La UNAM registra máximo histórico de alumnos

A la máxima casa de estudios se incorporaron 34 mil estudiantes a su sistema de bachillerato, mientras que a licenciatura lo hicieron cerca de 48 mil alumnos

El rector de la UNAM, Enrique Graue Wiecher, afirmó que este año la institución educativa registró cifras históricas en cuanto a aspirantes, alumnos admitidos y carreras ofertadas.

También dijo que hizo su máximo esfuerzo por incrementar su matrícula, al presidir la ceremonia de bienvenida a los estudiantes al Ciclo Escolar 2018-2019.

En los dos subsistemas del bachillerato, explicó, se incorporan 34 mil estudiantes de los casi 200 mil aspirantes que eligieron a la UNAM como primera opción de estudios.

Mientras que a nivel licenciatura, son casi 48 mil alumnos los que comienzan su formación profesional en alguna de las 122 licenciaturas que esta casa de estudios ofrece, y que fueron seleccionados de entre 280 mil aspirantes.

“Todos han ingresado a la UNAM gracias a su empeño y dedicación. Se lo han ganado a pulso”, dijo el rector a los alumnos reunidos en el salón Juárez, del Centro Cultural Tlatelolco.

De acuerdo con el rector, el compromiso de la Universidad Nacional con las necesidades de educación superior del país no es nuevo, pues en la última década la matrícula de la institución ha crecido en casi 10 mil estudiantes de primer ingreso.

Año con año, prosiguió, damos la bienvenida a decenas de miles de talentos jóvenes que habrán de cambiar al país y que harán de nuestro México una mejor nación. “Por supuesto que nos gustaría recibir a un mayor número, pero los límites están impuestos por la capacidad de enseñar con calidad de acuerdo con nuestra normatividad, planes de estudio e instalaciones”.

Acompañado por miembros de la Junta de Gobierno y del Patronato Universitario, el rector Graue también dio la bienvenida al estudiante más joven en la historia de la UNAM, “quien ingresó por sus conocimientos y en estricto apego a la reglamentación de esta universidad”, resaltó.

”Son también la generación que llega a la UNAM tras el ejercicio democrático más grande que haya vivido México en su historia. Con su ingreso la Universidad se renueva. Ustedes representan nuestra revitalización y continuidad”, aseveró.

Esta casa de estudios es una de las más grandes del mundo, la más importante de habla hispana y la de mayor significación para el país, con sus 467 años de historia y tradición, 118 años de ser nacional y casi 90 años de ser autónoma, subrayó.

La autonomía significa la capacidad para determinar nuestros fines y precisar los medios para conseguirlos; de autorregularnos y autogobernarnos; de definir nuestros planes de estudio y métodos de ingreso, y de administrarnos conforme a las necesidades que nosotros mismos nos imponemos.

“Nuestra libertad no puede estar ajena al entorno en que nos desarrollamos. Ejercemos nuestra autonomía para hacer una reflexión permanente de nuestras tareas y para contribuir, con nuestros conocimientos, a atenuar las asimetrías y profundas desigualdades de nuestra nación. Por todo ello, la Universidad es nacional es autónoma, y es de México y para México”, insistió.

Por su parte, Paulina Carbajal Fernández, quien ingresa a la Facultad de Medicina (FM) con promedio de 10, mediante pase reglamentado, habló a nombre de los egresados de la Escuela Nacional Preparatoria y de la Escuela Nacional Colegio de Ciencias y Humanidades.

“En la Universidad se aprende a trabajar duro, a ser autodidacta, responsable, comprometido y perseverante, y que el conocimiento adquirido debe ser aplicado para mejorar nuestro país”.

Arleth Jocelyn López Ramírez, quien inicia la carrera de Ingeniería Civil con examen perfecto en el concurso de selección, llamó a sus compañeros a luchar por lo que desean. “Seamos constantes y tenaces, no nos rindamos en nuestros estudios, porque ya llegamos aquí y vamos más lejos”.

Finalmente, César Eduardo Manuel Sánchez, quien ingresó a la Preparatoria 3 “Justo Sierra” con el mayor puntaje –126 de 128 aciertos– en el examen de selección, pidió a los nuevos universitarios aprovechar la oportunidad de haber ingresado a la casa de estudios más grande de Latinoamérica, en la que además de recibir una educación integral, se les motivará a lograr metas educativas cada vez más ambiciosas.

“Demostremos nuestro potencial, pues ya no somos sólo estudiantes, ahora somos universitarios, tenemos la piel dorada y la sangre azul”, concluyó.

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