y postparto. Son miles de casos en donde hay violaciones a los derechos humanos”, relató.

Hernández Salcedo afirmó que la violencia obstétrica no es un fenómeno aislado, sino un problema sistémico arraigado en el sistema de salud desde hace varias administraciones atrás, el cual sigue sin atenderse de forma frontal.

Mientras tanto, Fernando Abraham Manilla, director general de esta fundación, confirmó que existe una normalización de la violencia obstétrica en México, y aclaró que, si bien las instituciones privadas no están exentas de esta problemática, la violencia obstétrica se ha arraigado profundamente en el sistema de salud público.

“La violencia obstétrica ocurre de manera encubierta y a menudo pasa desapercibida, ya que las mujeres están acostumbradas a recibir malos tratos por parte del personal de salud que debería estar protegiendo tanto sus vidas como la de sus bebés”, sostuvo.

Hasta el momento, no existe una cifra oficial sobre las mujeres que viven este tipo de agresiones cuando enfrentan un embarazo, de manera particular organizaciones civiles han tratado de brindar un diagnóstico sobre este problema que se presenta en la República mexicana.

En honor a “Mildred”

Mitzi Ramírez Jiménez fue víctima de violencia obstétrica en 2018. En entrevista con este diario reveló la serie de negligencias médicas y desatenciones que llevaron a la pérdida de su bebé y que incluso pusieron en peligro su propia vida.

“Ingresé con contracciones evidentes aunque fui ignorada y maltratada por el personal médico. A pesar de informar mi condición de alto riesgo y haber solicitado atención adecuada, fui dejada sin supervisión mientras sufría complicaciones durante el parto lo que desencadenó varios problemas”, aseveró.

Mitzi aseguró que fue sometida a un prolongado proceso de parto sin progreso, con falta de atención y apoyo por parte del personal médico que la atendió en ese entonces. Incluso cuando su esposo solicitó intervención urgente, fue ignorado.

La angustia de Mitzi se intensificó cuando su bebé mostró signos de sufrimiento y ella misma experimentó graves complicaciones. A pesar de sus súplicas, la negligencia médica continuó en la que posteriormente se le notificó que su bebé había fallecido.

“Ninguna madre debería enfrentarse a la pérdida de un hijo debido a la negligencia médica y la falta de atención adecuada. Nadie debería enfrentar su embarazo bajo estas condiciones y mucho menos normalizar este tipo de violencias”, lamentó la víctima que interpuso una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

A casi seis años de este suceso, Mitzi Ramírez pide la reparación de daño y justicia, por lo que ha impulsado ―en acompañamiento con la sociedad civil― la iniciativa “Mildred”, llamada así en honor a su hija y la cual busca tipificar como un delito esta forma de violencia que ocurre en los hospitales del país.

Hasta el momento, la iniciativa se encuentra en estudio en las comisiones del Senado, en las cuales varias fracciones parlamentarias se han pronunciado a favor de su aprobación.

¿Cómo se presenta la violencia obstétrica?

Puede manifestarse en forma de palabras ofensivas, malos tratos y negligencia por parte de médicos y enfermeras que laboran, en su mayoría, en hospitales públicos.

En varias de las ocasiones veces no se reconoce como violencia debido a la posición de autoridad que ocupan los profesionales de la salud y a la normalización de ciertas conductas hacia una mujer embarazada.

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