Siete de cada 10 asesinatos cometidos en el territorio nacional fueron perpetrados con arma de fuego. Foto: Especial

México registra una baja en homicidios, pero persisten las armas de fuego

El Inegi reportó que en los primeros seis meses de 2023 ocurrieron 15 mil 82 homicidios dolosos, un declive de 8 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, y la cifra más baja desde 2017

Las cifras oficiales sobre los homicidios en México presentan un panorama en el que por un lado hay una ligera propensión a la baja, pero por el otro las armas de fuego continúan como el artefacto principal de este delito. Es un paisaje en el que especialistas en Seguridad advierten que la percepción de los mexicanos de la inseguridad continúa como factor prevalente de su cotidianidad y aún no puede hablarse de un punto de inflexión.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer este martes 23 los asesinatos registrados durante el primer semestre de 2023 en todo el país con base en las Estadísticas de Defunciones Registradas (EDR). Los asesinatos bajaron 8 por ciento respecto al mismo periodo de 2022. Entre enero y junio del año pasado, fueron registradas 15 mil 82 muertes violentas. Se trata de una cifra preliminar, pero es la más baja desde 2017.

El descenso de las cifras del Inegi coincide con el del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad que para sus reportes utiliza los datos de las fiscalías estatales. El año pasado fueron cometidos 30 mil 523 asesinatos. El organismo registró una reducción de mil 431 respecto a 2022.

Para Juan Manuel Aguilar Antonio, investigador posdoctoral en el Centro de Investigaciones sobre América del Norte (Cisan) de la Universidad Nacional Autónoma de México, la data en disminución de los homicidios en México no está vinculada “a una real estrategia de combate a la delincuencia organizada”; tampoco a “políticas sociales efectivas para la reducción de delitos de alto impacto, como puede ser el homicidio, el secuestro, la extorsión, o robo a casa habitación”.

El investigador destaca que en este gobierno la oferta de programas sociales ha sido muy amplia y aun cuando todavía no puede medirse por completo su impacto, pueden relacionarse “con la hipótesis que (el presidente Andrés Manuel López Obrador) manejaba de por qué la población se va a la delincuencia organizada por la falta de oportunidades”.

Aguilar Antonio reconoce que los programas se vinculan más al ámbito político que al de seguridad; sin embargo, expresa: “No minimizaría el analizar que también pueden tener un impacto en ciertos contextos principalmente urbanos, principalmente de ciudades, los grandes puntos de las capitales, para ayudar a aminorar la promoción de las actividades ilícitas o la inserción de jóvenes en este tipo de actividades”.

En su conferencia “mañanera” del martes 23, el presidente Andrés Manuel López Obrador reaccionó con optimismo respecto al reporte del Inegi. “Desde que llegamos traemos un 20 por ciento menos (homicidios). Y en otros delitos, como secuestro, más del 70 por ciento …  La política que hemos llevado a la práctica ya está dando resultados. Volver a atender a los jóvenes, que no los atendían, combatir la pobreza, la corrupción … Todo eso lleva su tiempo, pero da fruto”. Entonces reconoció a las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina, así como a la Guardia Nacional.

Para Erubiel Tirado Cervantes, profesor del posgrado de Historia y coordinador del diplomado de Seguridad Nacional en la Universidad Iberoamericana, los asesinatos en México “han disminuido muy poco” y aún no puede referirse “una contención” del delito o “un punto de inflexión”. Ese, para el especialista, es un escenario en el que los ciudadanos perciben que la violencia está incorporada en sus vidas.

De EEUU, las armas de fuego usadas en México

De las 15 mil 82 homicidios registrados en el país, 10 mil 615 fueron perpetrados con arma de fuego. Es decir, siete de cada 10, reportó el Inegi. Tirado Cervantes, el investigador de la Iberoamericana, piensa que este dato debe propiciar un apego mayor a la legislación sobre armas de fuego y explosivos a nivel federal.

México enfrenta al respecto el ingreso de armas de otros países. Datos de la Secretaría de la Defensa Nacional indican que cada año llegan a México unas 200 mil armas de las cuales la mayoría proviene de Estados Unidos. En junio, la dependencia informó que había incautado 221 ametralladoras automáticas, 56 lanzagranadas y una docena de lanzacohetes de grupos delincuenciales.

El viernes 19 el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador le pidió al de Estados Unidos que investigara la entrada a territorio mexicano de armas “de uso exclusivo del Ejército estadounidense”, informó la canciller Alicia Bárcena Ibarra en la conferencia matutina del primer mandatario del lunes 22.

La utilización de armas de fuego plantea un desafío añadido a la incidencia de los homicidios en México para Aguilar Antonio, el investigador posdoctoral en el Cisan. “Las personas están tomando la parte de la decisión de tener un resguardo, tener la parte de un mecanismo de autodefensa o defensa,  en el ámbito personal, que pueden ser armas de fuego …  Acceder a un arma ilegal desde la parte de los Estados Unidos se ha hecho altamente fácil y viable. Ya ni siquiera es una actividad que representa dificultades”, expone.

Con todo, México se perfila a las elecciones federales de junio con una proclividad de la incidencia de homicidios a la baja. Se trata de la Seguridad, uno de los ámbitos que más preocupa a los mexicanos, según las encuestas del mismo Inegi.

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