Hasta un tercio de todo el territorio de México estaría bajo control de las organizaciones criminales. Foto: Especial

Detectan casi 300 retenes de sujetos armados durante el Gobierno de AMLO

El Estado mexicano no es capaz de recuperar el control territorial en diversas regiones del país. Registros de la Guardia Nacional y de la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán, revelan que durante la actual administración, se han contabilizado casi 300 retenes instalados por grupos criminales

Durante el Gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, las autoridades mexicanas han tenido conocimiento de casi 300 retenes instalados por sujetos armados en diversos puntos del país, tan solo considerando los registros que elaboran en esta materia tanto la Guardia Nacional como el Gobierno del Estado de Michoacán.

Recientemente cobraron notoriedad las declaraciones del presidente en las que mencionó que los “servidores de la nación” que distribuyen los programas sociales del Gobierno de México, son “respetados” en los retenes que instalan los grupos delictivos, al ser identificados como tales por el chaleco oficial que portan.

En este sentido, los archivos que proporciona vía transparencia la Guardia Nacional, indican que durante la administración de López Obrador, ha registrado al menos 119 retenes que implementan las organizaciones delictivas para controlar tanto el tránsito de las personas en sus áreas de influencia como la vida interna de las comunidades.

Sin embargo, Reporte Índigo requirió también la misma información al Gobierno de Michoacán, por tratarse de una entidad donde este tipo de bloqueos en las vialidades son muy utilizados por parte de los grupos delictivos que se disputan permanentemente su territorio.

En este caso, la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán reportó que en el periodo 2019-2022, tuvo conocimiento de al menos 169 de estos retenes en los municipios y comunidades del estado, los cuales clasifica en sus registros como “Bloqueo o corte de vías de comunicación”.

De esta manera, al considerar tanto los registros de la Guardia Nacional, como los de índole local que elabora la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán, se obtiene que entre ambas instituciones han tenido conocimiento de 288 de estos retenes de civiles armados que se han vuelto parte del paisaje cotidiano del país.

Según la información que proporcionó la Guardia Nacional, las entidades federativas donde ha registrado el mayor número de retenes durante la administración de López Obrador, son las siguientes: Puebla, en el primer sitio, con 39; Veracruz, en el segundo lugar, con 12; Sonora, en tercero, con siete; el Estado de México, en cuarto lugar, con cinco y, en el quinto sitio, Guanajuato, con cuatro.

Con tres retenes aparecen los estados de Michoacán, Nuevo León, Querétaro y Zacatecas; y con dos de estos bloqueos las siguientes entidades: Chihuahua, Durango, Guerrero, Hidalgo, Sinaloa y Tamaulipas (Recurso de Revisión  RRA 14196/22).

Por su parte, la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán indica que los 10 municipios del estado con la mayor problemática originada por los retenes ilegales son los siguientes: Morelia, en el primer sitio, con 41; Buenavista, en segundo, con 14; los municipios de Aguililla,  Apatzingán y Coalcomán que aparecen con ocho cada uno; seguidos por Nueva Italia, Paracho y Uruapan, que aparecen con cinco cada uno; y finalmente, Lombardia y Zinapecuaro, que tienen tres cada uno (recurso de revisión Imaip/Revisión/1007/2022).

Control territorial

Las declaraciones que dio el presidente López Obrador y que despertaron cuestionamientos, ya que parecen normalizar la existencia de los retenes ilegales en el país, así como el control territorial que ejercen los grupos criminales, se originaron el 29 de mayo pasado.

“Hay casos en donde detienen a alguien de los que trabajan en las comunidades, algún grupo de la delincuencia, y usan los que trabajan en las comunidades un chaleco, y ya los identifican y los respetan.

“Me contaron hace poco que le dijo: ‘No le ha llegado el apoyo a mi abuelita’, le dijo un muchacho a un servidor de la nación, que estaban en un retén y tenían que ir a trabajar los promotores —que mi respeto para ellos porque están abajo, en el territorio, territorio, no escritorio— y le dijo: —Bueno, ¿dónde vive tu abuelita? —Pues en tal pueblo. —Dame los datos, no, cómo te voy a dar los datos. —Pues, entonces no se puede. —Bueno, cuando regreses alguien te va a entregar los datos”, relato el primer mandatario del país.

El 17 de marzo de 2021, el general Glen VanHerk, jefe del Comando Norte de Estados Unidos, afirmó públicamente que hasta un tercio de todo el territorio de México estaría bajo control de las organizaciones criminales.

VanHerk declaró que el “narcotráfico, migración, tráfico humano, todos son síntomas de las organizaciones criminales trasnacionales que operan con frecuencia en zonas sin gobierno: 30-35 por ciento de México, y eso es lo que está creando algunas de las cosas que enfrentamos en la frontera”.

Sin embargo, en esa ocasión, y tras las afirmaciones del general estadounidense, el presidente López Obrador negó que fueran correctas.

El 18 de marzo de 2021, cuando se le pidió su opinión al respecto, el mandatario respondió que era falso.

“Pues que no es cierto lo que se sostiene, pero respetamos las opiniones de todos. Nosotros vamos a seguir teniendo buenas relaciones con el gobierno de Estados Unidos, no nos vamos a pelear”.

Soberanía ‘narco’

El 12 de julio de 2022, el Woodrow Wilson Center publicó un artículo del consultor independiente en seguridad, Ricardo Márquez Blas, titulado “La Derrota del Estado Mexicano”, donde se retoman las declaraciones del jefe del Comando Norte de Estados Unidos.

“El Estado mexicano está técnicamente derrotado porque la pacificación, la recuperación del orden y la tranquilidad están más allá de sus actuales capacidades. La tarea de recuperar el control y reconstruir las capacidades institucionales del Estado tomará décadas.

“El Estado mexicano no solo ha perdido el control territorial de numerosas zonas geográficas: en esas áreas la soberanía y la gobernabilidad han pasado a manos del crimen organizado. No están simplemente extraviadas y a la deriva.

“En esos territorios la sociedad ha quedado desprotegida y a merced de las circunstancias. A la ya conocida ‘pax narca’ ahora hay que agregarle grados más profundos de perversión e involución del orden social: la soberanía y gobernabilidad narcas” , acusa el documento.