El Sello de Turismo Incluyente se proporciona a aquellas empresas turísticas que tienen conocimientos en materia de atención a personas con discapacidad. Foto: Especial

Inclusión, pendiente para la industria turística

Vacacionar en destinos nacionales es una opción muy limitada para las personas con discapacidad debido a la falta de infraestructura en estos lugares, realidad que, además de vulnerar sus derechos humanos, representa pérdidas económicas para la industria

México es referente mundial en turismo por sus playas, zonas arqueológicas, oferta gastronómica, de espectáculos y cultural; sin embargo, sus destinos carecen de accesibilidad para los visitantes con alguna discapacidad.

Lo anterior, no solo vulnera los derechos humanos de este sector poblacional, sino que deja fuera a la industria de un potencial mercado de turistas que regularmente viajan con al menos tres acompañantes, según especialistas.

La Organización Mundial del Turismo (OMT) destaca que esta forma de viajar contempla la creación de entornos de diseño universal, lo que ayuda, además, a quienes sufren una discapacidad temporal, a las familias con niños pequeños y a las personas mayores.

“Implica un proceso de colaboración entre los interesados para permitir a las personas con necesidades especiales de acceso (entre ellas la movilidad, visión, audición y cognición) funcionar independientemente, con igualdad y dignidad, gracias a una oferta de productos, servicios y entornos de turismo diseñados de manera universal”, indica el informe ‘Recomendaciones de la OMT por un turismo accesible para todos’.

Panorama nacional

Aunque en el territorio nacional la Secretaría de Turismo (Sectur) entrega desde el 2014 el Sello de Turismo Incluyente, para 2018, según datos del organismo, tan sólo 20 lugares contaban con este distintivo en todo el país.

De estos, diez ofrecen servicio de hospedaje, cuatro son operadoras de transporte, dos son hospitales, dos son museos, uno tiene el giro de centro ecoturístico y otro de restaurante.

Los estados en los que se encuentran son Durango (cuatro), Quintana Roo (tres), Nuevo León (tres), Querétaro (dos), Guanajuato (dos), Zacatecas (dos), Baja California (dos), Sonora (uno) y Chihuahua (uno).

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) difundidos en septiembre de 2022 a propósito del Día Mundial del Turismo, las entidades federativas con mayor valor agregado en actividades turísticas son Quintana Roo, Baja California Sur, Guerrero, Nayarit, Chiapas, Oaxaca, Yucatán, Michoacán, Morelos y Sinaloa.

De ese listado destaca que solo un destino cuenta con oferta de turismo accesible avalado por la Sectur.

El Sello de Turismo Incluyente se proporciona a aquellas empresas turísticas que tienen conocimientos en materia de atención a personas con discapacidad y cuentan con instalaciones exteriores e interiores, señalética y servicios de información adecuadas para brindar un servicio de calidad a dicho segmento de mercado.

‘No por vender, sí por conciencia’

En México hay dos grandes deudas para los turistas con necesidades especiales: proporcionarles la infraestructura y brindarles las herramientas necesarias para que puedan realizar turismo, afirma el doctor Víctor Alpízar, investigador del Centro de Investigaciones Turísticas del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

“INEGI reporta dos cifras, la primera es de 20 millones de personas con discapacidad, de las que seis millones tienen problemas de movilidad; si consideramos que por cada una de ellas viajan alrededor de tres personas para asistirlos, esa cifra se triplica. Pero parecería que las autoridades frenan que ese turismo pueda movilizarse precisamente por la deuda en cuanto a infraestructura”, explica.

Respecto al Sello de Turismo Incluyente, advierte que no existe una cifra sistematizada o constante de cuántas empresas lo tienen, lo que dificulta dar un seguimiento preciso al crecimiento de esta oferta.

El especialista detalla que en México se mide el turismo respecto a los 70 principales centros turísticos del país, que concentran alrededor del 90 por ciento de las actividades relacionadas con esta industria, particularmente en el rubro hotelero.

“Anualmente hay entre 370 y 380 mil habitaciones disponibles promedio, dependiendo el año, en 2022 hubo 362 mil, de las que únicamente el 2.4 por ciento están adaptadas para que una persona con movilidad limitada pueda disfrutar del hospedaje”, advierte.

Alpízar indica que no solamente se debe contemplar el turismo accesible por la ventaja económica, sino por la importancia de garantizar el derecho universal al turismo, establecido así por la OMT.

“Hay que llevarlo a la Ley Federal de Turismo, no por mercado, pero sí por conciencia. Establecer que en al menos estos 70 destinos turísticos que concentran el 90 por ciento de la actividad hotelera del país, tengan a su disposición elementos que les faciliten el acceso y la inclusión a estas personas”, comenta.

Iniciativas en desarrollo

Gerardo Muñoz, fundador y director de la empresa Factor Tres Accesibilidad, ubicada en Querétaro, destaca que es importante subrayar el beneficio económico que tiene para los empresarios abrirse al mercado del turismo inclusivo, aunado al compromiso social.

Factor Tres Accesibilidad tiene tres divisiones, una de las cuales diseña y fabrica ayudas técnicas para personas con discapacidad.

A partir de eso y la capacitación en materia de accesibilidad universal que imparte el especialista a compañías y gobiernos, así como de las actividades de turismo inclusivo que ha llevado a cabo, nació F3 Traveling, una iniciativa que busca implementar infraestructura y recursos humanos en destinos turísticos  para brindar accesibilidad universal.

“Uno de los principales problemas es cómo vas a adaptar una cadena o un itinerario al turismo inclusivo. Tú puedes adaptar un hotel o una playa y pueden ser súper accesibles, pero si cerca hay zonas arqueológicas o una selva, a esos lugares ya no puede acceder una persona con discapacidad.

“Finalmente no estás creando una inclusión, estás creando una integración. Inclusión se trata de que todos participemos en condiciones de equidad, si yo quiero ir a jugar voleibol en la playa o a bailar, también la persona con discapacidad tiene derecho a hacerlo”, comenta.

De este modo, la empresa desarrolló un kit que está por probarse en los Pueblos Mágicos de Querétaro y contiene rampas portátiles de aluminio para librar escalones o banquetas; camionetas adaptadas para transportar a los viajeros y sillas motorizadas; entre otros aditamentos, para adaptarlos a la arquitectura local.

En el caso de los turistas con discapacidad visual o auditiva, la propuesta contempla emplear a personal capacitado y dispositivos especializados, como intérpretes de lengua de señas o dispositivos tecnológicos con audio descripción.