No hay imagen disponible

‘Que nos roben, pero que no nos golpeen’

El aumento de robos con uso de violencia se ha desatado en la zona Centro del municipio de Guadalajara. El pasado jueves 25 de julio se grabó el asalto a un hombre que salió de un banco, en Américas y Colomos, que fue agredido y golpeado en repetidas ocasiones por el asaltante.

Según las más recientes estadísticas del portal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Guadalajara, se registraron de enero a abril de este año 208 robos en la zona Centro, siendo los robos a vehículos, negocios y personas los que más se registran.

"Fue un día, a plena luz del día (…) mi empleada estaba en la puerta y la estaban apuntando, si hubiera disparado, mata a mi empleada”
Locataria de la colonia Americana
"La impunidad que existe es un factor que permite se dé este tipo de delincuentes, porque ellos saben que es muy difícil que los atrapen”
Arturo VillarrealAcadémico
https://www.youtube.com/watch?v=T7m5uivKbSk

El aumento de robos con uso de violencia se ha desatado en la zona Centro del municipio de Guadalajara. El pasado jueves 25 de julio se grabó el asalto a un hombre que salió de un banco, en Américas y Colomos, que fue agredido y golpeado en repetidas ocasiones por el asaltante.

Según las más recientes estadísticas del portal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Guadalajara, se registraron de enero a abril de este año 208 robos en la zona Centro, siendo los robos a vehículos, negocios y personas los que más se registran.

Para el académico de la Universidad de Guadalajara del departamento de Derecho Penal, Arturo Villareal, el robo con violencia es menor que el robo sin violencia, según las estadísticas de los últimos meses, pero llama más la atención el violento porque tiene mayor impacto social.

Los asaltos en la zona Chapultepec no son un fenómeno reciente, sin embargo durante los últimos seis meses, según versiones de algunos vecinos, se ha incrementado el uso de la violencia en los asaltos.

Para una locataria y vecina de la colonia Americana, la cual prefirió guardar el anonimato por motivos de seguridad, los tiempos han cambiado mucho; ella nació ahí y aunque los robos siempre han estado, los últimos seis meses han sido más violentos.

“Que nos roben, pero que no nos golpeen”, añade tras narrar cómo fue amenazada por dos hombres armados que al intentar robar un automóvil, forcejearon con una mujer y la amenazaron a ella y una de sus empleadas.

“Fue un día, a plena luz del día; la secretaria de al lado iba a mover el automóvil de su jefe y de repente dos hombres se le acercaron, mi empleada estaba en la puerta y la estaban apuntando, si hubiera disparado, me mata a mi empleada”, refiere la locataria consultada. 

Dice que los policías han sido respetuosos y le parece que han hecho un buen trabajo, sin embargo el temor los sigue recluyendo en sus hogares. “Yo a las siete ya estoy encerrada en mi casa, si tengo que salir lo hago, pero tenemos miedo”.

A pesar de que la zona del Mercado Juárez –donde la referida locataria tiene su negocio- es muy concurrida durante el día, después de las tres de la tarde se encuentra desolada, hay poca gente. 

Para Natalia, una vecina y comerciante de la colonia Americana, al igual que otros habitantes de la zona, la violencia va en aumento en los últimos meses. Dice que siempre ha habido asaltos, pero el uso de la violencia en los mismos ha sido utilizado con mayor frecuencia. 

“La semana pasado hubo un secuestro, entonces ya está habiendo secuestros, ya está habiendo violaciones, va en aumento la violencia”.

Natalia narra un asalto en su tienda de ropa y estética, en la que ella no estuvo presente , pero fue enterada de los hechos al instante de que ocurrieron. Según las declaraciones de sus empleadas, el asalto se perpetró el 2 de septiembre de 2012.

Ese día, según cuenta Natalia, se llevó a cabo un evento en el corredor Chapultepec al que ella asistió y en el que la Policía de Guadalajara estuvo concentrada, dejando a la colonia sin seguridad.

“Los chicos entraron, aproximadamente tendrían entre 23 a 26 años, entra un primer chico, vestido… no de clase baja, no se veía de clase baja, se veía como de clase media, normal, no aparentaba ser un ratero, con ropa de marca, zapatos de marca, eso era muy importante, porque entra a la estética y pregunta por una cera para el cabello”, cuenta Natalia.

Continua la narración mencionando que la empleada negó la cera, pero el sujeto miró los productos y salió del negocio, menciona que en ese momento los sujetos estaban en la puerta (antes las puertas estaban abiertas), entonces regresaron y volvieron a preguntar por la cera, en ese momento sacaron pistolas para amenazar a las seis personas que estaban en el lugar.

“Los metieron a la cocina, con agresiones verbales, saquearon ropa, tuvieron el cinismo de escoger ropa, no se llevaron dinero”, apunta, “se nos hizo súper raro porque un ratero roba todo y principalmente el dinero”.

Aunque se denunció a las autoridades el hecho, no hubo un seguimiento del mismo y se dejó truncada la inexistente averiguación, según lo dicho por Natalia. Al preguntarle sobre la calificación a la actuación de la policía, dice no ver que estén trabajando en el problema.

“Sí ha habido juntas con los comandantes, sí ha habido juntas con los policías y todo eso, pero sigue pasando (los robos), entonces, si sigue pasando, no están haciendo bien su trabajo” sentencia.

De acuerdo a lo dicho por el académico especialista en seguridad, Arturo Villareal, a los delincuentes no los detiene la amenaza de pena, lo que los detiene es la certeza de que habrá una pena. Si de 10, nueve van a ser atrapados, eso puede provocar un desistimiento; y añade que lo que realmente disuade es la efectividad del sistema y no las amenazas.

“La impunidad que existe es un factor que permite se dé este tipo de delincuentes porque ellos saben que es muy difícil que los atrapen”, apuntó Villarreal. 

Aunado a la impunidad del sistema judicial del estado, según estadísticas de la Sexta Encuesta Nacional sobre Inseguridad publicada en 2011 por el Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad, en Guadalajara no se denuncian más del 90 por ciento de los delitos. 

Según la Encuesta de Violencia y Percepción de la Inseguridad presentada en 2012 por el INEGI, el 26 por ciento de los jaliscienses se siente en condición víctima de la inseguridad.

Para los vecinos el aumento en el uso de la violencia se percibe en la realidad: los secuestros exprés para el robo de un auto o el uso de armas para un asalto, los han puesto en alerta para exigir a las autoridades que se hagan revisiones de fondo.

Para Villareal, las cuestiones en las que se deben sentar las bases de posibles soluciones deben de ser no reactivas sino preventivas y productos de programas específicos.

Aunque añade que deben atacar a los delitos de alto impacto como son: secuestro, homicidio relacionado al crimen organizado, lesión dolosa con arma blanca, extorsiones, robos a peatón con y sin violencia, y robos a vehículos; también se requiere una reforma al sistema de persecución de los delitos.

Reunión del alcalde con los vecinos 

El alcalde de Guadalajara, Ramiro Hernández, en compañía del secretario de Seguridad Ciudadana, Carlos Mercado, y del secretario de Desarrollo Social, Pedro de Alba, realizó el pasado jueves una primera reunión con los vecinos de la Americana y colonias aledañas afeectadas por el aumento de los robos y el uso de la violencia en los mismos. 

En la reunión los convocantes dieron lectura a una carta que fue entregada y firmada por el alcalde.

La convocatoria para asistir al evento estuvo abierta al público y fue difundida vía Facebook por el grupo de Amigos Vigilantes de la Zona de Chapultepec, un grupo de vecinos y ciudadanos organizados por medio de las redes desde el 2010.

En la carta abierta entregada a Ramiro Hernández, se le pidió la atención de las autoridades en tres rubros: seguridad, servicios municipales y espacios públicos.

Las acciones del trabajo colectivo de vecinos han logrado la instalación de tres casetas de vigilancia, sin embargo, afirma la carta, dicha acción no ha sido suficiente.

En cuanto al trabajo realizado por el grupo activista, se han pegado carteles y calcomanías en las casas y negocios, se han entregado silbatos para la detección de delitos y además se han reunido con el comandante encargado de la zona.

“El uso de las redes sociales, de los teléfonos inteligentes, han impactado en la vida colectiva, y esos instrumentos se han convertido en herramientas de denuncia ciudadana sobre hechos indebidos”, señaló al respecto el doctor en derecho, Arturo Villareal.

Para el académico todo esto ha cambiado la forma de denuncia desde el momento en que un ciudadano graba un acto delictivo y eso impacta en políticas públicas.

“Tenemos una participación ciudadana importante”, apuntó Villarreal. 

El académico indicó que los ciudadanos no están obligados a realizar “actos heroicos”, y menciona que los únicos obligados son a quienes se les paga por hacerlo, como lo es la policía municipal. 

“Pero finalmente hubo un ciudadano que tomó el riesgo, y fue el riesgo de tomar ese video y gracias a él hemos detonado este punto”.

El uso de plataformas de redes sociales refleja el nivel de hastío en el que están inmersos los vecinos de las colonias de la zona Chapultepec.

Ahora, gracias a la participación ciudadana, denuncias vía Facebook y ante las autoridades, se lograron concretar mesas de diálogo con el alcalde de Guadalajara, el cual dijo estará al pendiente del problema. 

Te puede interesar