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Señalan a la Conchita de negligencia

A raíz de lo que podría ser una negligencia médica, el Hospital Christus Muguerza Conchita enfrenta una demanda de amparo que podría tener consecuencias penales y administrativas en contra de la institución. 

El pasado 3 de marzo la señora Martha Garza Santos, de 59 años de edad, fue internada en el Hospital Conchita por padecimiento de urosepsis; es decir, una infección en el tracto urinario.

Una vez internada, el 13 de abril en las instalaciones de la institución médica se le realizó una colostomía, la cual el 21 del mismo mes se le infectó. 

Enrique Garza, hijo de la paciente afectada, promovió tres amparos ante el Juez de Primer Distrito en Materia Administrativa
“Reclamaba un trato digno a mi madre y una atención adecuada (…) pero ellos me expulsaron y me limitaron verla”
Enrique Garzahijo de la paciente afectada

A raíz de lo que podría ser una negligencia médica, el Hospital Christus Muguerza Conchita enfrenta una demanda de amparo que podría tener consecuencias penales y administrativas en contra de la institución. 

El pasado 3 de marzo la señora Martha Garza Santos, de 59 años de edad, fue internada en el Hospital Conchita por padecimiento de urosepsis; es decir, una infección en el tracto urinario.

Una vez internada, el 13 de abril en las instalaciones de la institución médica se le realizó una colostomía, la cual el 21 del mismo mes se le infectó. 

“Nos enteramos que a mi mamá se le infectó (la colostomía) porque omiten darle los cuidados debidos que exige ese procedimiento.

“Se había roto la barrera y el material fecal se infiltró. No le reportaron al cirujano ni al médico tratante, para que le den el seguimiento”, dijo Enrique Garza, hijo de la paciente afectada, y quien interpuso un amparo por negligencia médica.

Días después, el 25 de abril la paciente fue trasladada a cuidados intensivos, y el 29 del mismo mes se le recolocó la colostomía.

Fue entonces que el denunciante exigió a directivos del Hospital Conchita mayor atención a la señora Garza Santos, al solicitar la presencia de una enfermera las 24 horas para garantizar su salud y mejoría.

Sin embargo, el hospital se lo negó, con el argumento de que es deber de un familiar permanecer a lado de los pacientes, según las políticas de la institución.

“Tuve que promover otro amparo el 3 de agosto, donde el Juez de Primer Distrito en Materia Administrativa en el amparo 1075 ordena pasarla a piso, pues se habían negado hacerlo poniendo como excusa sus políticas de que un familiar estuviera en el cuarto. Eso es absurdo.

“Estaban omitiendo darle el cuidado debido a la herida (colostomía)”, agregó el denunciante.

Le niegan el paso

Enrique Garza explicó que a partir de ese momento el personal de seguridad del Hospital Conchita inició con una actitud de represión en su contra, por lo que le impidieron ver a la paciente.

El afectado aseguró que el personal de seguridad había recibido indicaciones de los directivos de la institución para que le negaran el acceso.

“Buscaban sacarme con agresión física del área de cuidados intensivos porque reclamé que (la paciente) no estaba con la atención debida.

“Y me sacan con agresión física… el 2 de julio en la sala de espera de cuidados intensivos se presentan cinco o seis personas y me dicen que por indicaciones de la directora del Hospital, Sandra Ceniceros; del director médico, Raúl Garza, no podía estar en el hospital”, comentó Enrique Garza.

“En realidad yo reclamaba un trato digno a mi madre y una atención adecuada y oportuna en su atención médica. Pero ellos me expulsaron y me limitaron verla”.

El quejoso aseguró que incluso el Hospital Conchita expulsó a uno de sus  médicos de cabecera de la familia, a quien también le prohibieron volver a revisar a la paciente al interior de las instalaciones de la institución.

Enrique Garza enfatizó que el suyo es un claro ejemplo de cómo los hospitales privados pueden llegar a ejercer su autoridad sobre los pacientes y los familiares.

Por la vía legal

Para volver a ver a la paciente, enfatizó el afectado, tuvo que promover un amparo para que el hospital le permitiera el acceso a las instalaciones. 

Fue entonces que intentó moverla de institución al Doctors Hospital, sin embargo, ahí le negaron recibir a la paciente.

Cada uno de los hechos anteriores quedaron registrados bajo los expedientes de amparos 925, 942 y 1075.

“El 925 del Juzgado Segundo reclama negligencia y mi derecho de verla porque me expulsaron.  El 942 reclamé la incomunicación. En estas quejas ya el colegiado dijo que sí procede el amparo contra hospitales privados.

“Además el 1075 del Juzgado Segundo reclamé la negativa de recibir a mamá en el Doctors Hospital y amplié la demanda contra el Muguerza contra la negativa de pasarla a cuarto y darle enfermería”, comentó el denunciante. 

Fueron diferentes hechos los que quedaron registrados en el expediente 926 del Juzgado Segundo de Distrito en Materia Administrativa, y 942 y 1075 del Juzgado Primero de Distrito en Materia Administrativa.

Luego del calvario que vivió en el Hospital Conchita el demandante trasladó a la paciente al Hospital San José, en donde asegura ha presentado una notable mejoría.

Enrique Garza enfatizó la importancia de que quede un precedente sobre cómo un hospital privado puede aplicar su autoridad a pacientes y familiares, y espera que no vuelva a suceder un hecho similar. 

“No puede ser que en un hospital pierdan la calidad humana y que te digan que no puedes ver a tu familiar en una situación tan delicada. Por eso, como te comento, espero que no le pase (a otra persona)”, dijo.

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