Nayarit es la entidad donde se concentra la mayor parte de la producción de tabaco con 90 por ciento. Foto: Especial

Desafíos regulatorios, ‘cobro de piso’ y escasez de mano de obra transforman la industria tabacalera

La producción en los campos mexicanos vive una metamorfosis constante debido a reglas cada vez más estrictas a las que se suman problemas como el ‘cobro de piso’ y la falta de mano de obra en los campos

El mercado del cigarro vive un momento de cambio ante un marco regulatorio más estricto en materia de salud y la presión de autoridades y organizaciones civiles que piden estrategias más eficaces para prevenir el consumo de este producto y sus derivados.

Y es que la producción del tabaco en México ha tenido un auge sostenido en las últimas décadas aun con la lupa que le han puesto asociaciones civiles y autoridades en los últimos años.

Gastón Zambrano, director de Asuntos Corporativos de British American Tobacco (BAT) en México y Latinoamérica del Norte, tiene claro que la industria enfrenta varios desafíos, uno de los más importantes es el mercado ilegal, el crimen organizado y la demanda de mano de obra.

“Mucho del tabaco que se extrae en el campo bajo amenazas va a parar a la industria ilegal de cigarros. Hoy el 20 por ciento del mercado en México es producto ilegal. Por eso creemos que se debe realizar un esfuerzo en conjunto con las autoridades para frenar este problema”, sostiene.

Añade que “hay una derrama económica de más de 2 mil millones de pesos por mercado tabacalero solo en Nayarit. Las perspectivas de crecimiento son optimistas. Aunque uno de los mayores problemas que enfrentamos es la comercialización de cigarros ilegales y también la compra y venta ilegal de la hoja de tabaco”.

En entrevista con Reporte Índigo, el directivo afirma que las proyecciones de este mercado en el territorio nacional son favorables. Según sus datos, para este año estiman producir 19 mil toneladas de tabaco, esto es 28 por ciento más comparado con el año anterior.

“La industria del tabaco es la más regulada a nivel nacional. Estamos hablando de medidas desde el año 2008 con la Ley General para el Control del Tabaco y desde ahí se ha venido actualizando esta ley. Justo por ello esta industria se tiene que adaptar y hoy estamos viviendo una transformación”, indica Zambrano.

Agrega, por ejemplo, que la rentabilidad de una hectárea de hoja de tabaco puede llegar a ser hasta cuatro veces superior a la de otros cultivos y se estima que puede cotizarse entre 130 mil y 150 mil pesos, en comparación con los 20 mil o 30 mil pesos que producen otros productos como el frijol o el maíz.

Según Gastón Zambrano, una de las medidas que más han impulsado es la de promover productos de riesgo reducido como los vapeadores o calentadores de tabaco, los cuales –asegura– van enfocados para personas que buscan dejar de fumar o reducir su consumo.

“Hay una evolución en el mercado del tabaco y nos estamos adaptando. La prohibición en este sector ha traído más problemas que soluciones. Por eso invito a que se regulen los productos de riesgo reducido como sucede en los países más desarrollados”.

¿En dónde se produce el tabaco en México?

Nayarit es la entidad donde se concentra la principal producción de tabaco. La cosecha en la entidad representa el 90 por ciento de lo que se cultiva en todo el país. De las 9 mil hectáreas destinadas en las tierras nayaritas a esta siembra, el 71 por ciento corresponde a la empresa BAT.

Para lograr esta producción se requieren de por lo menos 120 días de trabajo y una fuerza laboral de más de 15 mil jornaleros, los cuales descienden de la sierra montañosa para trabajar en estas cosechas.

De acuerdo con BAT, en los últimos años se ha incrementado hasta en un 30 por ciento el precio que paga por el tabaco que producen los jornaleros y productores, además de reforzar programas para evitar el trabajo infantil como Florece.

Dicho programa permite a los jornaleros que trabajan en estas cosechas dejar a sus hijos en estos centros infantiles en donde reciben educación, comida y alojo durante las jornadas de trabajo en el campo.

Así se da la batalla por conseguir mano de obra

En la región tabacalera nayarita miles de personas descienden de sus comunidades indígenas en busca de trabajo. A ellos se les suma un grupo importante de migrantes que también se adhieren a los trabajos del campo.

A pesar del incremento en los pagos por la hoja de tabaco, la búsqueda de mano de obra comienza a complicarse en esta parte del país. Esto se debe a factores como el cambio de usos y costumbres en las nuevas generaciones y nuevas dinámicas laborales en esta entidad.

Javier Elizondo, gerente de campo de BTA detalla que, si bien son mil 700 productores que contratan principalmente a los jornaleros, reconoce que existe un cambio en los esquemas de trabajo de las familias que históricamente se han dedicado a la agricultura.

“Tenemos alrededor de 15 mil jornaleros que trabajan en los campos de cultivo; de ellos 3 mil migrantes y mil 700 son productores. Desarrollamos un estudio de mercado que permite determinar un precio justo para los trabajadores y esto se ha visto reflejado en un incremento en lo que se paga a cada jornalero”, expresó Javier.

Para contrarrestar este problema, British American Tobacco ha comenzado con un proceso de automatización en los campos en donde se siembra la hoja de tabaco, además de mejoras en los pagos a los jornaleros.

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