El policía sampetrino estuvo arraigado por la Procuraduría de Justicia de Nuevo León durante 60 días, sin embargo el juez negó la orden de aprehensión para consignarlo por este delito
Una de las líneas de investigación que abrió la Procuraduría de Justicia del Estado en el caso del secuestro y asesinato del sampetrino David Villarreal Fernández involucra a la Policía de San Pedro.
Las autoridades estatales investigan la probable complicidad de policías sampetrinos durante la privación ilegal de la libertad que sufrió Villarreal Fernández el 7 de septiembre de 2012 a media cuadra de la iglesia de Fátima.
Hasta el momento las investigaciones que ha realizado la Procuraduría del Estado en el caso de este crimen apuntan a integrantes del Cártel de Los Beltrán Leyva como probables responsables.
Sin embargo, las autoridades estatales desconocen todavía el móvil de esta ejecución.
La Policía Ministerial ha realizado por lo menos cuatro detenciones vinculadas con este asesinato que en su momento sacudió a la sociedad de San Pedro y puso en duda el blindaje que presumía el exalcalde Mauricio Fernández.
En diciembre la Procuraduría detuvo a un efectivo de la Policía de San Pedro, quien habría confirmado en sus declaraciones el operativo de contravigilancia que montaron algunos elementos de la corporación sampetrina para abrir el camino al secuestro de Villarreal Fernández.
El policía sampetrino estuvo arraigado por la Procuraduría de Justicia de Nuevo León durante 60 días, sin embargo el juez negó la orden de aprehensión para consignarlo por este delito.
La noche del 7 de septiembre, David Villarreal Fernández, junto con un sobrino del entonces munícipe de ese municipio y uno más del exgobernador Fernando Canales, fue privado de su libertad frente a la Iglesia de Fátima, en Calzada San Pedro y Vasconcelos.
Cinco días después, el 12 de septiembre, el cuerpo de Villarreal Fernández fue hallado sin vida, con la cabeza cubierta y atado de manos, en el cauce del Arroyo El Capitán, en la colonia Fuentes del Valle.
Sebastián Odriozola Canales, sobrino del ex gobernador panista Fernando Canales, y Bernardo Garza Fernández, sobrino segundo de Mauricio Fernández, fueron levantados junto con David Villarreal Fernández por un comando armado.
Pero a diferencia de Villarreal Fernández, estos dos sampetrinos fueron liberados por sus secuestradores.
Extrañamente la Policía de San Pedro, presumida como la mejor de América Latina, nunca se enteró de la persecución que se montó en las principales avenidas de San Pedro para secuestrar a Villarreal Fernández frente a la Iglesia de Fátima.
El pasado mes de diciembre, agentes ministeriales también detuvieron a trabajadores del establecimiento Tacos Julio, ubicado en el Centrito Valle, para investigar su probable participación en este crimen.
El domingo fue recluido en el Cereso de Cadereyta Guillermo Muñiz Tamez, alias “El Chucky” o “68”, presunto halcón del Cártel de Los Beltrán Leyva, que opera en el municipio de San Pedro.
Muñiz Tamez estaba arraigado desde el pasado mes de diciembre por la Procuraduría de Justicia del Estado por su presunta participación en el operativo que se montó para privar de la libertad a Villarreal Fernández.
Según la Policía Ministerial, “El Chucky” o “68” realizaba labores de espionaje para este grupo delictivo.
La orden de aprehensión fue girada por el Juzgado Segundo Penal y de Preparación de San Pedro.
En su declaración, Muñiz aceptó trabajar como “halcón” para el grupo de Los Beltrán Leyva, tarea por la cual recibía un pago de 13 mil pesos mensuales, casi lo mismo que gana un policía de Fuerza Civil.
“El Chucky” quedó a disposición del Juzgado Segundo Penal y de Preparación, acusado de privación ilegal de la libertad en modalidad de secuestro agravado y agrupación delictuosa.
El detenido confirmó el operativo que se montó por radiofrecuencias para plagiar el pasado 7 de septiembre de 2012 a Villarreal Fernández, quien se trasladaba a bordo de una camioneta Tacoma por la Calzada San Pedro.
El secuestro de David Villarreal Fernández ocurrió el mismo día, pero horas antes del del secuestro del exlegislador del PAN Hernán Belden, perpetrado en el municipio de San Pedro tras salir del Motel Pedregal.
El cuerpo de Villarreal fue encontrado horas después de que las autoridades confirmaron oficialmente la muerte de Belden, cuyo cuerpo fue encontrado el 12 de septiembre en el Cañón de La Huasteca, en Santa Catarina.
Hasta el momento las autoridades no han vinculado estos crímenes, cuya coincidencia es que su anuncio fue dado a conocer por el entonces alcalde de San Pedro, Mauricio Fernández.
El Munícipe no sólo difundió el secuestro de David Villarreal Fernández, sino que también lo vinculó con el crimen organizado.
El 7 de septiembre Mauricio Fernández, en sus declaraciones a la prensa, confirmó que su sobrino y el de Fernando Canales habían sido liberados por el comando, pero prácticamente criminalizó a Villarreal Fernández.
“Creo que soltaron a los que obviamente no tenían ninguna bronca de nada y sigue detenido el que aparentemente es un muchacho (David Villarreal) que tiene fama medio de traviesillo, o complicado, o diablo o algo, no sé.
“Queda uno que te digo que es el que, aparentemente, tiene una larga cola que le pisen, no tengo detalles, ni lo conozco a ese muchacho, pero es muy afamado por sus apodos… ahorita no me acuerdo”.
Inicialmente Fernández atribuyó el secuestro de Villarreal Fernández a Los Zetas.
La víctima fue supervisor de la Dirección de Alcoholes del Municipio de Monterrey durante la administración del ex alcalde Adalberto Madero.
Está vinculado familiarmente con el exsenador del PAN y abogado Luis Santos de la Garza, y con la diputada federal panista Verónica Sada.