¿Por qué México no ha tenido presidentas?

La cultura machista que abunda en el país y los estereotipos que se han formado socialmente han impedido que en México las mujeres puedan llegar a ocupar el máximo cargo de elección popular a diferencia de otros países de América Latina, donde la democracia lleva más años desarrollándose debido a las dictaduras que vivieron
Laura Islas Laura Islas Publicado el
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[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_cjqqbtpx” responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /] En México hay más mujeres que hombres, sin embargo ninguna de ellas ha ocupado nunca el cargo de presidenta de la República a diferencia de otros países de Latinoamérica, donde en 10 ocasiones distintas, personas del sexo femenino ya han gobernado.

A casi 63 años de que las mexicanas finalmente pudieran ejercer su derecho a votar por primera vez en el país, han obtenido puestos a nivel local y estatal como alcaldías y gubernaturas, pero la gran deuda pendiente es ocupar el máximo cargo de elección popular.

El último intento lo realizó en este periodo electoral Margarita Zavala Gómez del Campo, quien hizo historia al convertirse en la primera candidata independiente a la Presidencia de la República. Pero aunque aparecerá en la boleta este 1 de julio, la expanista renunció a la contienda unos días antes del segundo debate realizado el 20 de mayo en Tijuana, al norte del país.

“Para dar una imagen de presidente de la República necesitas una imagen fuerte, quienes ya me conocían prefieren la normal, pero quienes no demandaban la certeza de mucho más fuerza, eso le pasa mucho más a las mujeres en el tema de la exigencia”, dijo al anunciar su renuncia y ser cuestionada sobre el tono que utilizó durante su campaña.

Rosario Ibarra de Piedra fue la primera mujer que luchó por obtener el cargo político más importante del país

La abogada no fue la única interesada en llegar a las urnas en este 2018, también estuvo presente el nombre de María de Jesús Patricio Martínez, mejor conocida como Marichuy, quien fue precandidata independiente pero no obtuvo las firmas suficientes para obtener su registro.

Sin embargo, los nombres de las mujeres que han contendido por la Presidencia se pueden contar con los dedos de las manos y aún así sobran. Desde 1982 hasta el presente año sólo 6 mexicanas han aspirado ese cargo. Ninguna ha sido del PRI, que es el partido que más años ha ostentado el poder.

La primera candidata a la Presidencia de México fue Rosario Ibarra de Piedra en 1982 por el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), quien volvió a contender en 1988 por el mismo cargo pero no resultó electa. En las elecciones presidenciales de 1994, la maestra Marcela Lombardo fue la abanderada del Partido Popular Socialista (PPS); mientras que la fiscal Cecilia Soto González fue la del Partido del Trabajo (PT).

En 2006, la economista Patricia Mercado fue la candidata presidencial por el Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina (PASD) y en 2012 fue la economista Josefina Vázquez Mota por el Partido Acción Nacional (PAN).

“En México lo que existen son obstáculos para un acceso igualitario a los derechos político electorales de las mujeres, pero eso no es una cosa que dependa de ellas y, en realidad, ni de los hombres, son temas estructurales sociales e históricas los que han impedido el acceso efectivo en términos de igualdad al ejercicio de los derechos”
Mónica Maccise DuayheDirectora de la Unidad Técnica de Igualdad de Género y No Discriminación del INE

Para Mónica Maccise Duayhe, directora de la Unidad Técnica de Igualdad de Género y No Discriminación del Instituto Nacional Electoral (INE), el país está preparado para tener una mujer presidenta tal como lo ha estado para tener a hombres, aunque existen retos que superar.

“Hace más de medio siglo las mujeres no podíamos votar, no es como que el país no esté preparado para que hayan mujeres presidentas, simplemente tenían los derechos completamente restringidos a ser votadas, van cambiando estas cosas, después se van integrando otras medidas como la cuota, ahora la paridad que lo que te va mostrando es que las mujeres tenemos la misma capacidades para ser buenas o malas gobernantes y para ejercer los cargos en las mismas condiciones.

Lo que existen son obstáculos para un acceso igualitario a los derechos político-electorales, pero eso no es una cosa que dependa de las mujeres y, en realidad, ni de los hombres, son derechos estructurales sociales e históricas que han impedido el acceso efectivo en términos de igualdad al ejercicio de los derechos”, explica.

De 1982 hasta el 2018 sólo 6 candidatas han contendido por la presidencia de la República

Sofía Salgado Remigio, profesora de la FES Acatlán de la UNAM, cuenta que la diferencia con otros países de América Latina, como Argentina o Brasil, donde mujeres han sido presidentas, se debe a las movilizaciones sociales y dictaduras que han enfrentado, lo que les ha hecho llegar a la democracia más rápido.

Por su parte, la escritora Sabina Berman señala que hasta que una mujer no llegue a la Presidencia de la República no habrá una verdadera democracia en México.

“Si hay un gabinete paritario, pronto el siguiente sexenio o uno después tendremos una mujer presidenta y será nada más natural”, comenta.

La mujer en México

Uno de los principales obstáculos que enfrentan las mujeres en México es el machismo: la idea de que sólo deben de permanecer en el ámbito del hogar, en la crianza de los hijos o que no son aptas para desempeñar cargos de autoridad.

“Hay ciertas normas sociales que supuestamente determinan lo que los hombres y las mujeres tienen que hacer y señalan que las mujeres deben de estar en el ámbito privado, en el ámbito del cuidado, de las labores no remuneradas, en el ámbito de la reproducción.

La cultura del machismo en México y los prejuicios que se han ido formando en relación al papel que los hombres y las mujeres deben jugar socialmente han restringido durante décadas los derechos políticos de las personas del sexo femenino

Mientras que a los hombres se les dice que deben estar en el ámbito público y ser los proveedores de la familia; factores que socialmente han restringido los derechos de las mujeres. Poco a poco esto se ha ido acabando gracias a las medidas implementadas para reflejar la igualdad en todas las formas posibles”, explica Mónica Maccise, directora de la Unidad Técnica de Igualdad de Género y No Discriminación del INE.

Precisamente por esas concepciones que se tienen, las mujeres se encuentran con barreras estructurales a la hora de aspirar a un cargo público y suelen sufrir violencia política con elementos de género al restringírseles sus derechos políticos basados en estereotipos, dice.

“Entonces hay muchas barreras en este sentido: no las queremos aquí porque no tienen experiencia, no las queremos aquí porque no saben cómo hacer política, porque no tienen las habilidades que los hombres han construido durante años para poder ejercer los cargos públicos”, señala.

Esto pese a que el 52 por ciento de las personas que habitan nuestro país son mujeres y    casi el 52 por ciento de la lista nominal de las personas que votan también lo son, además de que están en todos los ámbitos de participación en la política, generan empleos y constituyen el desarrollo social del país, dice la funcionaria del INE.

Por esto la diferenciación entre ambos sexos no tendría porqué hacerse, ya que supondría que hay algo esencialmente distinto entre hombres y mujeres cuando tienen las mismas capacidades y los mismos derechos.

“Yo creo que el país está 100 por ciento preparado para tener una mujer presidenta como lo ha estado preparado para tener a hombres”
Mónica Maccise DuayheDirectora de la Unidad Técnica de Igualdad de Género y No Discriminación del INE

Sin embargo, Mónica resalta que  México es de los países pioneros donde la paridad está en su Constitución y las instituciones electorales hacen que se cumpla con este mandato, algo que los partidos políticos están haciendo al postular y registrar en igualdad de 50 por ciento a los hombres y mujeres a los puestos de elección popular.

“Al mismo tiempo creo que como sociedad tenemos un gran reto para remontar los prejuicios que tenemos del rol que deben de cumplir las mujeres porque siempre hay un doble parámetro de juicio con respecto a lo que hacen las mujeres y los hombres, a las mujeres se les juzga de forma más radical de lo que se juzga a los hombres”, dice la experta en estudios de género.

Democracia tardía

A diferencia de México, países en América Latina como Argentina, Brasil, Chile y Costa Rica sí han tenido presidentas. En total, 10 mujeres han gobernado su país en las últimas cuatro décadas aunque sea por unos cuantos días.

La ausencia de una presidenta mexicana en buena parte se debe al lento desarrollo democrático del país, mientras que en otras regiones de Latinoamérica, este fenómeno se dio de forma más acelerada debido a las dictaduras que vivieron

Sofía Salgado Remigio, profesora de la FES Acatlán de la UNAM, explica que una de las razones son las movilizaciones sociales y dictaduras que han enfrentado en América Latina, lo que les ha hecho llegar más rápido a la democracia.

“Eso obligó a la sociedad incluso a tener una cultura del cambio y a tener la necesidad de desarrollarse y de crecer, no solamente con una cultura del hombre, machista, sino también con una cultura de la complementación, y esto es muy importante en términos de las mujeres y de su participación”, señala la catedrática.

Salgado Remigio explica que mientras en México se dio la alternancia en el 2000, esos países de América Latina lo hicieron en los años 80 y 90 y eso tiene que ver con una cuestión histórica relacionada con las dictaduras.

En México existen las estructuras jurídicas para que una mujer sea candidata a la presidencia, sin embargo la cuestión económica y social implican un gran reto

“En México hay muchas desapariciones, es cierto, hay asesinatos de periodistas y muchas cosas más, pero nosotros de alguna manera no lo vivimos como ellos. No estoy justificando, solamente estoy tratando de analizar cuál es el contexto que nos llevó a estar en un momento de por qué si una mujer pudo llegar a la presidencia en Argentina, por qué una mujer todavía no puede llegar en México”, señala.

Actualmente México está preparado para tener una mujer presidenta en la cuestión jurídica, pues la Ley lo permite y existen las estructuras jurídicas para que sea candidata, pero en la cuestión económica y social no, explica la académica, pues aún se considera que deben estar en el espacio privado y familiar.

En el caso social, Salgado refiere que implica un cambio de percepción e identificación de la mujer y eso va a llevar más tiempo.

“En el momento en el que tú le das a las mujeres no solamente libertad jurídica, sino que también le das libertad económica, entonces van a tener muchas más herramientas dentro del sistema social y económico de México para que puedan tener una estructura mucho más estable y mucho más firme para poder contender a un puesto de esta envergadura”
Sofía Salgado RemigioAcadémica de la FES Acatlán de la UNAM

La falta de espacios de poder

En menos de cien años las mexicanas han logrado ejercer derechos como ir a la universidad o votar, pero aún no han tenido la oportunidad de gobernar el país.

Una de las razones es que aunque en México existen mujeres preparadas para ser presidentas el sistema para ser la abanderada de un partido es machista y más si es de derecha, dice la escritora y periodista Sabina Berman.

En México existen mujeres preparadas para ser presidentas y el sistema jurídico también lo permite, sin embargo, todavía hay mucho machismo al interior de las instituciones políticas lo que se convierte en una traba para que ellas puedan acceder al poder

“La derecha se rige por una filosofía patriarcal no cuestionada a diferencia de la izquierda donde hay una crítica, hay una construcción de esa teoría, en la derecha no, todavía es más difícil que llegue por la derecha una mujer, que son los gobiernos que hemos tenido”, explica.

Para Bermanes crucial que las mujeres lleguen al poder e integren políticas con perspectiva de género, por lo que considera que un avance muy relevante sería que el gabinete presidencial esté formado en un 50 por ciento por mujeres, pues eso significaría que en un futuro puede finalmente haber una presidenta.

“Estamos en un momento todavía de transición de la igualdad, si hay un gabinete donde la mitad de los ministros son mujeres va a haber un cambio importante a nivel simbólico, por supuesto, pero resulta que estas mujeres, las he investigado periodísticamente, son feministas, entonces también implica que va a haber, por lo menos en la mitad de los ministerios del país, políticas con perspectiva de género y eso sí va a cambiar mucho México”, dice.

Hace cien años, recuerda la escritora, las mujeres no votaban ni iban a la universidad, mientras que ahora son poco más de la mitad de los egresados universitarios y eso es un gran avance, ahora sólo hace falta ocupar espacios en el poder para modificar a la sociedad, afirma.

Hasta que una mujer sea presidenta se podría hablar de verdadera democracia, señala la escritora Sabina Berman

“Ahora hay que ocupar los espacios del poder y desde ahí utilizar al Estado para implementar la política con perspectiva de género, ya que una democracia de la cual están excluidas o más o menos incluidas la mitad de las personas es una democracia suicida”.

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