Las enseñanzas del sismo
En Asunción Ixtaltepec, Oaxaca, la empresa Delher está proponiendo alternativas de construcción de casas resistentes, ecológicas y de bajo costo; una es a base de fibra de coco y la otra con arcilla bajo el modelo iraní, ambas evitarían daños como los sufridos tras los sismos de septiembre pasado
J. Jesús Lemus[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_4dvq0eqm” responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /]
Los daños materiales y humanos dejados por los sismos del 07S y 19S, que impactaron con severidad en siete estados y la Ciudad de México, han dejado al menos dos enseñanzas: la necesidad de buscar nuevas y mejores técnicas para la construcción de viviendas en zonas sísmicas, y la obtención de protección económica mediante seguros de cobertura amplia para las familias.
En nuestro país, hasta antes de los sismos de septiembre pasado, pocas familias se preocuparon por la adquisición de seguros de protección patrimonial; las escasas casas que contaban con uno fue porque así lo gestionaron las financiadoras o las constructoras.
“Pero esas instancias lo único que hacen al contratar los seguros es buscar sólo la protección de sus intereses y no la de las familias.
“La mayoría de los seguros contratados a la fecha sólo tienen cobertura hasta que se terminan de pagar los créditos, lo que no representa ningún beneficio para las familias”, aseguró el doctor en derecho Hugo Erik López Medrano.
En Oaxaca, en donde fue el mayor impacto del sismo del 07S al afectar 118 mil 432 viviendas, la población aún no piensa en comprar seguros de protección para su patrimonio. Aquí se prefiere construir con mayor seguridad. Buscan casas más reforzadas en sus estructuras, que garanticen la resistencia ante un sismo similar o mayor al ya sufrido.
El municipio de Asunción Ixtaltepec es el laboratorio en donde se han puesto en marcha nuevas técnicas de construcción. La empresa Delher está proponiendo alternativas de construcción resistentes, a las que se suman la innovación ecológica y bajos costos, que podrían evitar daños económicos y a la vida de las personas.
Son dos tipos de viviendas los que se pretenden promover en la zona del Istmo: las construidas a base de fibra de coco y las que edificadas con arcilla bajo el modelo iraní. En los dos casos la técnica es sencilla y permite la autoconstrucción a bajo costo con una mayor resistencia sísmica frente a los modelos tradicionales, según lo explicó el ingeniero Alfonso Salazar Aguirre.
Los modelos de autoconstrucción de viviendas de interés social planteados por la empresa Delher se alzan frente a la alternativa que ofrece el Gobierno federal, que propone el levantamiento de viviendas bajo tres prototipos que son utilizados por el Infonavit y el Fovissste en todo el territorio nacional, que lo mismo aplica para zonas no sísmicas como para aquellas de alto riesgo, lo que representa un riesgo para esta región.
Viviendas antisismos
El municipio de Asunción Ixtaltepec es el laboratorio en donde se han puesto en marcha nuevas técnicas de construcción:
De fibra de coco
> Innovación de la firma Delher.
> Mezcla de fibra de coco, una porción menor de arcilla, cemento y cal.
> Fraguado tarda menos de 30 minutos.
> Resistencia similar a la que ofrecen los muros de tabique, pero más flexible a los movimientos telúricos.
> La construcción puede realizarse en un tiempo equivalente al 45 por ciento de lo que tarda la edificación de una casa de Infonavit y Fovissste.
> Grosor de los muros del doble de ancho que las casas tradicionales.
> En caso de sismo las paredes son menos pesadas.
Súper adobe
> Modelo iraní de vivienda.
> Es ecológico y representa un ahorro en los materiales de construcción.
> Se utiliza barro o tierra de la región, en una mezcla mayor con cemento y silicatos.
> Evita los ángulos rectos en toda la construcción, lo que hace, mediante la curvatura en todas las uniones de los muros de la casa, que las ondas sísmicas sean más fácilmente transportadas y disminuyan la posibilidad de colapsos.
“La mayoría de los seguros contratados a la fecha sólo tienen cobertura hasta que se terminan de pagar los créditos, lo que no representa ningún beneficio para las familias”
Casas con 120 mil pesos
El modelo tradicional de construcción de vivienda que propone el Gobierno federal para la zona devastada del Istmo, bajo los prototipos del Infonavit y el Fovissste, se plantea en construcción de 42.30 y 54.55 metros cuadrados, en donde se proyecta una inversión de 120 mil pesos, que es el máximo monto aportado por el Fondo Nacional de Desastres (FONDEN) para los beneficiarios de ese programa.
Pero el proyecto de construcción de Delher propone la edificación de casas con la misma cantidad de metros cuadrados, pero a más bajo costo, con una inversión de entre el 70 y 80 por ciento sobre los fondos aportados por el FONDEN a cada una de las familias que perdieron su vivienda.
El proyecto de Delher no tiene finalidad económica.
“Se trata de que las familias tengan viviendas dignas y seguras que les permitan tener la certeza de que serán más resistentes ante un sismo, con la ventaja de que se trata de construcciones en plena armonía con el medio ambiente, y que cuentan con características térmicas únicas, además de que resultan más baratas en su construcción”, dijo Alfonso Salazar Aguirre, quien dijo que el modelo de construcción propuesto lo puede asumir cualquier persona sin necesidad de pagar ningún tipo de derecho.
Juicios colectivos, la alternativa
Tras los sismos del 07S y 19S, se estima que fueron cientos de miles de personas las que perdieron su patrimonio de vivienda, lo que ahora representa un grave problema, pues la mayorías de esas familias no contaban con un seguro de protección a sus bienes y la pérdida recayó directamente en su economía.
El doctor en derecho Hugo Erik López Medrano, asegura que la única posibilidad de los afectados por los sismos, para acudir ante la instancia judicial y reclamar la responsabilidad de alguien sobre ese evento fortuito, son los juicios colectivos.
“Alguien tiene que pagar las pérdidas de miles de familias”, dijo el abogado López Medrano, “aun cuando los sismos se tratan de eventos fortuitos, hay responsabilidad de las constructoras, las financieras e instancias de gobierno, las que debieron prever esa situación y sin embargo no lo hicieron por omisión o por corrupción”.
El especialista en derecho mercantil dijo que las familias afectadas tienen la posibilidad de entablar juicios colectivos para que el Estado, las constructoras o financieras, respondan a su responsabilidad.
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