Los campeones mundiales de minibásquetbol llegaron ayer a Los Ángeles (LA), donde fueron recibidos como héroes por una comunidad oaxaqueña que los exaltó como modelo a seguir, orgullo indígena y mexicano.
Los niños –la mayoría de la etnia triqui de Oaxaca– vienen de regiones muy pobres, y es precisamente por superar el estigma de jugar sin zapatos, la discriminación y el racismo, que se han convertido en héroes.
En las próximas dos semanas, los pequeños basquetbolistas conocidos por jugar descalzos, asistirán a un partido de los Lakers, visitarán Disneylandia y la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), además de jugar partidos con otros menores, adultos y periodistas.
“Pese a que tienen todo en su contra, estos niños han demostrado su fuerza triunfadora en la cancha del baloncesto”, dijo Gerardo Vásquez, presidente de la Federación Oaxaqueña de Comunidades y Organizaciones Indígenas en California.
(Fuente: AP)