Crimen y globalización: así es cómo el cartel de Sinaloa se transformó en una multinacional

Los carteles mexicanos han sabido adaptarse a la globalización, como si se tratara de alguna empresa o gobierno han tendido alianzas por todo el mundo, incluido China

El crimen organizado no es ajeno a la globalización, como cualquier empresa multinacional importa y exporta mercancías, entabla acuerdos con políticos y empresarios en varias partes del mundos e incluso busca conquistar el jugoso mercado asiático.

Un estudio del Observatorio de Redes Criminales y Tráficos Ilícitos del Real Instituto Elcano muestra la manera en que carteles mexicanos, como el de Sinaloa, y la bandas criminales organizadas colombianas se han adaptado perfectamente a la dinámica de la globalización.

“De esta forma, el cartel de Sinaloa se ha convertido en una multinacional con presencia en todo el mundo. A través de múltiples alianzas con grupos o individuos no sólo tiene presencia en toda América Latina y Europa sino incluso en China”, señala el estudio.

El Observatorio indica que el cartel de Sinaloa, para incorporarse al mercado mundial de la cocaína, ha recurrido al apoyo de los grupos colombianos, quienes llevan más tiempo operando en Europa, lo que ha generado que los tentáculos de ambos bandos lleguen a nuevos mercados.

“La cooperación no sólo se da entre redes latinoamericanas sino que también entre éstas y la mafia italiana o con estructuras criminales de los Balcanes. Alianzas que, en cualquier caso, no se circunscriben únicamente al mercado de la cocaína”, precisa la organización.

El estudio pone de manifiesto el error de abordar el problema del crimen organizado desde una visión global, siendo que las redes criminales han establecido pactos con otros organizaciones de la delincuencia, gobiernos y empresarios que surten de materia prima.

“No es posible mantener una visión local, nacional o regional cuando el mundo criminal a través de la globalización, no tiene obstáculos ni limitaciones en relación con nacionalidades, culturas o etnias”, precisa el Observatorio.

Estas redes han expandido sus dominios gracias su flexibilidad, es decir, han dejado al prejuicios para colaborar con organizaciones criminales pluriétnicas, multinacionales, multiorganizacionales y policriminales, es decir, no sólo se dedican a la venta de drogas.

El estudio describe que estas organizaciones, incluido el cartel de Sinaloa, colaboran en delitos como trata de personas, piratería, contrabando, tráfico de migrantes y armas, robo y venta de autos, secuestros, extorsiones, robo y venta de gasolina, así como sicariato.

La expansión mundial descrita en dicho estudio explica el porqué Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, antiguo líder del Cartel de Sinaloa, llegó a ser considerado unas de las personas más ricas e influyentes del mundo.

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