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Poblaciones callejeras en CDMX enfrentan discriminación y violaciones a derechos

Miles de personas en situación de calle se enfrentan a la discriminación, a la violencia y al rechazo en la Ciudad de México; el Gobierno local ha implementado acciones para reintegrarlas a la sociedad, pero éstas no son suficientes para restituir sus derechos humanos

De noche toman la ciudad: se acomodan en bancas, parques, entradas de iglesias o teatros. Su aspecto desaliñado o sucio causa temor. No hay un número exacto de cuántos son y para la mayoría de las personas son invisibles. Se trata de las poblaciones callejeras.

Ángeles vive cerca de la Alameda Central y frecuentemente ve a niños, jóvenes y personas mayores en esta situación, cargando plásticos y bolsas. En ocasiones, ha observado cómo grupos religiosos acuden a dejarles comida y ropa. En otras ha sido testigo de cómo se llegan a agredir entre ellos.

“A mí a veces sí me da miedo, porque cuando están drogados no te hacen nada, pero pues en ocasiones sí se te acercan o te da cosa que te vayan a quitar algo, incluso cuando yo estaba en mi anterior trabajo, pues nos decían que no nos acercáramos a ellos porque ya a unos compañeros les habían robado”, relata.

Luis Enrique Hernández, director de El Caracol, organización civil dedicada a apoyar a las personas en situación de calle, explica que éste es uno de los fenómenos más complejos que hay en la Ciudad de México, porque se trata de personas que se han quedado sin su red social y las autoridades no han logrado encontrar las acciones adecuadas para que salgan de ella. Además no tienen acceso a la salud, sufren discriminación e incluso limpieza social por parte de las autoridades.

Los niños, las niñas y las personas mayores son las más vulnerables, éstas últimas padecen por lo general enfermedades crónico-degenerativas o alguna discapacidad psicosocial

“Un tema delicado es que no es sencillo contarlas, hay un censo ahora en la Ciudad de México, pero no sabemos si es toda la población que conocemos o puede ser más, es un detalle. El otro es que las políticas públicas durante mucho tiempo han sido de corte asistencial, es decir, han intentado resolver un poco la emergencia ofreciéndoles albergues, comida, pero no han atendido el tema de fondo que tiene que ver con toda la restitución de derechos”, dice Luis Enrique.

La organización ha encontrado en la calle a personas sin ningún tipo de documento oficial, como actas de nacimiento, y con problemas para acceder a los servicios médicos de salud a causa de la discriminación que se vive en estos espacios, ya que les niegan los servicios por carecer de hojas del seguro popular.

“Como ejemplo, en noviembre pasado una mujer llegó aquí al Caracol con su bebé en brazos muerto porque había recorrido tres hospitales y no le habían dado atención, estamos encontrando en la calle a personas con discapacidad física o psicosocial y con enfermedades crónico-degenerativas”, señala.

Las personas más vulnerables son los niños y niñas y las personas adultas mayores, en este último caso, El Caracol ha encontrado que salen a la calle no desde pequeños, sino ya adultas porque tienen alguna enfermedad crónico-degenerativa y no pueden ser atendidas, porque perdieron su patrimonio, porque entraron a la cárcel y al salir su familia ya no los quiere ver, o porque tiene alguna discapacidad psicosocial, como demencia o esquizofrenia.

“Hemos identificado que hay muchas mujeres que tienen padecimientos de orden mental, no sabemos de qué nivel, si es esquizofrenia, psicosis, etcétera, lo que sabemos es que tienen padecimientos de orden mental, muchas mujeres, los varones básicamente enfermedades crónico-degenerativas como diabetes o hipertensión, lo cual los lleva incluso a tener alguna discapacidad”, explica el director de la asociación.

Según información de El Caracol, alrededor del 70 por ciento de la población en situación de calle es joven y tiene oportunidades laborales, pero los adultos mayores sólo tienen como opción recoger PET, cartón o apoyar a algunos comercios informales tirando basura.

Víctimas de violencia

La violencia es uno de los principales retos a los que se enfrentan las personas en situación de calle y las más expuestas son las de más edad, dice Luis Enrique Hernández, director de El Caracol.

“Cuando hay eventos de violencia en los grupos de población callejera o contra ellos, los jóvenes pueden defenderse o correr, los adultos no. Entonces de los casos que pasaron hace meses de las personas que fueron incendiadas, hay adultos mayores que fueron quemados por personas que pasaron y les prendieron fuego. Con eso me refiero a su mayor vulnerabilidad de su derecho a la vida”, relata.

Lo más grave para Luis Enrique es que cuando se piden apoyos éstos llegan tarde o de plano no llegan, lo que hace necesario desarrollar un programa desde los institutos encargados de las personas mayores, ya sea el federal o el local, que pueda hacer una articulación con la Secretaría de Salud, Seguridad Pública y Desarrollo Social para protegerlos y buscar a sus familias.

“Estamos hablando del abandono más grave social para estas personas”, dice, pues quienes están en esta situación no cuentan con ningún tipo de apoyo, ya sea de su familia, comunidad ni del Estado.

Por ello recomienda quitar los prejuicios que existen en torno a ellas, perder el miedo de que son agresivos y verlos como un ciudadano más al que se puede saludar o sonreír.

“Yo creo que lo que tenemos que hacer es hacer como este ejercicio de volvernos a comunicar, pasar, saludarlos, sino te contestan, pues no te contestaron, pero si tú lo saludas o lo tratas bien como a cualquier otro ciudadano, te aseguro que te va a tratar bien, si le sonríes como a cualquier otra persona te va a tratar bien, el tema es que se ha generado un estigma tan grande en esta población que lo inmediato que hacemos es ponernos a la defensiva pensando que nos va a agredir o a hacer algo”.

Sin hogar

Los resultados preliminares del Censo de Poblaciones Callejeras 2017, coordinado por el Instituto de Asistencia e Integración Social (Iasis), indica que en la Ciudad de México existen alrededor de 100 puntos de alta concentración –conformados por más de 5 personas– y 346 puntos de baja concentración –por menos de 5 integrantes–.

El documento señala que hay 674 personas que integran estas poblaciones, de las cuales 4 mil 354 están en el espacio público y 2 mil 400 en albergues públicos y privados. Además el 87.27 por ciento son hombres y el 12.73 por ciento son mujeres

También el 82.66 por ciento son hombres de entre 18 y 59 años; el 11.29 por ciento son mujeres entre los 18 y 59 años; el 3.74 por ciento son personas mayores; y el 1.9 por ciento niñas y niños.

¿Qué se puede hacer?

Una simple acción puede mejorar su vida

  1. Reconocer que es un tema que existe
  2. Quitar el estigma de que son personas que llevan toda la vida en la calle
  3. Saludarlas y/o sonreírles como a cualquier otra persona
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