Sucesión turbia en la UNAM

Hoy, con la emisión de la convocatoria, se abre el proceso para elegir al nuevo Rector de la UNAM.  Se espera que la sucesión de José Narro Robles sea un proceso agitado y conflictivo por los intereses que se juegan en la Máxima Casa de Estudios y la situación crítica que se vive en la Universidad.

Narro Robles será recordado por muchas cosas en la UNAM pero no se le recordará por haber sido el mejor rector. 

Imelda García Imelda García Publicado el
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Los robos, la venta de estupefacientes y el comercio ambulante señorean en algunas facultades y zonas comunes del campus
"En noviembre del 2014, un estudiante fue baleado en Ciudad Universitaria por elementos de la PGJDF"
El grupo que más llama la atención es el femenino ya que varias mujeres han expresado su interés de convertirse en rectoras
La decisión de quién será la siguiente cabeza de la UNAM no recaerá en la comunidad universitaria, sino en la Junta de Gobierno
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Hoy, con la emisión de la convocatoria, se abre el proceso para elegir al nuevo Rector de la UNAM.  Se espera que la sucesión de José Narro Robles sea un proceso agitado y conflictivo por los intereses que se juegan en la Máxima Casa de Estudios y la situación crítica que se vive en la Universidad.

Narro Robles será recordado por muchas cosas en la UNAM pero no se le recordará por haber sido el mejor rector. 

Su administración –que inició en el 2007 y concluirá en noviembre de este año- estuvo plagada de momentos de crisis, que revelaron el descontrol que existe en Ciudad Universitaria, además de protestas estudiantiles y denuncias de tráfico de influencias y favoritismos. Los tiempos de cambio parece que llegan a la UNAM ahora que se va Narro Robles.

A pesar de ser el máximo cargo en la jerarquía universitaria, en la nominación de quien ocupará la oficina no solo se evalúan las capacidades académicas o administrativas del o la elegida.

El rector es el personaje más notable en la vida de la educación superior del país; sin embargo, su papel no se limita a eso.

Su opinión en asuntos nacionales de toda índole cobra especial trascendencia. Se trata de un cargo con un gran peso político y moral no solo entre la comunidad universitaria, sino al exterior.

Por eso es que su nombramiento despierta mucho movimiento e interés en las esferas del poder en México.

La decisión sobre quién será la siguiente cabeza de la UNAM no recaerá en la comunidad universitaria, sino en la Junta de Gobierno.

Son 15 personas quienes tienen en sus manos la decisión de nombrar a quien encabezará la UNAM hasta noviembre del 2019.

José Narro Robles, el todavía rector de la UNAM, culminará su periodo el próximo 16 de noviembre. Aunque faltan poco más de 50 días para el cambio de estafeta, Narro ya ha comenzado a despedirse.

“Recibí una institución fuerte, trabajando, y con prestigio, y así la entregaré (…) Siento satisfacción por los logros y desilusión por algunos tropiezos, que fueron los menos.

“Qué momento más complejo, está lleno de recuerdos y sentimientos; qué difícil es decir adiós a una tarea tan grata, ¡qué emoción qué gusto, qué tristeza! (…) Hice todo lo que pude, me esforcé al límite de mis capacidades. Sin embargo, eso no basta. A la comunidad corresponde el juicio. Son ustedes quienes tienen la palabra”, afirmó Narro en la entrega de su último informe de labores.

Identificado desde siempre como un personaje cercano al PRI, Narro se caracterizó en los ocho años de su mandato por cuestionar algunas decisiones de gobierno del expresidente Felipe Calderón.

Muchos auguraban que el presidente Enrique Peña Nieto lo llamaría a formar parte de su gabinete, hecho que no ha ocurrido hasta ahora, a pesar de su cercanía con el Gobierno Federal.

Es tanta su identificación con el gobierno federal que, incluso, formó parte de la cuestionada comitiva que acudió con el presidente de la República a la visita de Estado a Francia.

Aunque se le ha cuestionado varias veces sobre lo que hará en el futuro próximo, una vez que termine su periodo en la rectoría, Narro se ha limitado a responder que se dedicará a su familia y volverá a la vida académica.

Hoy, más de una decena de académicos de la máxima casa de estudios pretenden alcanzar la representación universitaria más importante del país.

La lucha y el cabildeo por llegar ahí, apenas comienzan.

Las crisis de Narro

Aunque entre el 2007 y el 2015, periodo en el que Narro ha sido rector de la UNAM, las cosas han transitado en aparente calma –comparado con sus dos antecesores que tuvieron que lidiar con la huelga del periodo 1999-2000- no estuvo totalmente exento de crisis.

En abril del 2013, un grupo de encapuchados –supuestos estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH)- tomaron las instalaciones de la Rectoría.

Durante casi dos semanas, los jóvenes mantuvieron el control del inmueble.

Narro prefirió tener un bajo perfil en el manejo de esas crisis. Su labor se limitó a negociar y esperar a que los jóvenes liberaran el edificio.

En noviembre del 2013, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) –todavía bajo la batuta de Raúl Plascencia- emitió una recomendación a la UNAM sobre un caso de acoso sexual perpetrado contra una estudiante de la Escuela Nacional Preparatoria.

En un comunicado, la UNAM aceptó la recomendación, pero criticó a la CNDH por utilizar información sesgada y contraria a la verdad.

Otra de las crisis que le tocó manejar a Narro fueron las acusaciones que Enrique Carpizo Aguilar, sobrino del exrector Jorge Carpizo McGregor, hizo contra Luis Raúl González Pérez, entonces abogado general de la UNAM y a quien el rector impulsaba como nuevo presidente de la CNDH.

Carpizo Aguilar acusó en septiembre del 2014 que González Pérez había plagiado una de sus investigaciones para hacer su tesis de doctorado.

A pesar de los cuestionamientos, Narro guardó silencio y continuó impulsando a González Pérez, quien se convirtió meses después en el presidente de la CNDH.

En noviembre del 2014, un estudiante fue baleado en Ciudad Universitaria por elementos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).

Los policías ministeriales se encontraban en el campus dando seguimiento a una denuncia por el robo de un teléfono celular. Los estudiantes se percataron de su presencia y los rodearon, amenazándolos y reclamando su presencia en CU.

La versión oficial señala que el policía realizó disparos al aire; sin embargo, uno de los estudiantes fue herido en una pierna.

Un grupo de estudiantes quemó el auto en el que viajaban los policías, colocó barricadas en las entradas del campus universitario y enfrentó a los granaderos que fueron enviados al lugar.

Después de varias horas en medio de un ambiente tenso por la posibilidad de un enfrentamiento, los granaderos se retiraron del lugar y los estudiantes liberaron los accesos al campus.

A todos estos hechos se suma la crisis de inseguridad que se vive en CU, como reveló en un reportaje Reporte Indigo el pasado 18 de mayo.

Los robos, la venta de estupefacientes y el comercio ambulante señorean en algunas facultades y zonas comunes del campus universitario más importante de México.

El mayor flagelo en CU son los robos. En marzo del 2015, un funcionario de la Facultad de Filosofía y Letras fue asaltado en su oficina. Era el encargado de Presupuesto. Le robaron 300 mil pesos.

Datos de la PGJDF revelan que, entre enero del 2014 y mayo del 2015, se registraron 129 averiguaciones previas; el 95 por ciento de ellas se referían al robo en diversas modalidades.

¿Una mujer en la Rectoría?

En las últimas semanas han sido varios los miembros de la comunidad universitaria que han levantado la mano para participar en el proceso.

Sin embargo, el grupo que más llama la atención es el femenino ya que varias mujeres han expresado su interés de convertirse en rectoras de la máxima casa de estudios de México.

La UNAM nunca ha sido dirigida por una mujer, por lo que la postulación de candidatas llama poderosamente la atención de toda la comunidad.

Se trata de Rosaura Ruíz, directora de la Facultad de Ciencias y bióloga de profesión, quien tuvo un cargo durante la administración de José Narro en la rectoría como secretaria de Desarrollo Institucional.

Otra mujer que ha expresado su intención es Suemi Rodríguez Romo, exdirectora de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, quien cuenta con varios posdoctorados y ha realizado varias estancias de investigación en prestigiadas universidades a nivel mundial.

Una tercera candidata sería Ana María Cetto, coordinadora del Museo de la Luz y exdirectora de la Facultad de Ciencias, que ha tenido reconocimientos a nivel internacional por su labor científica.

Estas tres mujeres también participaron en el proceso de selección de rectoría en el que José Narro buscó y consiguió su reelección, en el 2011. Fueron finalistas Suemi Rodríguez y Ana María Cetto.

Estaría también María Leoba Castañeda Rivas, actual directora de la Facultad de Derecho, una de las escuelas con más peso en la vida social y política no solo de la Universidad, sino del país.

Castañeda ha sido la primera mujer directora en los más de 450 años de historia de la Facultad de Derecho.

Hay otros candidatos. Uno de los más sonados por su cercanía al Ejecutivo federal es Sergio Alcocer Martínez, quien fuera el secretario general de la UNAM en el primer periodo de Narro como rector, entre el 2007 y el 2011.

Hasta principios del 2015, Alcocer fue subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, cargo que –se dice- dejó para buscar la rectoría de la UNAM.

Suena también el nombre de Eduardo Bárzana García, actual secretario general de la UNAM. Ingeniero químico de formación, tiene un doctorado en biotecnología por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés).

Enrique Graue Wiechers, actual director de la Facultad de Medicina –de la que también proviene José Narro-; especialista en Oftalmología y merecedor de varios premios en la materia.

En la lista de posibles sucesores de Narro también se encuentra Carlos Arámburo de la Hoz, actual coordinador de Investigación Científica.

Se menciona también a Carlos Agustín Escalante Sandoval, director de la Facultad de Ingeniería; aunque acaba de asumir ese cargo, en febrero de este año.

Otro nombre que se barajea es el de Fernando Castañeda Sabido, director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.

La elección del sucesor

José Narro Robles fue electo rector de la UNAM en noviembre del 2007; fue reelecto para ocupar el cargo en noviembre del 2011.

De acuerdo con la Ley Orgánica de la UNAM, los rectores son electos por la Junta de Gobierno, máximo órgano de gobierno de la Universidad, que se conforma por 15 personas.

El rector dura en su encargo cuatro años. Tiene la posibilidad de reelegirse por un periodo.

El proceso comienza, oficialmente, con la emisión de la convocatoria. Empieza entonces el proceso de cabildeo y las reuniones de los miembros de la Junta de Gobierno con diferentes sectores de la Universidad para consultarles sobre la persona más adecuada para ser nombrado rector.

Una vez que concluye el periodo de consulta, la Junta de Gobierno llama a comparecer a las personas interesadas en participar, quienes deben entregar su proyecto de trabajo y sostener una entrevista con los miembros de la Junta.

El órgano universitario se reúne para debatir sobre los candidatos y votar sobre el perfil idóneo. La votación se repite hasta que uno de los candidatos alcance 10 de los 15 votos.

Esta forma de elegir al rector se aplica en la UNAM desde 1945, cuando el presidente Manuel Ávila Camacho instruyó dejar de lado la elección universal y hacer reformas a la Ley Orgánica para dejar en manos de una Junta de Gobierno el nombramiento del nuevo rector.

Esto sucedió porque la elección universal para elegir al rector, en la que participaban todos los miembros de la comunidad universitaria, provocó un conflicto entre los diferentes bandos que llevaron, incluso, a que hubiera dos rectores defendidos por distintos grupos.

Gracias a la reforma de ese año, ahora el nombramiento recae sobre los 15 miembros de la Junta de Gobierno.

La actual Junta de Gobierno está conformada por René Asomoza Palacio, de la comunidad del Instituto Politécnico Nacional y hoy director del Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa (ILCE); Teresita Corona Vázquez, directora del Instituto Nacional de Neurología y Neurociencia; Irene Cruz-González Espinosa, astrónoma e investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM.

Participan también Óscar De Buen Richkarday, ingeniero y académico de la Facultad de Ingeniería; Mario Luis Fuentes Alcalá, académico de la Facultad de Economía; Javier Garcíadiego Dantan, académico de El Colegio de México; René Millán Valenzuela, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales.

En la Junta de Gobierno están también Alejandro Mohar Betancourt, investigador del Instituto Nacional de Cancerología; José de Jesús Orozco Henríquez, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas y segundo vicepresidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Francisco Xavier Soberón Mainero, director del Instituto Nacional de Medicina Genómica; Felipe Tirado Segura, académico de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala; Jaime Humberto Urrutia Fucugauchi, investigador del Instituto de Geofísica.

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