Una de las afectaciones más relevantes que podría causar el cambio climático en Puerto Vallarta, es la probable reducción de la provisión de agua potable. Foto: Especial

Economía de Puerto Vallarta a la baja por Cambio Climático

El cambio climático podría generar afectaciones económicas anuales en el destino turístico conformado por Puerto Vallarta y la Riviera Nayarit de hasta 276 millones de dólares en el mediano plazo, además de un déficit importante de agua potable

El destino turístico conformado por Puerto Vallarta y la Riviera Nayarit podría enfrentar pérdidas económicas anuales por hasta 276 millones de dólares en el mediano plazo debido a los impactos que generará el cambio climático sobre sus activos empresariales, la infraestructura estratégica del sitio y sus ecosistemas.

Lo anterior forma parte de las conclusiones del estudio denominado “Análisis del riesgo económico causado por el cambio climático en tres destinos turísticos en México-Reporte para la Riviera Nayarit-Jalisco, México, 2020”, que contó con el financiamiento del Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza y Seguridad Nuclear (BMU) de Alemania.

El análisis, elaborado por instancias federales como la Secretaría de Turismo, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), planteó un objetivo innovador para el sector turístico de Puerto Vallarta y la Riviera Nayarit:

“Ofrece por primera vez al sector del turismo, un acercamiento sobre el costo económico de los daños que podría ocasionar el cambio climático, tanto a los activos empresariales y la infraestructura estratégica, como a los activos naturales y los servicios ecosistémicos de los cuáles depende el turismo”, se mencionó en el documento.

El impacto económico que generará el cambio climático sobre el sector turístico en Puerto Vallarta y la Riviera Nayarit en los próximos años fue estimado tomando en consideración los múltiples efectos que dicho fenómeno podría provocar en la región, y para lo cual se utilizó la información plasmada en instrumentos como el Programa Estatal de Acción ante el Cambio Climático (PEACC) del Gobierno de Jalisco.

El Análisis del riesgo económico causado por el cambio climático menciona al respecto, “en las próximas décadas, la Riviera Nayarit-Jalisco enfrentará condiciones de mayor temperatura y una diferente variabilidad en sus lluvias; además de cambios en la frecuencia e intensidad de amenazas como: los huracanes, las inundaciones (por marea de tormenta o fluviales), las sequías, los deslizamientos de laderas, las olas de calor, los incendios forestales, el aumento del nivel del mar, la erosión costera y la refracción del oleaje”.

De esta manera, luego de estudiar las afectaciones que traería el cambio climático sobre los “servicios ecosistémicos” que requiere ese destino turístico (Impactos en la provisión de agua, en la regulación de inundaciones y en la belleza escénica), así como sobre los activos empresariales y la infraestructura estratégica por fenómenos como inundaciones, deslizamientos de laderas, vientos huracanados y mareas de tormenta, se concluyó:

“Los impactos del cambio climático en la Riviera Nayarit-Jalisco podrían ocasionar pérdidas anuales entre 194.08 y $227.18 millones de dólares a corto plazo (2030); y entre $244.87 y $276 millones de dólares a mediano plazo (2060). Esto al considerar un escenario crítico en el que no se implementan medidas de mitigación y adaptación”.

Déficit de agua potable

Una de las afectaciones más relevantes que podría causar el cambio climático en Puerto Vallarta, tanto por sus secuelas económicas como sociales, es la probable reducción de la provisión de agua potable para los habitantes y visitantes del sitio y, en general, para la sostenibilidad de sus actividades económicas.

El problema central consiste en que el principal acuífero que alimenta hoy en día al destino turístico ya se encuentra sobreexplotado, y todo indica que el cambio climático provocará una disminución de su capacidad de recarga, lo que terminará haciendo más costoso ese servicio público fundamental para el sector turístico.

Actualmente, el agua potable que se consume en el destino turístico Riviera Nayarit-Jalisco, proviene de los acuíferos Puerto Vallarta (51 por ciento), Valle de Banderas (30 por ciento), Punta de Mita (3 por ciento) y Zacualpan-Las Varas (16 por ciento). De toda el agua consumida en un año, el 83 por ciento se destina para uso público urbano y servicios (aquí se incluyen las actividades turísticas), y el resto se utiliza para el sector agrícola (14.31 por ciento), el sector pecuario (0.02 por ciento), el uso doméstico (0.02 por ciento) y el consumo industrial (0.84 por ciento).

Por lo tanto, es el acuífero Puerto Vallarta el que ya está siendo sobreexplotado por las autoridades, y el que podría empeorar aún más su condición con la intensificación progresiva del cambio climático:

En breve, Puerto Vallarta podría dejar de contar con el agua suficiente para mantener los servicios turísticos. Foto: Especial
En breve, Puerto Vallarta podría dejar de contar con el agua suficiente para mantener los servicios turísticos. Foto: Especial

“De acuerdo con datos de Conagua, de los cuatro acuíferos que proveen el vital líquido al destino de Riviera Nayarit-Jalisco, el acuífero de Puerto Vallarta se encuentra sobreexplotado, es decir que cada año se extrae una cantidad de agua mayor al volumen de recarga natural. Cabe mencionar que este representa el 51.10 por ciento del agua concesionada en el destino”, y complementa:

“El cambio climático podría ocasionar una reducción en la precipitación y un aumento de temperatura. Como consecuencia de esta situación se espera un cambio en la distribución de los activos naturales y por consiguiente una menor recarga del acuífero”.

Encarece agua potable

Los efectos climáticos sobre el destino turístico “podrían afectar entre un 0.15 por ciento a 0.17 por ciento la recarga de los acuíferos de Riviera Nayarit-Jalisco en el corto plazo (2030), mientras que en el mediano plazo (2060), la disminución de la reducción de la recarga se encontraría entre el 11.56 por ciento y 22.47 por ciento”.

Enfrentar este “déficit en el suministro de agua”, mientras aumenta la demanda del líquido por el crecimiento urbano y turístico que está proyectado, probablemente generará la necesidad de buscar fuentes alternas de abastecimiento, todo lo cual redundará en un impacto económico –ya incluido en la estimación total-:

“A corto plazo (2030) se espera un incremento del 52 por ciento en el costo de provisión de agua, principalmente por el volumen de agua requerida. Mientras que a mediano plazo (2060) el costo podría incrementar hasta en un 188 por ciento alcanzando hasta $74.42 millones de dólares, en caso de proveer agua por medio de una planta desalinizadora”.

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