Encuentros y desencuentros

Andrés Manuel López Obrador se comprometió a defender los derechos humanos de todos los mexicanos y a ver por los grupos más vulnerables, promesas que quedaron en letra muerta al quitarle recursos a los programas encargados de velar por las mujeres y los menores de edad

Aunque el discurso del actual gobierno es de que se procurarán y respetarán los derechos humanos, en la realidad sus acciones han lastimado a las mujeres de todo el país.

Se trata no sólo del recorte presupuestal, sino incluso de la falta de nombramientos en instituciones que llevan la batuta en la política de género del país.

Hace unos días se concretó la llegada al Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) de Nadine Gasman Zylbermann, quien fuera representante de la Oficina de ONU Mujeres en Brasil y especialista en Salud Pública.

Luego de su toma de protesta, el 25 de febrero pasado, Gasman señaló que las mujeres deben ser protagonistas en la llamada “cuarta transformación”.

“Sólo será posible si las mujeres, en toda su diversidad, participan en todos los planos de la vida política, económica y social; sin discriminación y en condiciones de igualdad con los hombres”, sostuvo.

Gasman ha planteado que bajo su batuta, el Inmujeres trabajará en una revisión a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y la homologación del delito de feminicidio en todo el país

Sin embargo, otra de las instituciones encargadas de temas de género sigue sin tener a una responsable de sus acciones, pues no se ha nombrado a quien será su directora

Se trata de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), dependiente de la Secretaría de Gobernación y cuya labor principal es diseñar la política nacional para promover la eliminación de la violencia contra las mujeres

Entre sus labores están las de coordinar los centros de justicia para mujeres, evaluar a quiénes se otorgarán los subsidios para refugios y coordinar a los tres niveles de gobierno en temas como las alertas de género.

A pesar de la postura pública del Gobierno federal sobre el asunto, hay un desencuentro también en temas presupuestales.

Algunos de los programas más emblemáticos de atención a las mujeres sufrieron recortes para este año o tuvieron aumentos marginales.

Los más golpeados fueron los programas de estancias infantiles para madres trabajadoras, uno manejado por la Secretaría de Salud y otro por la Secretaría de Bienestar.

En el caso de las estancias manejadas por Salud, para el 2019 tuvieron un recorte de 89 millones de pesos, al pasar de 237.4 millones en el 2018 a 148.4 millones de pesos en el 2019; esto representó una disminución del 37.4 por ciento

En las que están bajo el ala de la Secretaría de Bienestar, el recorte llegó al 50 por ciento, pues pasaron de 4 mil 70 millones de pesos a 2 mil 41 millones de pesos; la disminución fue de 2 mil 28 millones de pesos.

El programa de Salud Materna, Sexual y Reproductiva también tuvo una disminución de 0.25 por ciento.

El presupuesto del Inmujeres tuvo un crecimiento de apenas el 2.47 por ciento, y para el 2019 tendrá recursos por 802.1 millones de pesos.

La Conavim aumentó en sólo 1.6 por ciento sus ingresos, y para este año ejercerá recursos por 260.4 millones de pesos.

En tanto, el Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF) tuvo un crecimiento de apenas el 5.8 por ciento y tiene un presupuesto de 278.5 millones de pesos para este año.

Deficiencias en el presupuesto

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) determinó en su Informe de la Cuenta Pública 2017 que el diseño presupuestario para la agenda de género no cumple con todas las metas establecidas para procurar el bienestar de las mujeres.

De 2007 a 2017, el presupuesto ejercido de la política pública de igualdad de género fue de 364 mil 158 millones de pesos, un promedio de 33 mil 105 millones de pesos anuales.

En su evaluación particular “Política Pública de Igualdad de Género”, la ASF señala que en el 2017, sólo 15 de 110 programas, el 13.6 por ciento, que se encontraban dentro del Programa para la Igualdad entre Mujeres y Hombres (ProIgualdad) se vincularon con la problemática.

Los resultados, sin embargo, tienen diferencias dependiendo del aspecto que se haya evaluado

Por ejemplo, según el Índice Global de Brechas de Género, realizado por el Foro Económico Mundial, México avanzó 12 lugares al pasar de la posición 93 a la 81.

En el Índice de Desigualdad de Género, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el país retrocedió 2 puestos en el periodo, ya que en 2010 obtuvo la posición 73 y en 2017, la 75.

Sin embargo, la ASF deja claro que no es posible determinar si el avance en estos puntos sea atribuible a la labor del Gobierno federal, pues no existen indicadores que permitan medir la incidencia de estas acciones en el mejoramiento de la situación de las mujeres.

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