Se espera una agenda en favor de las mujeres y de las poblaciones vulneradas con el nombramiento de Norma Piña como ministra presidenta de la Suprema Corte. Foto: Especial

Norma Lucía Piña, la ministra que rompió el techo de cristal en la SCJN

Con la ministra Norma Piña al frente de la Suprema Corte se vislumbra una era en la que el Poder Judicial será contrapeso al presidente

Tuvieron que pasar casi 200 años para que una mujer llegara a la presidencia del máximo tribunal del país, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Después de días de polémica e incertidumbre, la ministra Norma Lucía Piña Hernández “rompió el techo de cristal” e inició una segunda etapa de renovación de la SCJN. La encomienda es simple: todos los derechos para todas las personas.

Piña Hernández llegó a la Suprema Corte el 10 de diciembre del 2015 gracias a la reforma para garantizar la paridad en el Poder Judicial y a los pocos días comenzó a defender los Derechos Humanos, el medio ambiente, el aborto legal, los derechos de la comunidad LBTTTIQ+, votó a favor de la regularización de la mariguana y en contra de la militarización.

Su perfil es incluso más progresista que el de Arturo Zaldívar, su compañero que comenzó a renovar el Poder Judicial, quitar candados, abrir puertas y poner en el centro de la agenda del Poder Judicial de la Federación a las mujeres y la paridad de género.

Después de décadas de que la Corte estuvo “secuestrada” por hombres, es congruente y necesario que llegue a la presidencia una mujer con un perfil como el de la ministra Piña Hernández.

“Es un día histórico para nuestro país. Por primera vez una mujer ocupa la presidencia de la SCJN y el CJF. Felicito a mi querida amiga la ministra Norma Piña por haber roto uno de los más altos techos de cristal. Le deseo el mayor de los éxitos”, escribió Zaldívar en su cuenta de Twitter.

Complicaciones y venganza

Previo a la elección, la nueva ministra presidenta manifestó que lo más difícil del proceso de selección sería convencer a los ministros varones de votar por una mujer.

Esta preocupación se materializó y se tradujo en tres rondas de votaciones, hasta que finalmente Lucía Piña consiguió seis votos y derrotó al ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.

Fuentes cercanas a la Suprema Corte señalaron que el voto de la victoria fue un “voto de venganza” de la ministra Yasmín Esquivel contra Gutiérrez Ortiz Mena por orquestar la campaña de descrédito por su presunta tesis plagiada.

Después de tres votaciones y una presunta traición, la ministra Piña consiguió romper el techo de cristal, hacer historia y convertirse en la primera mujer presidenta de la Suprema Corte y del Consejo de la Judicatura Federal.

‘Me siento fuerte’

En su primer mensaje como presidenta del máximo tribunal se comprometió a representar a las mujeres del país y trabajar por una sociedad más justa, igualitaria y sin violencia.

“Los represento a ustedes ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consejeras y consejeros de la Judicatura Federal, al mismo tiempo al ser la primera mujer preside este máximo tribunal represento también a las mujeres (…) Me siento fuerte porque sé que estamos todas aquí. Nos colocamos por primera vez en el centro de la herradura de este Tribunal demostrando y demostrándonos que sí podemos.

“Reconozco la importante determinación de este tribunal pleno de romper lo que parecía un inaccesible techo de cristal. Me siento acompañada, respaldada, acuerpada por todas ellas, me siento muy fuerte, porque sé que estamos todas aquí”, señaló la ministra.

Me siento fuerte porque sé que estamos todas aquí. Nos colocamos por primera vez en el centro de la herradura de este Tribunal demostrando y demostrándonos que sí podemos
Norma PiñaMinistra presidenta

Además, dijo que representará al Poder Judicial con convicción y entrega como lo ha hecho en los 34 años de su carrera.

“Hoy me dirijo a ustedes, honrada, comprometida, responsabilizada, jurídica y moralmente a representarlos, a representar al Poder Judicial de la Federación con convicción y entrega, con pasión y honestidad como lo he intentado hacer los últimos 34 años de mi vida al interior de esta gran institución a la que tanto le debo y que tanto quiero”, agregó.

Contrapeso a AMLO

A diferencia de su compañera Yazmín Esquivel, dentro de la Suprema Corte, Norma Piña es identificada como el principal contrapeso a la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.

La ministra votó en contra de la Reforma a la Industria Eléctrica, el padrón telefónico de la militarización y a favor del uso recreativo de la mariguana, de la eliminación de la prisión preventiva oficiosa y de la despenalización del aborto en Coahuila.

En su proyecto a la presidencia, la ministra Piña se comprometió a consolidar la Unidad General de Igualdad de Género para que sea fuente de conocimiento especializado y asesore las ponencias, renovar las bases de datos y la información estadística para que haya más transparencia en el órgano y a crear un micrositio para visualizar la tramitación de asuntos procesales.

La nueva ministra presidenta también se comprometió a crear unidades especializadas de Derechos Humanos para atender a pueblos y comunidades indígenas y personas afromexicanas.

En su primer mensaje como presidenta del máximo tribunal, Piña se comprometió a representar a las mujeres del país.

Defiende tesis hasta el final

A pesar de que en la recta final de la elección del nuevo ministro presidente de la Suprema Corte, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México exoneró a la ministra Yasmín Esquivel de plagio, no le alcanzaron los votos.

Hasta el último momento, Esquivel Mossa defendió su tesis a pesar de que la Universidad Nacional Autónoma de México declaró que el trabajo original era el del abogado Édgar Ulises Báez Gutiérrez.

“La tesis es de mi autoría y el tema lo concebí mientras estudiaba y trabajaba en el servicio público, hay quienes quisieron debilitar a esa institución”, insistió Esquivel el día de ayer.