Muestran desigualdades de población afrodescendiente

Mujeres afromexicanas demandan más y mejor atención del Estado al destacar que en los municipios donde sus comunidades tienen mayor presencia hay menor acceso a la educación y al trabajo remunerado
Karina Vargas Karina Vargas Publicado el
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Por primera vez en la historia, en 2020 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) contabilizó a la población afrodescendiente en México, lo que marcó un parteaguas en la inclusión y reconocimiento de más de dos millones de personas.

Sin embargo, organizaciones de la sociedad civil acusan que la información compartida por el organismo federal no revela datos precisos debido a la falta de cifras desagregadas por localidad o municipio.

Lo anterior, impacta en el desarrollo e implementación de estrategias eficientes por parte de los tres niveles de Gobierno para erradicar o disminuir las desigualdades que existen entre la población en general y las comunidades afrodescendientes, particularmente en el acceso a la educación y al trabajo remunerado.

Los resultados del Encuentro Nacional de Mujeres Afromexicanas 2022, convocado por la colectiva de Mujeres Afromexicanas en Movimiento (MUAFRO) y el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ILSB), apuntan a que dichas problemáticas se deben a un racismo estructural, institucional y sistémico que prevalece en el país.

Estos factores, según las organizaciones, generan también inseguridad alimentaria, falta de acceso a agua potable y motivan la emigración de sus poblaciones, impactando particularmente a las mujeres.

Invisibilidad estadística

El informe “Desigualdad territorializada, afromexicanas en el Censo 2020”, en el que se analizaron y compararon los datos del INEGI con las cifras desagregadas de los municipios que tienen más del 40 por ciento de población afromexicana, destaca que el periodo de levantamiento de la información (2 al 27 de marzo) se vio afectado por el contexto de la pandemia.

El 27 de febrero de 2020 se registró el primer caso de COVID-19 en México y el 16 de marzo se decretó el inicio de la cuarentena como medida sanitaria ante la declaratoria de emergencia mundial.

El texto agrega que hubo denuncias que indicaron que no en todo el territorio nacional se realizó la pregunta “Por sus antepasados y de acuerdo con sus costumbres y tradiciones, ¿se considera afromexicano(a), negro(a) o afrodescendiente?” durante el censo.

“En enero de 2021 el INEGI realizó la presentación de resultados sobre la población afromexicana; en estos se estableció una media nacional afrodescendiente que en muchos parámetros se encuentra en mejores condiciones que la media nacional general.

“Estos resultados contrastan significativamente con la realidad que se vive en los territorios de la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca, y es una muestra de cómo opera el racismo estructural que, a la par de una invisibilidad histórica, ejerce una invisibilidad estadística”, detalla el documento.

Por ejemplo, mientras la media nacional del INEGI contabilizó un 5.3 por ciento de analfabetismo en la población afrodescendiente, en los municipios con 40 a 70 por ciento de afromexicanos existe un 12.3 por ciento de hombres y 15 por ciento de mujeres analfabetas; y en los lugares con más del 70 por ciento de población afromexicana, la cifra aumenta a 16.6 por ciento en hombres y 19.6 por ciento en mujeres.

En el caso de la inseguridad alimentaria, la media nacional indica que 9.2 por ciento de la comunidad afrodescendiente vive con este problema, pero en los municipios con 40 a 70 por ciento de población afro es del 18 por ciento; y en donde hay más del 70 por ciento, los datos ascienden al 30.5 por ciento.

Hay demandas, falta compromiso con población afrodescendiente

Rosa María Hernández, cocoordinadora de MUAFRO en Oaxaca, el segundo estado con más personas afrodescendientes y en donde se ubica el municipio de San Juan Bautista Lo de Soto, donde el 95.7 por ciento de su población se adscribe como afromexicana, negra o afrodescendiente, advierte que las autoridades encargadas de generar mejores condiciones para las comunidades negras no muestran compromiso.

“Nada más decían que llevaban un avance en sus instituciones, pero no vimos y nos dimos cuenta que no se comprometieron a entregarles nuestra agenda antirracista”, expresa en entrevista con Reporte Índigo al hacer referencia del encuentro que se llevó a cabo a finales de octubre pasado y en el que participaron mujeres afromexicanas de 12 estados de la República.

Explica que, pese a esto, esperan que haya un cambio en el transcurso del tiempo para que puedan erradicarse las desigualdades que se viven principalmente en la Costa Chica de Guerrero y en Oaxaca.

“Aquí hacemos la lucha para que las comunidades puedan tener algo para sobrevivir mejor, pero es más por las organizaciones que existen que por las instituciones gubernamentales”, comenta.

Entre las demandas que MUAFRO, el ILSB y otras colectivas exigen al Estado mexicano, resalta el generar instancias garantes y políticas públicas focalizadas para atender las problemáticas de desigualdad y particularidades de la población afrodescendiente, encabezadas e integradas por personas afro bajo el principio de paridad, antirracismo e interculturalidad.

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