Votar por ‘El Chango’ o ‘El Bigotes’

02 de Jun, 2017

“(El apodo es) la inmejorable posibilidad de decirle a la gente que el candidato es pueblo, igual que el votante”

De entre la lista de los candidatos que el electorado tendrá para seleccionar como sus próximas autoridades en el estado de Nayarit, no sólo podrá elegir de entre los partidos políticos, también tendrá que decidir si vota por “El Chango” o por “El Bigotes”, por “La Güera” o por “El Zorrillo”, por “El Araña” o “El Camarón”.

Parece chusco, pero muchos candidatos en este proceso electoral, a fin de captar mayor cantidad de votos, le han apostado más a sus apodos que a sus nombres oficiales, valiéndose así de la posibilidad que ahora ofrece la Ley Electoral para que los aspirantes a cargos de gobierno puedan aparecer en las boletas con el apodo que mejor les guste.

La Ley Electoral de Nayarit fue modificada en función de la ratificación que hiciera en mayo del 2012 el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en donde se avaló lo dispuesto por el entonces Instituto Electoral Federal (IFE), para que en las boletas oficiales se utilizara el apodo de candidatos, solo después del nombre oficial de los aspirantes.

De acuerdo a lo establecido en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), se autoriza el uso de sobrenombres de cualquier candidato, siempre y cuando este se inscriba después del nombre y apellidos oficiales de los que aspiran a los cargos de elección.

De esa forma, hoy en Nayarit, un total de mil 179 candidatos, entre propietarios y suplentes a cargos de gobierno, han optado por modificar su nombre con el que el electorado los pueda identificar, utilizando mayormente los apodos con los que popularmente son conocidos en su vida cotidiana.

Futuro gobernador con apodo

Los primeros en hacer valer este recurso legal, a fin de alcanzar una mayor presencia en el electorado, son los candidatos a la gubernatura del estado, en donde seis de los ocho aspirantes aparecerán en las boletas electorales con variaciones de su nombre oficial.

Los únicos dos candidatos a gobernador que no recurrieron a este recurso popular, y que en las boletas aparecerán con su nombre tal como está en su acta de nacimiento, son los aspirantes independientes Víctor Manuel Chávez Vázquez y Antonio Antón Bañuelos.

Pero lo que sí van con nombres agregados son el candidato del PAN-PRD-PT-PRS, Antonio Echevarría García, que aparecerá también como “Toño Echevarría”; el candidato del PRI-PVEM-PANAL, Manuel Humberto Cota Jiménez, que prefirió “Manuel Cota”; y el candidato de Movimiento Ciudadano, Raúl José Mejía González, se leerá “Raúl Mejía” en la boleta.

El candidato de Morena, Miguel Ángel Navarro Quintero, aparecerá con el agregado de “Dr. Miguel Ángel Navarro Quintero”; el candidato del PES, Francisco Javier Zapata Pérez, con el apodo de “Zapata”, mientras que el candidato independiente Hilario Ramírez Villanueva volverá a utilizar su popular apodo: “Layín”.

Nombres como en Facebook

No se trata de chacoteo para lograr la votación, es más bien aprovechar la popularidad que muchos candidatos tienen por su presencia en las redes sociales, principalmente en Facebook.

“A muchos candidatos se les conoce más por su activismo en redes sociales, antes que por su participación política”, dijo el abogado Paulo Barajas Zavala.

De acuerdo al jurista, estudioso también de la sociología, el uso de los apodos de los que muchos candidatos hoy se valen para ser identificados en las boletas, no es otra cosa que el reflejo de la importancia que hoy tienen las redes sociales.

“Muchos de ellos han hecho campaña sólo a través del Facebook y le apuestan a que se les reconozca como aparecen en esa red social”, detalló.

Barajas Zavala dijo que si los candidatos a cargos de elección, principalmente regidores y diputados de Mayoría Relativa, sólo contienden con sus nombres oficiales, muchos de los votantes no sabrían de quiénes se trata.

“Por eso le apuestan a la personalidad virtual que se han forjado en las redes sociales o, en el mejor de los casos, dentro de su entorno social, en donde el apodo es una inmejorable carta de presentación”.

El apodo, detalló, es la cara de guerra de muchos de los candidatos, con la que también se pretende sumar votos.

“Es a la vez la inmejorable posibilidad de decirle a la gente que el candidato es pueblo, igual que el votante.

“Es una especie de compromiso de clase con el electorado, al que se le intenta explicar en códigos herméticos que no se le va a fallar desde el cargo de gobierno, si se le permite llegar”, explicó Barajas Zavala.

Más casual

Un total de mil 179 candidatos, entre propietarios y suplentes, modificaron su nombre en la boleta

>> 15%

Agregó su oficio o profesión

>> 76%

De los candidatos pidieron su nombre de pila como apodo

>> 9%

Utilizó apodos que no tienen qué ver con su nombre u oficio

¿Cómo dice?

Los apodos que aparecerán en las boletas en Nayarit son sui generis:

Los reflejan su oficio como:

 “Dr. Heliodoro”, la “Mtra. Catita”, el “Doctor Víctor”, la “Maestra Lorena”, “El Contador”, “Doctor Murray”, “El Ingeniero Enrique”, “Lic. Héctor”, o “El Carpintero”.

Los que hacen referencia a la personalidad o características del candidato, como:

 “El Mono” “La Yegua”, “El Pana”, La Goya”, “Carruy”, “Médico Pluma”, “La Cuata” y “Citrus Limón”.

Otros podrían dejar sin palabras a los electores:

“Fugio”, “Yesi de Dios”, “Pay”, “El Bodo”, “Payo”, “El Campanas”, “Carruy”, “Managuito”, “Charranas”, “La Choco”, “Pancho Mundiales”.

Y obligarán a reflexionar la tendencia del voto:

“El Güero Lamas”, “El Coquín”, la “Seño Ana”, “El Mike” “El Peñita”, “Titiyo”, “Popiyo”, “La Barbie”, el “Lechuga”, el “Calbillo”, “Teto”, “Conchas”, “Chona”, “El Capu”, “Mary de Fito” y “Tutú”.

Organizaciones civiles que registraron a candidatos independientes:

“Por los Pueblos de Bahía A. C.”, que abandera al cantante “El Chapo de Sinaloa”; “Por un Buen Tino”, de Florentino Topete de Jesús;  y “Caminado Diario Ayudo a la gente”, de Griselda Sandoval Luna.