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Obras más caras y tardías

Los sobrecostos millonarios y los retrasos en la ejecución de la obra pública en Jalisco no son cosa del pasado, por el contrario, los archivos del Gobierno del Estado muestran que estas prácticas que caracterizaron a las gestiones panistas persisten hoy bajo las riendas del PRI. 

Durante los años 2013 y 2014 –los primeros de este gobierno-, la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública (SIOP) registró incrementos por 125 millones 319 mil 199 pesos sobre los valores originales de 16 de sus proyectos desarrollados. 

En una decena de obras, además, fueron usados convenios modificatorios para autorizar prórrogas o aplazamientos a la finalización de su ejecución
Estos incrementos fueron autorizados a través de convenios adicionales para los mismos contratistas que ya estaban a cargo de esas obras públicas
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Los sobrecostos millonarios y los retrasos en la ejecución de la obra pública en Jalisco no son cosa del pasado, por el contrario, los archivos del Gobierno del Estado muestran que estas prácticas que caracterizaron a las gestiones panistas persisten hoy bajo las riendas del PRI. 

Durante los años 2013 y 2014 –los primeros de este gobierno-, la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública (SIOP) registró incrementos por 125 millones 319 mil 199 pesos sobre los valores originales de 16 de sus proyectos desarrollados. 

Estos incrementos fueron autorizados a través de convenios adicionales para los mismos contratistas que ya estaban a cargo de esas obras públicas, por lo que terminaron significándoles mayores ingresos a los fijados en sus contratos originales. 

Las obras en cuestión debieron haberle costado a los jaliscienses 641 millones 442 mil 445 pesos si se hubieran ajustado a los costos determinados en un inicio, finalmente, la inversión total que requirieron fue de 766 millones 761 mil 644 pesos: una quinta parte más a lo anunciado. 

En una decena de obras, además, fueron usados convenios modificatorios para autorizar prórrogas o aplazamientos a la finalización de su ejecución, de acuerdo con los archivos de esa dependencia del Gobierno estatal. 

La obra con el aumento en su costo más importante fue la construcción del Tramo V y nodo del Periférico, segunda etapa, en Tonalá (de la Autopista México-Guadalajara a Colimilla). Ese contrato había sido asignado por 96 millones 815 mil 891 pesos, pero su inversión final se elevó hasta los 155 millones de pesos. 

De esta manera, el valor del proyecto terminó siendo un 60 por ciento más alto sobre lo previsto por la SIOP, pues se le tuvieron que dirigir 58 millones 184 mil 108 pesos adicionales. El contratista fue Construcciones y Urbanizaciones de Torreón. 

La segunda obra con el mayor sobrecosto fue la construcción del nodo vial en la confluencia de la Avenida Alcalde y Periférico, primera etapa, en el municipio de Zapopan, al Norte del Área Metropolitana de Guadalajara. 

Este proyecto tuvo un aumento en su valor por 9 millones 709 mil 838 pesos, a cargo de la constructora Grupo  T y P  de Jalisco. Originalmente se planeó con un costo de 95 millones 290 mil 161 pesos, pero terminó absorbiendo 105 millones de pesos del presupuesto, esto es, un 10 por ciento más. 

El tercer caso con la diferencia más grande es la edificación del nodo vial en el cruce de Ramón Corona y Avenida López Mateos, en Tlajomulco de Zúñiga –parte de la metrópoli-, en la localidad de San Agustín–Lomas de Santa Anita. 

Esa obra registró un alza del 10 por ciento por arriba de lo fijado en un inicio. Su inversión debía de ascender a 90 millones 732 mil 428 pesos, pero su valor final cerró en 100 millones de pesos, así que tuvo un aumento no previsto de 9 millones 267 mil 571 pesos. 

Diezmo y tradición

En la gestión del exgobernador panista Emilio González en Jalisco (2007-2013), uno de los proyectos que presentó los mayores sobrecostos, muy por arriba de lo planeado, fue el puente atirantado “Matute Remus”, sobre la avenida Lázaro Cárdenas, en Guadalajara.

Éste se anunció a la sociedad con una inversión de entre 250 y 300 millones de pesos, sin embargo, terminó costando prácticamente el doble: 500 millones –hay estimaciones de 550 millones de pesos-.

Entre las promesas con la alternancia del PRI estuvo la de mantener sin variación los costos de las obras y sus fechas de entrega. 

Hoy en día sigue esta problemática, así como los señalamientos de cobros de “moche” o diezmos por la obtención de contratos.  

El gobernador Aristóteles Sandoval se pronunció al respecto el 27 de marzo pasado, en el Encuentro de la Unidad Obrero Empresarial, donde habló incluso de buscar ahorros en las obras, contrario a lo que dicen sus números: 

“Hemos firmado un acuerdo con una agencia de Naciones Unidas para que sea quien licite y transparente todas las compras que hace el Gobierno del Estado. 

“Y vamos a llegar hasta la obra pública para que no exista ningún desvío, para que no exista ningún tráfico de influencias, para que no exista ningún moche, para que no exista corrupción, impunidad; que sean los mejores que den el mejor precio y que el ahorro que se tenga se pueda orientar e impulsar la educación, porque en la educación está la solución a nuestros problemas”, dijo el ejecutivo estatal.

Ya van tarde

Una decena de obras a cargo de la SIOP, de Roberto Dávalos, no terminaron dentro de los plazos previstos, así que tuvieron que recurrir a convenios modificatorios para posponer las fechas de entrega. 

El retraso más importante se dio en la construcción del parque lineal en Avenida Normalistas, en Guadalajara, primera etapa, que debía terminar el 6 de febrero de 2014, pero sufrió tres aplazamientos. 

El primero pospuso su entrega para el 14 de diciembre de 2014, el segundo para el 13 de enero de 2015, y el tercero para el 31 de marzo de 2015. La obra debía tomar sólo dos meses (inició el 9 de diciembre de 2013), pero se prolongó por más de un año. 

El segundo mayor retraso es la rehabilitación del Parque Metropolitano, primera etapa, en Zapopan, se planeó para iniciar el 25 de octubre de 2013 y concluir el 27 de febrero de 2014, casi cuatro meses de ejecución. 

Empero, sufrió dos aplazamientos, el primero fijó la nueva fecha de término el 6 de noviembre de 2014, y el segundo el 6 de marzo de 2015, es decir, se prolongó poco más de un año allende a lo planeado.  

Otros dos espacios públicos en recuperación tuvieron retrasos de casi 10 meses: el Parque Agua Azul, primera etapa, uno de los más tradicionales de Guadalajara, y el Parque Montenegro, primera etapa, en El Salto. 

El primero debía estar listo el 27 de febrero de 2014 y pasó al 15 de diciembre de 2014; y el segundo debía estarlo el 5 de marzo de 2014, pero concluyó hasta el 14 de diciembre de 2014.