Sucio conflicto, nuevo modelo

12 de Abr, 2016

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"Si Caabsa no quiere firmar vamos a quitarles la  concesión. Se acabaron los abusos. Si ellos consideran que lo que nosotros planteamos no es lo correcto, tomaremos esa ruta”

Desde la llegada de Enrique Alfaro Ramírez a la alcaldía de Guadalajara, algunos cambios en el Ayuntamiento han generado conflicto, y el más reciente es con la concesionaria de servicios de recolección de basura.

Tras una disputa pública con Caabsa Eagle, empresa concesionaria de la recolección de basura en Guadalajara desde 1994, el alcalde tapatío adelantó que este miércoles se presentaría un nuevo modelo de gestión.

Después de la revisión del servicio, el Pleno del Ayuntamiento modificó -por unanimidad- las concesiones de basura y papeleras del municipio, con el cual también se señaló que habría un ahorro inicial de 43.5 millones de pesos anuales.

Desde julio de 2015, apenas pasadas las elecciones que lo llevaron a la alcaldía de Guadalajara, Alfaro Ramírez planteó la revisión de todas las concesiones que tiene el Ayuntamiento, declarando que existía la posibilidad de revocar algunas.

En entrevista con el diario El Informador, el entonces virtual alcalde explicaba que ya había revisado la concesión de basura que Guadalajara tenía con Caabsa, agregando que además se había reunido con los directivos de la empresa para modificar el modelo del servicio.

“No necesariamente en la ruta de revocar la concesión ni mucho menos, pero sí del cumplimiento de algunas cosas en las que falta trabajar y ajustes que se tendrán que hacer”, dijo Enrique Alfaro sobre la conversación con Caabsa.

Ya como alcalde, Enrique Alfaro anunció en enero pasado que estaba revisando los contratos de concesión de Caabsa Eagle y Plastic Omnium S.A. de C.V., evaluando sus operaciones y, en caso de incumplimiento, revocárselas.

“Así como se reconoce que tenían un servicio muy desarrollado en varios temas, también se reconoce un rezago en la modernización y en otros temas específicos que tienen que ver con confinamiento de la basura, el manejo de residuos, temas de mayor vanguardia en términos ecológicos y operacionales. 

“Estamos revisándolo, en algunos días se tiene que iniciar un proceso jurídico formal sobre el tema, pero sin lugar a dudas no puede seguir igual”, declaraba en febrero de este año Diego Monraz Villaseñor, coordinador general de Servicios Municipales.

Pepenadores protestan

La empresa concesionaria no tomó a bien las modificaciones hechas por la administración alfarista, ya que está obligada a poner un sistema GPS en todas sus unidades, se le quita el servicio de recolección a comercios para dejarlo únicamente a casas, y se cobrará a los terceros que usen el relleno sanitario Los Laureles.

“No vamos a dudar al respecto, esta ciudad necesita un nuevo modelo para manejar los desechos sólidos, estamos al borde de tener un problema mayúsculo”, expresó el alcalde tras la aprobación de las modificaciones.

Al conflicto se sumaron los pepenadores. Araceli Batres Arredondo, secretaria general del Sindicato de Pepenadores del Estado de Jalisco, dijo que las modificaciones afectarán a los cerca de 2 mil 500 recolectores de la Zona Metropolitana.

Expresó que ni la empresa ni el Ayuntamiento se acercaron a este sector para informar sobre las modificaciones, y detalló que las afectaciones repercuten en los bolsillos de quienes apenas logran ganar entre 100 y 120 pesos al día.

Desde la aprobación de las modificaciones, Diego Monraz había señalado que existía un compromiso moral con este sector, por lo que los cambios contractuales con la empresa buscaban no afectarlos en su trabajo.

Aunque el director de Caabsa, Antonio Villada, ha declarado que las decisiones tomadas por el Cabildo lesionan sus intereses, Alfaro mantiene la postura de que la empresa debía firmar las modificaciones o se rescindiría del contrato de concesión.

“Si Caabsa no quiere firmar vamos a quitarles la  concesión. Se acabaron los abusos. Si ellos consideran que lo que nosotros planteamos no es lo correcto, tomaremos esa ruta e informaremos de los elementos identificados para rescindir el contrato”, expresó Alfaro Ramírez.

Viejas polémicas

Caabsa-Eagle tiene la concesión de recolección de basura en Guadalajara, Tlajomulco de Zúñiga y Tonalá.

Durante el pasado 2015 la pasada administración de Ramiro Hernández le pagó a dicha empresa un monto que superó los 338 millones de pesos. 

En ese mismo año el entonces regidor panista, Alberto Cárdenas, denunció que Guadalajara pagaba Caabsa sin que ésta cumpliera con sus obligaciones.

“Guadalajara está en el peor de los escenarios, paga todo lo que le dicen, paga todo lo que le llega, la chequera está abierta y son algunos los que se están haciendo multimillonarios. Me parece que la intervención que hemos elaborado es el camino adecuado, cómo podemos acelerar esto para el bien del municipio, tenemos que pasar por todas las concesiones que se le han otorgado con Caabsa desde el inicio”, dijo Cárdenas.

Además de que esta misma empresa ha sido blanco de críticas, ya que en noviembre de 2015 ante el Tribunal Permanente de los Pueblos se presentó una lista “negra” de 57 empresas elaborada por cerca de 300 organizaciones, integradas en la Coordinadora Nacional de Afectados Ambientales.

En esta lista se detallaba la relación de las empresas con daños al medio ambiente y despojo a comunidades nativas, entre las que apareció Caabsa-Eagle S.A. de C.V.

De la misma forma el 11 de marzo las procuraduría Federal y Estatal de Protección al Medio Ambiente (Proepa y Profepa) clausuraron el relleno sanitario Los Laurales, ubicado en Tonalá, del cual se hace cargo Caabsa.

La autoridad informó que la acción derivó en una clausura total temporal, al encontrar avances en la construcción de una nueva celda para la disposición final de residuos, sin contar con la autorización correspondiente en materia de impacto ambiental.