Orgullo de Cerralvo, NL

Roberto González Barrera no pudo elegir mejor día para volver a su natal Cerralvo. El hombre de negocios como Grupo Maseca y Banorte fue recibido en un homenaje póstumo en la llamada “cuna de Nuevo León”, el día que hubiera cumplido 82 años.

La cita fue en el paraje El Sabinal del mencionado municipio, a dos horas de la capital de Nuevo León.

Entradas las 11 de la mañana, los invitados fueron ocupando los lugares asignados antes del inicio de la ceremonia en memoria del también llamado “Don Maseco”.

“Nació en Cerralvo y creció por todo el mundo”, dijo el maestro Jorge Salinas de la Esc. Sec. Núm. 1 Eusebio de la Cueva

Roberto González Barrera no pudo elegir mejor día para volver a su natal Cerralvo. El hombre de negocios como Grupo Maseca y Banorte fue recibido en un homenaje póstumo en la llamada “cuna de Nuevo León”, el día que hubiera cumplido 82 años.

La cita fue en el paraje El Sabinal del mencionado municipio, a dos horas de la capital de Nuevo León.

Entradas las 11 de la mañana, los invitados fueron ocupando los lugares asignados antes del inicio de la ceremonia en memoria del también llamado “Don Maseco”.

Al evento acudieron entre otras personalidades: el empresario Alfonso Romo, hijos y nietos de Roberto González, el rector de la UANL, Jesús Ancer, y Rodrigo Medina , el gobernador del estado de Nuevo León acompañado del vocero de seguridad, Jorge Domene Zambrano.

En el lugar ya los esperaban habitantes de la comunidad de Cerralvo en conjunto con alumnos de diferentes niveles educativos, muchos de ellos beneficiados por el Patronato Cerralvo, fundado por el mismo empresario.

A la llegada de la hija de González Barrera, Bertha González, un grupo de niños le hizo entrega de un ramo de rosas blancas.

La ocasión incluyó videos que sintetizaron la infancia del empresario, el legado que recibió de sus padres y su largo historial en los negocios.

El maestro Jorge Salinas de la Esc. Sec. Núm. 1 Eusebio de la Cueva, entonó un emotivo discurso que incluyó una de las frases más memorables del día: “Nació en Cerralvo y creció por todo el mundo”.

Al final, los presentes llegaron a la conclusión de que Roberto González Barrera fue tan buen empresario, que probablemente ya debió haber llegado a un arreglo para también vender tortillas en el cielo.