La secretaria de Educación admitió que la infraestructura no ha crecido a la par que la demanda. Foto: Especial

Infraestructura educativa en crisis

Ante el crecimiento poblacional y basada en el número de inscripciones para el ciclo escolar 2023-2024, la Secretaría de Educación estatal buscó cubrir la falta de salones para que niñas, niños y adolescentes de toda la entidad cuenten con un espacio digno, sin embargo, el objetivo no fue cumplido 

Nuevo León pasa por un momento crítico en su infraestructura educativa. La entidad posee un déficit de aulas que no podrán ser construidas para el provecho de niñas, niños y adolescentes debido a la falta de recursos federales.

Aunque este año el Gobierno estatal cuenta con presupuesto histórico de poco más de 140 mil millones de pesos, no posee la capacidad financiera para construir 70 aulas de cemento.

La Secretaría de Educación estatal, a cargo de ‎Sofialeticia Morales Garza, estima que para el inicio del ciclo escolar 2023-2024, el próximo 28 de agosto, se necesitan 170 aulas más debido al crecimiento poblacional.

Sin presupuesto

Sin embargo, el presupuesto que se asignó para el estado en 2023 mediante el Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM), del Presupuesto de Egresos de la Federación para Educación Básica, es insuficiente de acuerdo con lo expresado por la Secretaría en las bases de la licitación LA-UIE-00010-2023, relativa al servicio de arrendamiento de aulas móviles.

En el documento también se menciona que de acuerdo a la capacidad del Instituto Constructor de Infraestructura Física Educativa y Deportiva (ICIFED) del Anteproyecto de Construcción 2023, sólo puedan edificarse solamente alrededor de 100 aulas adicionales, de las 170 necesarias.

Ante esta situación, la apuesta de la Secretaría de Educación es arrendar más de 70 aulas móviles pequeñas, destinadas a municipios de la Zona Periférica y de la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM).

“Para proporcionar nuevos servicios educativos en los municipios de alto crecimiento poblacional con base en la información de preinscripciones y los estudios de factibilidad creación y ampliación de escuelas”, se menciona en las bases para la licitación de arrendamiento de estos salones educativos.

En el arranque del ciclo escolar pasado, ya se había presentado un déficit en la infraestructura de escuelas, además de falta de agua por el desabasto del líquido que vivió Nuevo León.

Licitación desierta

La licitación pública nacional con número LA-UIE-00010-2023 relativa al servicio de arrendamiento de aulas móviles, refiere que el proceso quedó desierto en el Sistema Electrónicas de Compras Públicas.

“No asistió proveedor alguno al presente acto de presentación propuestas técnicas y económicas, por lo cual se procede a declararla la presente como desierta”, dice el documento.

Hasta el momento la Secretaría no ha informado sí ha avanzado en la adquisición del servicio de arrendamiento de aulas móviles a poco menos de un mes de que inicie el ciclo escolar 2022-2023.

Aunque se necesitaban 3 mil tinacos para cubrir las necesidades básicas de los estudiantes, recientemente se lanzó una licitación para adquirir mil para el ciclo escolar que comenzará en breve.

Aulas insuficientes

La necesidad de 8 mil 815 niñas, niños y adolescentes de contar con un salón de clases de cemento, amplio y que cubra los requerimientos de seguridad y educativos nos será una realidad para los menores de municipios de la ZMM como García, Apodaca, Juárez y Escobedo.

Así como tampoco será posible para los niños de la Zona Periférica como Zuazua, Cadereyta, El Carmen, Ciénega de Flores, Pesquería Salinas Victoria.

Documentos revelan que se pretenden arrendar aulas móviles de 9 metros 75 centímetros de largo, con una tolerancia de 15 centímetros, y con un ancho de 3 metros 05 centímetros, con una tolerancia similar.

La altura de estos salones es de 2 metros 43 centímetros de piso a techo, con una tolerancia de más, menos de 15 centímetros. El piso, tipo tarima, se encuentra instalado sobre una estructura con bastidor y travesaños, la cual deberá estar cubierta de la intemperie.

Las aulas tienen un recubrimiento exterior de techo en lámina de acero totalmente sellado e impermeabilizado, mientras que el acabado interior de techo es de panel de yeso con acabado liso, de acuerdo con el documento.

La infraestructura en la educación básica no ha crecido en el mismo ritmo que la demanda, generando un rezago en la construcción de escuelas, reconoció la Secretaría de Educación estatal.

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