Tras casi un año, aún sin recuperar fuente radioactiva en Jalisco

La fuente radioactiva de alta peligrosidad que fue robada en Tlaquepaque, Jalisco, el 23 de abril de 2017, llegó al 2018 sin haber sido recuperada por las autoridades; de cinco casos similares ocurridos en el país en 2017, es el único que sigue sin hallarse

El caso de la fuente radioactiva de alta peligrosidad que fue robada en el municipio de Tlaquepaque, Jalisco, el 23 de abril de 2017, llegó al 2018 sin haber sido resuelto por las autoridades de los tres niveles de gobierno, y sin que estas hayan podido recuperar aún el artefacto sustraído, de acuerdo con un reporte de la Secretaría de Gobernación (Segob).

Desde el 24 de abril de ese año, el titular de la Coordinación Nacional de Protección Civil de Segob, Luis Felipe Puente, emitió una Alerta en nueve estados del país por el robo en Tlaquepaque de una fuente industrial con el material radioactivo Iridio-192, clasificado como “muy peligroso” para la salud humana por la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias.

El pasado 29 de marzo, sin embargo, tras prácticamente un año de que se revelara el incidente, el Gobierno federal reconoció en su Quinto Informe de Ejecución del Plan Nacional de Desarrollo 2017, que se sigue desconociendo el paradero de la fuente radioactiva, la cual le fue sustraída a la empresa privada Tecnología No Destructiva.

En ese documento el Gobierno federal señala que durante todo el año 2017 se tuvo conocimiento de 11 fuentes radioactivas robadas, de las que seis habrían sido hurtadas en la zona fronteriza con Estados Unidos, mientras que las cinco restantes ocurrieron en territorio nacional; de estas últimas, la única que nunca fue recuperada fue la de Tlaquepaque, Jalisco.

El corte que presenta la Segob de los cinco robos de material radioactivo en territorio nacional es el siguiente:

“Una fuente en Ciudad Juárez, Chihuahua, recuperada el 24 de enero en el mismo municipio; una fuente en San Juan del Río, Querétaro, recuperada el 16 de febrero en Celaya, Guanajuato; una fuente en San Pedro Tlaquepaque, Jalisco, aún sin recuperar; una fuente en San Nicolás de los Garza, Nuevo León, recuperada el 2 de agosto en el municipio de Escobedo, del mismo estado; y una fuente robada en Tepic, Nayarit, recuperada el 18 de octubre en el mismo municipio”.

De esta manera, dice la dependencia federal: “Las acciones del Gobierno de la República permitieron la recuperación de cuatro de las cinco fuentes radiactivas robadas, mediante la emisión de los boletines de alertamiento entre las autoridades de los tres órdenes de gobierno”.

Sobre el material radioactivo robado en Tlaquepaque, y no recuperado, la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias, había advertido sobre el nivel de peligrosidad del mismo: “Muy peligroso por exposición externa si hubiera salido de su contenedor. El daño dependería del tiempo/distancia de la exposición”.

En Jalisco ya se había presentado un caso similar, el 9 de diciembre de 2008, día en que otra fuente de Iridio-192 fue robada pero en esa ocasión en el municipio de Guadalajara; al menos hasta junio de 2017 ese otro material radioactivo tampoco había sido recuperado, según un reporte de la Comisión Nacional de marras.

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