El turismo que no se espanta

Como es bien sabido, el turismo es una de las industrias principales en México. Entre las populares playas y los lugares folklóricos, este sector se ha arraigado para volverse un bloque importante en la economía.

Es la tercera industria que más produce divisas para el país, detrás de las remesas y el petróleo, y es además una importante fuente de ingresos.

Eduardo Flores Eduardo Flores Publicado el
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17.7
mil millones de dólares son los ingresos por turismo
Debido a que los gobiernos extranjeros recomendaban no visitar el país, se redujo el flujo de turistas
El total de turistas que se espera para este año es de más de 24 millones de personas
A pesar del panorama negativo que el país ha tenido en los últimos años –más visiblemente en la cuestión de criminalidad– la industria del turismo parece no rendirse

Como es bien sabido, el turismo es una de las industrias principales en México. Entre las populares playas y los lugares folklóricos, este sector se ha arraigado para volverse un bloque importante en la economía.

Es la tercera industria que más produce divisas para el país, detrás de las remesas y el petróleo, y es además una importante fuente de ingresos.

Según el WTTC (Consejo de Viajes y Turismo Mundial) la industria del turismo generó directa e indirectamente un total de 6.6 millones de empleos en el 2011. Esto se traduce en el 14.8 por ciento del total de la fuerza laboral. 

Resulta evidente por lo tanto, que se trata de una industria que vale la pena cuidar. 

No obstante, un problema con el turismo es que tiene la peculiaridad de que su éxito o fracaso depende de factores que están fuera del control de los administradores de los hoteles y las agencias de viaje.

Tanto los desastres naturales, como el incremento en la inseguridad, o el ingreso de los países que visitan el país, afectan de manera directa los ingresos del turismo.

A pesar del panorama negativo que el país ha tenido en los últimos años – más visiblemente en la cuestión de criminalidad – la industria del turismo parece no rendirse.

El último reporte trimestral de Business Monitor International se nota una nota esperanzadora, pero también cautelosa: hay riesgos a la vista para el panorama mexicano. 

El principal riesgo que vislumbran expertos en el corto plazo es la desaceleración de la economía de Estados Unidos, que amenaza con golpear a los bolsillos de los viajeros más frecuentes a México.

La economía del vecino del norte sigue sin producir empleos, y los ciudadanos se encuentran en medio de lo que se llama un des apalancamiento de deuda, es decir que están pagando sus deudas antes de pensar en viajar. 

Y si bien la gran mayoría de los turistas, el 78 por ciento específicamente, continúan siendo de Estados Unidos y Canadá, en el 2012 se espera una reducción de 0.86 por ciento menos que el año pasado. 

Pero otro importante riesgo es la percepción de inseguridad que se tiene del país. 

Con más de 60 mil muertos, y constantes menciones en las noticias sobre reos fugados y homicidios en plena calle, es un tema que ha asustado a más de uno.

De hecho, CBC News hizo un reportaje especial para llegar al fondo del tema, al contactar a Walter McKay, un consultor canadiense de seguridad en México que previamente había sido detective para la ciudad de Vancouver. 

El detective expone que la seguridad en los lugares turísticos sigue siendo muy buena y que no hay razón de preocuparse si tus intenciones es venir a disfrutar del sol y el tequila a México.

Es un país de grandes contrastes porque Cancún, por ejemplo, sigue estando igual o más segura que muchas partes en Estados Unidos, mientras que Ciudad Juárez ha visto más asesinatos que algunos países enteros. 

Pero a pesar de que la mayoría de los expertos concuerdan en que viajar a nuestro país sigue siendo seguro, no se puede ignorar que las constantes malas noticias no han tenido su efecto negativo.

Por ejemplo, muchos viajeros frecuentes hacen caso a las advertencias del Departamento de Estado de Estados Unidos para no viajar a lugares inestables o peligrosos. 

Tijuana, Ciudad Juárez, Manzanillo, Morelia, Monterrey, Reynosa, Huatulco, Nogales, así como los estados completos de Aguascalientes, Coahuila, Chihuahua, Durango, Veracruz, Guerrero, Morelos, Nayarit y Jalisco tienen al menos una alerta de viaje. 

Todas estas razones son más que suficiente para que México, como estrategia mercantil, vea a otros horizontes. 

Diversificar el origen del turismo

En entrevista con el Los Angeles Times, la Secretaria de Turismo, Gloria Guevara menciona que se ha dado un giro de estrategia hacia turistas de otras nacionalidades con el fin de no depender tanto de los turistas estadounidenses.

Esto incluye más facilidades para obtener visas de turista por internet, poder ingresar con visas de Estados Unidos o simplemente retirar la necesidad de ella para algunos países de América Latina. 

Así mismo, habla de una fuerte inversión en infraestructura turística en lugares como Oaxaca.

Y al menos hasta hoy, parece que ha funcionado. 

El alza en el turismo que se vivirá durante el 2012 se concentra en países que antes estaban fuera de vista de las autoridades turísticas

Aunque es cierto que el volumen de turistas que vienen de Asia y Europa es considerablemente menor que los de Norteamérica, el incremento porcentual es de llamar la atención.

En Europa este año vendrán 40.68 por ciento de turistas más que durante el 2011. De la misma manera los turistas de Asia aumentaron en 18.34 por ciento. Del 2009 al 2012 los turistas europeos aumentaron en casi un millón. 

En los datos oficiales de la Secretaría del Turismo se nota una tendencia parecida, los ciudadanos de países más modestos en cuanto a ingreso no parecen estar asustados por la violencia que se vive en el país.

Este parece ser el caso de los Venezolanos, que sufren de una tasa de homicidio más alta que la mexicana, quienes han aprovechado las facilidades que está ofreciendo la nueva estrategia de turismo nacional.

La cantidad de turistas provenientes de ese país ha incrementado más del 45 por ciento respecto a los mismos meses del año pasado (enero a agosto).

La industria que no se rinde

Las buenas noticias es que si bien las percepciones sobre una inminente desaceleración estadounidense y los crímenes violentos que se viven a raíz de la guerra contra las drogas,  no parecen haber golpeado de manera importante a la industria.

El reporte de BMI subraya que la inversión privada en turismo incrementó en 5.5 por ciento durante el 2011, alcanzando un total de 3.7 mil millones de dólares. De este total, 1.9 mil millones fue destinado a expandir la oferta hotelera, lo que es una señal de mejores expectativas en el sector.

De hecho, en medio de uno de los años con más homicidios en la historia reciente del país, y contrario a lo que normalmente se pensaría, México está por romper récord en cuanto a turistas que ingresan al país, según datos de la Secretaria del Turismo Federal. 

El total de turistas que se espera para este año es de más de 24 millones de personas, un aumento considerable de los 21 millones que ingresaron durante el 2009. 

Durante estos años también han aumentado las noches que los turistas duermen en hotel de un 51 millones 278 mil a 57 millones 971 mil.

Un sexenio complicado

El impulso al turismo como industria a desarrollar se vio inmerso en un sexenio de los más retadores para los creadores de la política. En principio, se debe evaluar que el ambiente para el último sexenio en cuanto al turismo se vio envuelto en una serie de graves y variadas circunstancias externas que afectaron de forma negativa sector de turismo.

Entre una recesión económica internacional, un aumento en la inseguridad, y eventos inesperados como la propagación del virus H1N1 además de una serie de temporadas climáticas envuelta con huracanes y tormentas dañinas para el turismo; los retos para la industria del turismo fueron tremendas.

Ante el incremento de la percepción de inseguridad en el país, el gobierno de Estados Unidos publicó una advertencia a los vacacionistas estadounidenses sobre como las condiciones de seguridad de México no son aptas para el turismo y que los ciudadanos estadounidenses deberían de aplazar los viajes no-esenciales.

Aún así, las políticas establecidas por la Fonatur, además de los diversos incentivos al turismo y desarrollo de puntos turísticos en el país, pudieron enfrentar los distintos retos externos en los últimos tres años. También, ante la recomendación negativa de Estados Unidos para vacacionistas a México, se ha tenido que diversificar la estrategia de  atracción de turistas. Importantes iniciativas en Asia Oriental y Rusia han auspiciado un resurgimiento del turismo nacional. En el 2011, más de 27 mil turistas rusos visitaron México y se espera que el flujo se aumente hasta 100,000 personas en los siguientes dos años.

Un estudio de la Secretaría del Turismo notó que de los 70 centros turísitcos más importantes del país, el promedio de cuartos de hotel ocupados ha ido en ascenso desde el 2010, aumentando un 3.2 por ciento para el 2011 y cerca de un 12 por ciento para el 2012. Esto equivale a 183 mil cuartos de hotel ocupados anualmente.

Saber reaccionar

El ejemplo más claro de cómo el turismo puede ser afectado por un shock externo a la industria es el caso de la influenza A(H1N1). 

Esta mutación de la enfermedad original que permitía el contagio entre personas resultó en una reducción importante de los ingresos de dicho sector.

Durante los meses en donde se tuvo el pico alto de casos de esta infección se observaron reducciones importantes en el consumo generado por el turismo.

En mayo del 2010 se reportó una reducción del gasto en turismo del 52 por ciento respecto al año anterior, en junio se redujo en 36 por ciento, también respecto al año anterior. 

Debido a que los gobiernos extranjeros recomendaban no visitar el país, se redujo el flujo de turistas. Además los sistemas de transporte público en el país se detuvieron considerablemente.

Una caída abrupta e inesperada, puede ser muy dañina, ya que se incurre en pérdidas que son imposibles de prever. Debido a esto el gobierno debe de tener especial cuidado para proteger a las industrias más vulnerables.

Y también ofrece una lección valiosa: en el caso del turismo, el miedo a la enfermedad afecta más que el de la violencia.

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