Michoacanos se entregan al Papa

Con euforia y algarabía, el pueblo de Michoacán se entregó al Papa Francisco. Al grito de “¡Francisco, Hermano, ya eres Michoacano!”, cientos de miles de personas arroparon la presencia del Sumo Pontífice que llegó puntal a la cita.

No decepcionó a nadie de los que lo esperaban en el aeropuerto de la ciudad de Morelia. Lanzó bendiciones al por mayor. Descendió del avión y afectuoso recibió los saludos del gobernador Silvano Aureoles Conejo.

Con la mano en lo alto se entregó a los miles que lo ovacionaban desde las vallas de seguridad.

De acuerdo al protocolo, caminó desde la escalinata del avión para dirigirse al helicóptero oficial. En el trayecto lanzó bendiciones a los peregrinos que desde 8 horas antes ya lo esperaban.

Dispensó al gobernador una breve charla, en la que el ejecutivo estatal pudo darle la bienvenida y la pudo comentar algunos tópicos, entre ellos, la alegría que le causaba al pueblo de Michoacán su presencia.

Flanqueado también por el cardenal Alberto Suarez Inda, el Papa caminó despacio. Tocó por el brazo en tres ocasiones al gobernador, como provocándolo a la plática. El gobernador insistió en explicaciones, que luego se supo, le indicaban la cantidad de fieles que ya lo esperaban en los eventos públicos a realizar.

El trayecto del helicóptero, en el que se trasladó hasta la zona de la ciudad industrial fue de 23 minutos. Ya a bordo del papamóvil, Francisco saludo a más de 30 mil personas que a lo largo del recorrido de 7 kilómetros lo ovacionaron llenos de alegría.

En el viejo estadio Venustiano Carranza, el Papa inició el oficio de una misa con más de 30 mil sacerdotes y religiosas, bajo la mirada de la imagen de un cristo y de la imagen de la Virgen de la Salud, la santa patrona de Pátzcuaro, la que fue venerada desde la primera diócesis a cargo del obispo Tata Vasco.

La misa con religiosas y religiosos de todo el país fue otorgada a la memoria del obispo Caris Quintero Arce, obispo de Sonora que falleció la noche de ayer.