Candidatos van por endurecer postura ante EU

En este segundo debate, los presidenciables pudieron responder a las preguntas hechas por el público que estuvo presente en el debate, en un ejercicio que fue inédito en la historia de los debates presidenciales en el paí

Los candidatos presidenciales coincidieron en que México debe mostrar mayor dignidad ante Estados Unidos y exigir un mejor trato del presidente Donald Trump, quien debe reconocer todo el trabajo que el país hace para beneficiar al país del norte.

En Tijuana, Baja California, los candidatos presidenciales se enfrentaron esta noche en el segundo debate en el que se trataron temas como la relación de México con Estados Unidos, el comercio exterior, la seguridad, el tráfico de drogas y la migración.

Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena, PT y PES); Ricardo Anaya, abanderado de la coalición Por México al Frente (PAN, PRD y MC); José Antonio Meade, de la coalición Todos por México (PRI, PVEM y NA); y Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, el único candidato independiente, coincidieron en la importancia de mantener una relación amistosa con Estados Unidos; pero cada uno planteó alternativas distintas.

Por un lado, López Obrador afirmó que México debe resolver el problema de la corrupción en su gobierno para actuar con autoridad moral frente al presidente estadounidense, además de que se deberá defender a los migrantes, convertir a los consulados en oficinas de defensa de los migrantes y buscar la forma de disminuir la dependencia de Estados Unidos.

“Vamos a incluir en la negociación del Tratado (TLCAN) no solo el tema comercial, vamos a incluir los salarios y vamos a hacer una propuesta al gobierno de Estados Unidos para firmar una ‘alianza por el progreso’, que incluya a Canadá, Estados Unidos y México y a los países centroamericanos.

“Que haya proyectos en Centroamérica, en México, para el desarrollo. Que haya trabajo y bienestar y así se va a conseguir la paz. Es un planteamiento integral pero que va al fondo; no es solo el comercio, lo más importante es la vida, la gente sale a ganarse la vida”, expuso López Obrador.

Ricardo Anaya sostuvo que a Donald Trump se le debe exigir respeto y se deben poner sobre la mesa todas las actividades de cooperación en que México ayuda a Estados Unidos, de tal manera que si las ofensas siguen, el país deje de realizar actividades que favorecen al país del norte.

“No solo fue un error, fue una humillación al pueblo de México que cuando este señor llevaba un año insultando, vejando, ofendiendo a los mexicanos, diciéndonos violadores y asesinos, lo hayan recibido con alfombra roja en Los Pinos (…) Voy a actuar con absoluta dignidad y firmeza (…).

“A los tiranos, a los ‘bullies’ no se les apacigua, se les enfrenta; respetan a aquel que se respeta a sí mismo. Y cuando él vea firmeza y dignidad de México, vamos a merecer respeto”, afirmó Anaya.

José Antonio Meade dijo que no permitirá que Trump falte al respeto a México pues este debe ser mutuo entre ambos países y comentó que el hecho de que el gobierno federal haya invitado a México a Trump cuando era candidato, no fue un error.

“Cuando Trump hizo campaña, se dijo que se iban a acabar las remesas, que iba a haber un impuesto transfronterizo, que iban a haber redadas, que denunciaría el Tratado de Libre Comercio, y al día de hoy muchas amenazas de esas se han venido conjurando (…).

“Las cosas están terribles en muchos sentidos y hoy quien está escuchando vive en la zozobra de un gobierno que es capaz de calificar a los migrantes de animales; pero vale la pena recordar las amenazas del año pasado (…) Juzgado por los resultados, (Enrique Peña Nieto) no (se equivocó).

Jaime Rodríguez Calderón criticó que “solo veneno” sale de la boca de Donald Trump y que nadie del gobierno mexicano ha defendido al país, por lo que se debe voltear a otros espacios en el mundo para tener actividades de comercio y bajar la dependencia de México con Estados Unidos. Incluso, propuso nacionalizar bancos con capital norteamericano si siguen los ataques.

“¿Estaría dispuesto a expropiar un banco?”, se le cuestionó.

“Banamex, claro, si los gringos siguen con esa dureza. Tenemos que regresarle a México muchas cosas y no entregarnos; tenemos que destetarnos, y hablar de igual a igual”, respondió “El Bronco”.

Los candidatos hablaron también sobre la posibilidad de aumentar el salario para hacer más competitivo al país, las soluciones al problema del tráfico de drogas y a la inseguridad y aprovecharon también para lanzarse algunos ataques.

‘Voy a cuidar mi cartera’

No todo se trató de ideas y propuestas de gobierno; los candidatos presidenciales también aprovecharon para lanzarse ataques y cuestionamientos.

López Obrador mostró y abrazó su cartera cuando Ricardo Anaya se le acercó de frente para cuestionarlo.
“Voy a cuidar mi cartera”, dijo, mostrándola en el momento en que Anaya le lanzaba un ataque.

Anaya lo culpó de tener un alto índice de desempleo y baja inversión en la Ciudad de México cuando fue Jefe de Gobierno; le echó en cara también la intención de hacer un tren del Istmo de Tehuantepec a Coatzacoalcos, obra que ya existe.

“El problema no es la edad, el problema es que las ideas son viejas”, lanzó Anaya.

López Obrador acusó que tanto Anaya como Meade pertenecen a “la mafia del poder”; Meade pidió no ser metido “en la misma canasta” con Anaya.

José Antonio Meade llamó cínico a Ricardo Anaya por pretender ir a “pontificar” al debate sobre el tema migrante cuando de ese asunto solo se conoce la vida en Atlanta —porque los hijos de Anaya vivían ahí—; Anaya respondió que se trata de una mentira.

López Obrador sumó al tema de la vida de Anaya y su familia en Atlanta y lo llamó “Ricky Piquín Canallín”, cuando el panista le reclamó que si era nacionalista por qué uno de sus hijos estudió en España.

Meade también cuestionó a López Obrador sobre el origen de sus ingresos y lo llamó un “empresario político”, pues acusó que vive de un partido que administran sus hijos.

López Obrador refirió que sus adversarios están desesperados porque todas las encuestas lo muestran como claro puntero y aseguró que les va a ganar “aunque se junten”.

Formato innovador

En este segundo debate, los presidenciables pudieron responder a las preguntas hechas por el público que estuvo presente en el debate, en un ejercicio que fue inédito en la historia de los debates presidenciales en el país.

Los políticos también pudieron moverse de los espacios que tuvieron asignados y caminar por el espacio del debate, para acercarse al público o a sus adversarios; además, los candidatos pudieron intervenir por momentos en que los otros hablaban.

Se trató de un formato innovador que permitió mayor interacción entre los candidatos y con los electores, por lo que el diálogo fue más fluido y se permitió dar seguimiento a los temas planteados por los ciudadanos y los moderadores.

Sin embargo, el ajuste de último momento en los tiempos por la renuncia de Margarita Zavala a su candidatura provocó que los espacios tuvieran que ser llenados con intervenciones más largas de Yuriria Sierra y de León Krauze, los dos moderadores.

El tercer y último debate se realizará el 12 de junio en la ciudad de Mérida, Yucatán.