Turistas no acudieron a las zonas arqueológicas a recibir la primavera

La primavera llegó sola a las zonas arqueológicas

El aumentó en el número de contagios por coronavirus impidió que miles de personas se dieran cita, como cada año, en las zonas arqueológicas del país para darle la bienvenida a la primavera

Cada año, el 21 de marzo, turistas nacionales y extranjeros acuden a las zonas arqueológicas a recibir la primavera, sin embargo, en el 2020 dichos recintos decidieron cerrar sus puertas debido a las afectaciones que ha dejado el coronavirus (Covid-19) a nivel global.

En los vestigios históricos más importantes del país, como Teotihuacán, en el Estado de México, Chichén Itzá y Dzibilchaltún en Yucatán, así como Monte Albán, en Oaxaca, no fue posible que las personas apreciaran la llegada del nuevo sol ni se “cargaran de energía”.

Lo anterior, debido a las medidas que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tomó para sumarse a la Jornada Nacional de Sana Distancia que implementó el Gobierno federal en conjunto con la Secretaria de Salud (SSa).

Aunque dicha jornada se Implementó días antes de que entrara la primavera, se fijó a partir del 23 de marzo y hasta el 19 de abril, con la finalidad de prevenir más contagios por Covid-19, que hasta la fecha suman más 316 casos positivos y al menos dos decesos en México, según la Secretaría de Salud federal.

Además de las zonas arqueológicas, el INAH también cuenta con una red de museos y centros educativos, mismos que, de acuerdo con el anuncio dado a conocer por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, cerrarán a partir del día de hoy y hasta nuevo aviso.

En 2019, durante los días en que se recibe la primavera, en Teotihuacán se registraron 16 mil 668 visitantes y en Chichén Itzá, 14 mil.

Para este año, en la zona de Teotihuacán se esperaban entre 50 y 70 mil personas que apreciaran el descenso de Quetzalcóatl en las escalinatas de la pirámide del Sol y la Luna.

Mientras que en la pirámide de El Castillo en Chichén Itzá se preparó la zona para recibir a cerca de 35 mil visitantes, reveló el INAH.

Hasta el momento, se desconocen las pérdidas económicas que tuvieron estos vestigios históricos, durante los dos días que se le impidió la entrada a los turistas.

Como ninguna persona pudo entrar a ver el fenómeno de la naturaleza, el INAH ofreció a la ciudadanía entrar a su página de internet para realizar recorridos virtuales en Chichén Itzá, a través de tabletas electrónicas, computadoras o celulares.

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