El robo de mascotas es un delito que no disminuye en la Ciudad de México; al contrario, en el último año se ha registrado un repunte

Robo de mascotas, delito sin control en la CDMX

Durante los últimos años se han levantado más de 500 denuncias por robo de animales de compañía y la tendencia va al alza, a pesar de esto, el delito no está tipificado

El robo de mascotas es un delito que no disminuye en la Ciudad de México; al contrario, en el último año se ha registrado un repunte.

De acuerdo con datos de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) local, de 2018 a 2022 se han abierto más de 500 carpetas de investigación por dicho ilícito.

Lo anterior, contrasta con las mejoras en seguridad que las autoridades han reportado en la Ciudad de México al afirmar que los delitos de alto impacto disminuyeron hasta 50 por ciento en comparación con años anteriores.

La compañía de seguros Hellosafe realizó en 2021 un estudio donde encontró que los animales de compañía más robados son los perros y detalla que, según las búsquedas registradas en internet, habitantes de la capital del país se vieron interesados por información relacionada al robo de esta especie desde diciembre de 2018.

El estudio indica que en 2012 se realizaron alrededor de 60 denuncias por robo de animales y, para 2019, la cantidad superó las 100 quejas.

La información también detalla que los perros de raza labrador, husky y bulldog inglés son los que más hurtos sufren con el fin de que se reproduzcan y los ladrones puedan lucrar con sus crías.

Dicha problemática fue motivo para que, en mayo de 2019, el diputado del Congreso de la Ciudad de México, Nazario Norberto Sánchez, presentara una iniciativa para catalogar penalmente el delito de secuestro de mascotas. Debido a que durante los primeros meses de ese año se presentaron casos donde personas reportaron que robaron a sus perros y les pidieron dinero para devolverlos.

“Al que prive de la libertad a otro con el propósito de obtener rescate, algún beneficio económico, causar daño o perjuicio a la persona privada de la libertad o a cualquiera otra, se le impondrán de cuarenta a sesenta años de prisión y de mil a tres mil días multa”, menciona el texto de la iniciativa.

Estudios afirman que el motivo principal del robo de animales es para que se reproduzcan y los ladrones puedan vender a esas crías

Los datos

De 2018 a 2022 se han denunciado un total de 568 robos de animales en la Ciudad de México, detallan Estadísticas de Incidencia Delictiva de la FGJ capitalina.

Según los reportes del órgano ministerial, desde el año 2018 se comenzaron a desglosar los robos de animales en las estadísticas de incidencia delictiva.

En ese año también se abrieron 119 carpetas de investigación por robo de animales en la ciudad.

Para el 2019 solo se reportó una carpeta de investigación más que el año previo y la cifra de robo de mascotas se situó en 120.

En 2020, año en que inició la pandemia de COVID-19 en México y en el que se decretó el confinamiento como medida sanitaria para evitar contagios, la cantidad de mascotas robadas disminuyó a 107.

Mientras que en 2021 la cantidad creció respecto a 2020 y se situó en 111 carpetas de investigación abiertas por robo de mascotas.

La información precisa que, hasta octubre de 2022, se abrieron 111 investigaciones judiciales por dicho delito, más que en todo 2020 e igual al total de todo el año 2021.

Actualmente el robo de animales no está tipificado como un delito en el Código Penal local y las autoridades solo persiguen la acción como robo de bienes, pese a que la Constitución Política de la Ciudad de México cataloga a los animales de compañía como seres sintientes y con derecho de ser protegidos.

Robo de mascotas, sin seguimiento

Terry, perro de raza husky, fue robado en marzo de 2022 en la colonia Balbuena, alcaldía Venustiano Carranza de la Ciudad de México, cuando su dueño fue a la tienda.

Alejandro García relata que el 15 de marzo paseaba a su perro y entró a una tienda de conveniencia Oxxo, localizada en la calle Genaro García, casi esquina con Fernando Iglesias Calderón, para comprar bebidas.

Relata que dejó a su perro con la correa amarrada en las estructuras colocadas para dejar a las mascotas al exterior del establecimiento.

“Entré y me tardé máximo 15 minutos, porque había mucha gente y una persona estaba haciendo un depósito. Mi perro es muy sociable y noble, entonces con todas las personas juega o, si le hablaban bonito, se dejaba acariciar y se me hizo normal que un chavo se le acercó y lo acarició”, mencionó.

Después de ver que el sujeto, con sudadera gris y pantalón de mezclilla, acarició al perro, perdió a Terry de vista, pero Alejandro creyó que se había recostado ante el aburrimiento de esperar o que solo se había pegado a la pared.

Sin embargo, menciona que al salir no encontró a su perro, y en un primer momento, creyó  que se había escapado.

“Como fue mucho tiempo, quise pensar que logró soltarse y corrió. No me espanté, busqué por las cuadras de alrededor y no lo encontré, entonces regresé a mi casa pensando que posiblemente volvería solo”, indica; no obstante, Terry no volvió.

Alejandro comenta que dejó sus compras y salió a buscar a su perro porque creyó que estaría perdido y espantado: “Le pedí a un amigo que fuéramos en su coche y estuvimos fácil como dos horas, pero no le encontramos”.

Al otro día, le contó a un vecino lo que ocurrido y este le dijo que posiblemente habían robado a su mascota.

“Me contó que vio a mi perro paseando con otra persona y que se le hizo raro porque el perro lo reconoció y se quiso parar, pero que este sujeto de sudadera negra y pantalón de mezclilla iba trotando y lo jaló. Mi vecino pensó que se había confundido, pero cuando platiqué con él me dijo lo que sucedió”, afirma.

Ante esto, menciona que preguntó a otros vecinos y en chats de WhatsApp de la colonia si habían visto a su perro y al sujeto que se lo llevó, pero no obtuvo más información; sin embargo, se enteró de que en los últimos meses hurtaron a tres mascotas más en la zona.

Hacia abril del año en curso, Alejandro fue a un Ministerio Público para ver si existía la posibilidad de denunciar el delito, pero el personal le mencionó que era muy difícil acreditar lo ocurrido porque no había certeza de que fue robado y  se desconocían los rasgos característicos del supuesto ladrón.

“Ya no denuncié, lo seguí buscando por grupos de WhatsApp donde venden animales y no lo encontré”
Alejandro GarcíaHabitante de la alcaldía Venustiano Carranza

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