Rudos vs. Zetas

Un acto delincuencial en San Pedro pudo ser combatido con una acción extralegal de la autoridad municipal.

Y es que según fuentes de información, el levantón de dos hombres e intento de secuestro de uno de ellos habría terminado con la intervención del Grupo Rudo del alcalde Mauricio Fernández.

Un acto delincuencial en San Pedro pudo ser combatido con una acción extralegal de la autoridad municipal.

Y es que según fuentes de información, el levantón de dos hombres e intento de secuestro de uno de ellos habría terminado con la intervención del Grupo Rudo del alcalde Mauricio Fernández.

De tal manera, que al llegar la Policía Ministerial encontró un Mini Cooper estrellado en el túnel de la Loma Larga, pero otro vehículo siniestrado sobre la avenida Lázaro Cárdenas.

Según testigos, éste segundo automóvil sería el que recibió impactos de bala y aparentemente un proyectil o una granada que lo hizo estallar en su parte trasera, hasta incendiarse totalmente.

La versión de los testimonios indica que un convoy de hombres armados, al que habrían permitido circular sin resistencia unos patrulleros de San Pedro, dio alcance al Audi color gris y le dispararon en repetidas ocasiones hasta que el auto tuvo que detener su tránsito.

Las fuentes indican que quienes iban arriba del vehículo aparentemente huyeron a pie, pero luego fueron alcanzados por el convoy.

Todo comenzó con el levantón de un padre y su hijo que iban a jugar golf en el Campestre, frente a la colonia San Patricio. 

Luego, ambos fueron secuestrados por los criminales y conducidos hasta su casa para saquearla. 

Los delincuentes se llevaron de la residencia joyas, aparatos electrónicos y un Mini Cooper donde trasladaban como rehén al hijo.

También robaron otro vehículo, un Audi color gris en el que escoltaban al Mini Cooper porque su compañero y el rehén viajaban en él.

El criminal iba armado para vigilarlo.

Cuando el joven circulaba por el túnel de la Loma Larga en compañía de uno de los secuestradores, vio que el delincuente caía en sueño, quizás bajo el efecto de alguna droga.

Fue entonces cuando el joven aprovechó la oportunidad y estrelló el vehículo intencionalmente. Así pudo escapar.

El delincuente que quedó en el Mini Cooper, armado con un fusil AK47 y un revólver, bajó del auto y obligó a otro conductor de Chevy a detenerse.

El secuestrador obligó a su nueva víctima a que lo llevara a la colonia Cerro de la Campana. 

Pero por segunda ocasión, el delincuente se quedó dormido. 

Así, el conductor se detuvo en la avenida Garza Sada donde pidió ayuda a elementos policíacos para que capturaran a su secuestrador que continuaba sumido en el sueño.

Con la información del detenido, en el transcurso de la tarde alrededor de 60 policías ministeriales realizaron un operativo en las colonias Sierra Ventana y Cerro de la Campana, donde buscaron a los cómplices del atraco a la familia.

Tras una persecución, los ministeriales capturaron en la colonia República a dos personas más ligadas con este caso.

Esta versión es de testimonios que incluso, vieron como patrulleros de San Pedro abrieron paso a los hombres armados que atacaron a los delincuentes.

Y precisamente esta manera de vigilar San Pedro es actualmente la generadora de la polémica.

Algunos habitantes prefieren que hombres armados y vestidos de civil sigan vigilando el municipio que controlan los Beltrán Leyva.Pero otros optan por señalar un acto extralegal, una fuerza que también puede salirse de control.

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