Los efectos del Dragón

Si bien la apertura comercial fue fundamental en el proceso de ajuste estructural, éste no ha alcanzado los resultados esperados. México no es aún un importador neto sino que se mantiene como país exportador.

Así opina José de la Cruz Gallegos, investigador del TEC de Monterrey, quien señala que en México la cadena metalmecánica está inmersa en el desafío que la desindustrialización representa.

Se trata de un proceso en donde el sector enfrenta un entorno poco favorable para fomentar la inversión y el crecimiento económico.

"No puede obviarse que la cadena metalmecánica constituye una parte fundamental de la actividad industrial"
José de la Cruz GallegosInvestigador
El desafío chino compromete tanto a las exportaciones que México realiza a EU y Canadá, como a la producción interna

Si bien la apertura comercial fue fundamental en el proceso de ajuste estructural, éste no ha alcanzado los resultados esperados. México no es aún un importador neto sino que se mantiene como país exportador.

Así opina José de la Cruz Gallegos, investigador del TEC de Monterrey, quien señala que en México la cadena metalmecánica está inmersa en el desafío que la desindustrialización representa.

Se trata de un proceso en donde el sector enfrenta un entorno poco favorable para fomentar la inversión y el crecimiento económico.

En su estudio “Desarrollo de la Cadena de Valor Metalmecánica Latinoamericana”, advierte que la cadena metalmecánica se encuentra inmersa en el desafío que la desindustrialización representa.

“No puede obviarse que la cadena metalmecánica constituye una parte fundamental de la actividad industrial y de la economía en general.

“Una afectación a su desempeño disloca a estructuras productivas que son esenciales para el desarrollo de México”.

En un análisis para la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), el investigador destaca que la desindustrialización es sinónimo de una caída en la generación de producción y empleo.

En el caso de México, este proceso ha estado marcado por una pérdida de competitividad a nivel internacional, a partir de la reubicación de algunas actividades industriales en otros países, especialmente en China.

Lo cierto, dice, es que el desafío chino compromete tanto a las exportaciones que México realiza a Estados Unidos y Canadá, como a la producción interna.

Recuerda que la competencia de los productos chinos también abarca a sectores industriales estratégicos en la elaboración de insumos básico, como lo representa el hierro y el acero (industria de metálicas básicas).

Dado que la producción de hierro y acero es esencial para la elaboración de productos manufacturados que se utilizan en otros procesos productivos, una mayor presencia de productos chinos puede dislocar a una cadena industrial que es altamente productiva pero que enfrenta una competencia desleal.

El manejo de un tipo de cambio subvaluado por parte de las autoridades chinas, explica, es el mejor ejemplo de ello.

Las restricciones de acceso al mercado interno chino, los subsidios y facilidades fiscales a su producción, bajos salarios, así como el financiamiento de su banca de desarrollo, impiden una competencia equitativa frente a las empresas mexicanas, advierte.

En términos generales puede indicarse que el estudio establece la importancia que tanto la cadena metalmecánica como la industria de metálicas básicas tienen sobre la economía del país, tanto en la generación de empleo, como por su impacto en la producción.