Mexicana fue violada en Qatar: en lugar de justicia, fue condenada a 100 latigazos y prisión

Mexicana fue violada en Qatar: en lugar de justicia, fue condenada a 100 latigazos y prisión

La joven además deberá purgar siete años de prisión después de ser hallada “culpable” de sostener una relación extramarital

Paola Schietekat, una joven mexicana, fue condenada a recibir 100 latigazos después de ser violada por un sujeto en Doha, Qatar. 

Además del castigo físico, Paola recibió una pena de siete años de prisión por hallarla “culpable” de sostener una relación extramarital. 

Pese a ser una víctima de abuso sexual, al acudir a denunciar, Paola fue acusada y condenada. 

La mujer, quien es economista, politóloga y antropóloga, escribió una carta a medios de comunicación mexicanos para narrar la odisea legal que ha vivido en dicho país. 

“En Qatar, tener una relación extramarital se paga con hasta siete años de cárcel, y en algunos casos la sentencia incluye 100 latigazos”, contó la mexicana Paola Schietekat Sedas. 

La víctima de violación se encontraba trabajando en Qatar en el Comité Organizador del Mundial de Qatar 2022, al que calificó como “el trabajo de sus sueños”, hasta que una de sus compañeros de trabajo irrumpió en su habitación y abusó de ella. 

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Fue hasta el 8 de febrero que la joven pudo hacer el caso público, en una carta enviada al portal Fuga de Cerebros, en la que relató el complejo proceso legal que vivió en Catar y como las autoridades la condenaron a un castigo físico por tener una relación extramarital, refiriéndose a la violación de la que fue víctima.

De acuerdo con las autoridades del país, Paola tendría que casarse con su violador para “cerrar el caso”. 

“Denuncié porque, en un acto de amor propio, me negué a dejar que alguien lastimara así mi cuerpo de nuevo, sin consecuencias”, explicó. 

La denuncia 

Tras obtener un certificado médico que amparaba la existencia de lesiones visibles, Paola Schietekat acudió a la policía de Qatar acompañada del cónsul de México en Catar, quien le recomendó continuar el caso hasta las últimas consecuencias.

Horas más tarde, el mismo día de la denuncia, las autoridades le pidieron que se presentara en las instalaciones o su denuncia sería descartada; al llegar fue confrontada con su agresor e interrogada por tres horas.

Minutos después le exigieron una prueba de virginidad, pues su agresor había argumentado que ambos eran pareja y que habían tenido relaciones consensuadas, por lo que se le acusó de mantener una relación extramarital. 

“De un momento a otro, mi denuncia ya no importaba. Todo se centró alrededor de la relación extramarital, mientras que, bajo mi abaya, la túnica que me recomendaron usar para parecer una ‘mujer de buena moral’, seguían las marcas, moradas, casi negras”, explicó. 

Días después, el Comité Supremo de Entrega y Legado la ayudó a salir del país y regresar a México. 

Aunque los cargos en contra de su agresor fueron descartados, al no poder comprobarse, los cargos en contra la mexicana en Qatar, por la supuesta relación extramarital se mantenían vigentes, por lo que aún es acreedora a los 100 latigazos.

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