El primer elemento de la ciudadanía digital que debe ser cumplido, para menores y mayores de edad, es la igualdad de acceso. Foto: Especial

Por la ciudadanía digital de niños y adolescentes en México

A pesar de que las expresiones de ciudadanía se encuentran presentes en el mundo digital, la brecha de acceso a la tecnología y el internet no permiten que las niñas, niños y adolescentes ejerzan sus derechos digitales

Organizaciones de la sociedad civil impulsan que las niñas, niños y adolescentes puedan ejercer su ciudadanía digital sin importar su condición socioeconómica, origen étnico, género, capacidades o el aislamiento geográfico.

A pesar de que los jóvenes de 15 a 24 años de edad son el grupo más conectado en el mundo, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, pues el 71 por ciento están en línea en comparación con el 48 por ciento de la población total, los derechos digitales aún no son una realidad para todos los menores de edad.

El primer elemento de la ciudadanía digital que debe ser cumplido, para menores y mayores de edad, es la igualdad de acceso a este mundo. Otros de estos derechos necesarios para ejercer la ciudadanía digital son el acceso a la alfabetización, comunicación, a las leyes que regulen el mundo digital, a la salud y la seguridad digital.

La promoción de la ciudadanía digital, el empoderamiento y la participación protagónica de niñas, niños y adolescentes, y que se propicie un diálogo intergeneracional, permitirá que se compartan experiencias, saberes y modelos para lograr la participación protagónica de la niñez y la juventud en temas trascendentes para este sector de la población.

La importancia de la ciudadanía digital

Durante la reunión del Consorcio para el empoderamiento y la participación de niños y jóvenes; conformado por Dynamo International- Street Workers Network, Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe, Defense for Children International, Norberto Lwiski, exvicepresidente del Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, destacó que la pandemia de COVID-19 hizo evidente la brecha respecto al acceso de los niños y adolescentes en edad escolar a recursos tecnológicos para continuar con sus estudios.

Solo el 36 por ciento de los menores escolarizados pudieron continuar sus estudios con apoyo tecnológico, lo que colocó en una evidente desventaja a los demás estudiantes, quienes no contaban con dispositivos ni servicio de internet para continuar tomando clases a distancia.

Por su parte, Juan Martín Pérez García, coordinador regional de la organización  Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe, explicó la importancia de que los niños y jóvenes ejerzan su ciudadanía digital.

“Formal y legalmente existen mecanismos en el ámbito digital que son una extensión de la vida cotidiana. Prácticamente todas y todos ahora tenemos una expresión de nuestra ciudadanía en el mundo digital, por ejemplo, el voto electrónico, trámites de gobierno vía digital, e incluso  justicia digital.

“La pandemia permitió que muchas de las audiencias y procesos se realizaran en el mundo digital, por ello, nuestra ciudadanía digital es una realidad, sin embargo, todavía tenemos dificultades para su reconocimiento legal pleno, para crear la cultura que permita la  alfabetización digital. Quizás actualmente el mayor desafío es garantizar la conectividad”, afirmó Juan Martín.

El Consorcio para el empoderamiento y la participación de niños y jóvenes que reúne a 82 organizaciones en 57 países, realizó encuentros regionales virtuales en África, Europa, Asia y América Latina. En dichas reuniones los temas a través de tres divisiones: desafíos regionales, experiencias nacionales y comunitarias y voces protagonistas de niñas, niños y personas jóvenes.

Gautier Mignot, embajador jefe de la Delegación de la Unión Europea, mencionó que la tecnología digital puede cambiar la situación de los niños que se han quedado atrás, debido a sus condiciones socioeconómicas, origen étnicogénero, discapacidades o por el aislamiento geográfico, pues podría conectarlos a una serie de oportunidades y dotarlos de aptitudes necesarias para navegar por el mundo digital.

En esta visión coincide Juan Martín Pérez, quien considera que el acceso al mundo digital por parte de niños y jóvenes es parte de los derechos humanos de este grupo poblacional.

“Cuando nos referimos a niñas, niños y adolescentes, en el marco de la ciudadanía digital, nos estamos refiriendo a que son parte de sus derechos humanos y que primero deben ser reconocidos como los principales usuarios del mundo digital a nivel global. En el caso mexicano muy evidente, pues el 78 por ciento de las niñas, niños y personas jóvenes están conectados, en comparación con el 50-60 por ciento de los adultos, entonces claramente ellos tienen más vida digital que los adultos.

“En este momento los menores de edad no cuentan con el reconocimiento, no solamente de su fuerte presencia en medios digitales, sino para que su voz y el acceso a información sean reconocidas plenamente por las autoridades, a diferencia de los adultos que sí cuentan con la posibilidad de hacer trámites o participar en procesos importantes en el mundo digital, mientras que los niños y niñas no tienen prácticamente ningún mecanismo institucional para garantizar su participación digital y su derecho a realizar acciones digitales. Se trata de un gran problema global”, aseguró el coordinador regional de Tejiendo Redes Infancia.

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