La ubicación del Valle de Salinas lo ha convertido en un punto estratégico para el crimen organizado. Foto: Especial

Valle de Salinas se convierte en ‘Valle de la muerte’ en Nuevo León

Siete municipios de la periferia, ubicados entre la frontera con Tamaulipas y la Zona Metropolitana de Monterrey, ha sido denominado como ‘Valle de la Muerte’, debido a las múltiples ejecuciones que el crimen organizado realiza en el área 

Pese a ser considerada como una zona de ‘ultra crecimiento industrial’, el Valle de Salinas, localizado en el corazón de Nuevo León, es el escenario de una guerra sanguinaria y silenciosa que ha cobrado la vida de 21 policías en lo que va de 2023.

Se trata de un sector comprendido por siete municipios periféricos ubicados entre la frontera con Tamaulipas y la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM), emplazamiento que le confiere una ventaja estratégica, la cual ha sido aprovechada por grupos delictivos para internarse en la entidad.

La situación no es nueva; en septiembre del año pasado, el titular de Seguridad Pública de Nuevo León, Gerardo Palacios Pámanes, fue cuestionado en torno a los constantes enfrentamientos que se libran en la zona, donde el intercambio de ráfagas de alto calibre entre delincuentes y las fuerzas del orden es una sangrienta constante.

‘’Nosotros estamos yendo a buscarlos; de día, de noche, en ranchos, en brechas, en caminos…es natural que haya más enfrentamientos porque estamos yendo a buscarlos, preocúpense ustedes cuando ya no los busquemos’’, advirtió el funcionario, quien ha confirmado la muerte de 14 elementos de Fuerza Civil, así como tres de la Policía Municipal de Salinas Victoria y cuatro de General Zuazua, en los últimos meses.

En el corazón de Nuevo León

El área es circundada por la carretera a Colombia y a Nuevo Laredo; ésta última es conocida como ‘La Carretera del Terror’, ya que en tan solo dos meses se registró la desaparición de hasta 70 personas, quienes fueron interceptadas en la vía por desconocidos para nunca más ser encontradas.

Además de un campo de batalla, el Valle de Salinas es, probablemente, el cementerio más grande de Nuevo León. De acuerdo con el colectivo Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León (FUNDENL), de los 900 mil restos óseos encontrados en fosas clandestinas durante los últimos 10 años, 600 mil han sido hallados en esta región.

Ranchos ubicados en el sector, tales como ‘Las Abejas’, en Salinas Victoria, y ‘Los Tubos’, en Hidalgo, han sido utilizados como campos de exterminio por los grupos delictivos presentes en la entidad, esto sin contar la inmensa cantidad de fosas clandestinas localizadas en municipios como Mina y Ciénega de Flores.

Violencia pega a negocios

Diversas quintas o inmuebles del rumbo han sido ‘tomadas’ por delincuentes, quienes amenazan a los dueños y llegan a torturar a los trabajadores del sitio para hacerse con la propiedad y utilizarla como base de operaciones o depósito de cadáveres.

En consecuencia, las carreteras de la zona lucen desoladas; la simple presencia en el lugar es un riesgo latente, y quien se interne en dichos senderos puede convertirse, de un momento a otro, en la víctima de un secuestro o estar en medio de un fuego cruzado.

Isabel Medina, quien desde hace más de 28 años reside en la comunidad de Hojase, a un costado de la carretera a Colombia, y que cuenta con una pequeña vulcanizadora, relató que corre el riesgo de que su negocio desaparezca debido a la situación.

“No sabe uno ni cómo; me ha bajado la venta de la arreglada de llantas, está todo bien fregado (…) Aquí no hay chamba, a veces me voy al monte para ver qué me encuentro, de perdido para sacar pa’ la papa; aquí tengo 28 años, pero en los últimos tres ha estado todo pa’ bajo, se empinó todo, no hay jale”, afirmó el hombre.

Los enfrentamientos, cuentan quienes conocen la zona, no respetan horarios ni transeúntes; muchos han ocurrido a plena luz del día y con personas inocentes de por medio, provocando que algunos se refieran al cuadrante como el ‘Valle de la Muerte’.

Alcaldes reconocen ola violenta… pero también apoyo

Al interior de los municipios que conforman la zona, tales como Ciénega de Flores y El Carmen, las autoridades no niegan la situación que ocurre en sus respectivas demarcaciones, afirmando que, aunque su ubicación trae consigo grandes oportunidades de crecimiento, también los expone a estar cerca de la ruta favorita de los carteles en la entidad.

‘’Estamos bendecidos geográficamente; nos beneficia mucho que a Ciénega de Flores la atraviesa la carretera a Laredo, prácticamente está pegado con la frontera y eso trae mucha inversión, pero también es su principal vía de comunicación”, reconoció Miguel Quiroga, alcalde Ciénega de Flores.

El edil afirmó que su administración se enfoca en resolver temas al interior del municipio, y que para cualquier situación que ‘escapa de sus manos’ cuentan con el apoyo del Gobierno de Nuevo León y Fuerza Civil, quienes ostentan la jurisdicción de carreteras y autopistas junto con la Federación.

“Nuestra prioridad es robo a casa habitación, violencia familiar, cosas que están dentro de nuestro municipio, y cualquier cosa que esté fuera de nuestro control nos enlazamos directamente con Gobierno del Estado y con Fuerza Civil, para poder brindarle mayor seguridad a todos los ciudadanos”, afirmó.

El saldo de dicha coordinación ha sido tan positivo que, de acuerdo con Quiroga, Ciénega de Flores puede considerarse todavía como un municipio ‘tranquilo’ a pesar de estar tan cerca de la “línea de fuego”.

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