La Reforma a la Industria Eléctrica podría representar para México una fractura en las relaciones políticas, económicas y comerciales

Los obstáculos de la Reforma a la Industria Eléctrica

Además del retroceso en materia ambiental que implicaría la aprobación de la contrarreforma, se estarían violando diversas cláusulas del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, lo que podría derivar en una expulsión del acuerdo comercial

La Reforma a la Industria Eléctrica podría representar para México una fractura en las relaciones políticas, económicas y comerciales con Estados Unidos y poner al país en una posición de escarnio con el resto del mundo debido al impulso de los combustibles fósiles.

Al poco tiempo de que el embajador de Estados Unidos externara su preocupación por la reforma, el presidente Andrés Manuel López Obrador reveló que envió una carta a su homólogo, Joe Biden, en la que se comprometió a combatir el cambio climático a través de la reducción en la extracción de petróleo y al reservar los combustibles fósiles sólo para el consumo interno.

Además del tema medioambiental, el analista y asesor de la industria energética, Ramsés Pech, ve con preocupación el futuro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, ya que la reforma viola algunas de las cláusulas impuestas en el pacto comercial.

“La pregunta que debemos de hacernos es esto (la reforma) para qué sirve a la nación. Debemos de ir considerando si realmente esta propuesta va a ayudar en el mediano y largo plazo a México porque a todo mundo se nos está olvidado que en 2025 y en 2026 se va a revisar el T-MEC.

“Si se aprueba la reforma, es el justificante perfecto para que Estados Unidos saque a México y tenga solo un tratado bilateral con Canadá. La siguiente administración que va a tener que negociar el tratado no va a tener argumentos para abogar por la continuidad de México. Estamos viendo solo el presente y no el futuro, y hay que traer el futuro hacia el presente”, argumenta.

Entre las violaciones al T-MEC que ocasionaría la reforma se encuentran los compromisos de México de no hacer ninguna contrarreforma energética y de mantener los organismos reguladores autónomos que brinden la certidumbre necesaria para la participación privada en los sectores estratégicos

Además, se cancelarían varios de los permisos eléctricos que tienen empresas privadas, muchas de ellas canadienses, por lo que la exclusión de México del tratado podría venir de dos frentes.

Internamente, Ramsés Pech, considera que de hoy a abril es poco tiempo para planear una reforma de tal magnitud y que ni siquiera debería de existir, por lo que espera que en el Parlamento Abierto se escuchen a todas las voces, incluidas las empresas generadoras de energía eléctrica afectadas.

“Están dejando espacio para debatir la reforma, pero falta ver cuánto de esto que se hable será considerado. Lo ideal sería que se bajara esa propuesta y que ya no continuara. Que no se perdiera tiempo en algo que no sirve. En dado caso de que avance, se debería invitar a todas las empresas privadas que tienen directamente la afectación, las que tienen los permisos de autoabasto”
Ramsés PechAnalista y asesor de la industria energética

“La CFE no debería de regular el mercado, ni meterse, porque nada tiene que ver en un contrato entre privados. Lo mejor que podría pasar es que se le involucre a las empresas y escucharlas para conocer su experiencia y mejorar la relación entre la Comisión Federal de Electricidad y los privados que están en el mercado. En estas pláticas además deberían de estar la Comisión Reguladora de Energía, el Centro Nacional de Control de Energía y la Comisión Federal de Competencia Económica”, insiste.

Finalmente, el especialista pide a los legisladores tomar en cuenta la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que determinó que la Política de Confiabilidad, Seguridad y Calidad en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) que promovió la Secretaría de Energía (Sener) vulnera la competencia.

“La política de la Sener va en el mismo sentido que la Reforma a la Industria Eléctrica, por lo que busca beneficiar la generación de energía fósil de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sobre la energía limpia de empresas privadas”.

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