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Crece corrupción de menores

El número de denuncias tipificadas como corrupción de menores se ha disparado ante la Procuraduría General de Justicia (PGJNL) en un 59 por ciento en tan solo tres años.

Los números disponibles en el apartado de transparencia del portal de Internet de la PGJNL indican que en el 2013 había 114 casos registrados, mientras que para el 2014, fueron 152 denuncias por este delito.

En comparación con el año 2013, la cifra se disparó para el 2015, cuando se registró un incremento hasta por 181 denuncias por corrupción de menores, sumando un total de 447 en los últimos tres años.

371
denuncias por corrupción de menores se registraron en los últimos tres años en la ZMM
"Los niños se vuelven más irritables, se aíslan más algunos de ellos. Pero otros se van a otros extremos, porque se vuelven irritables y empiezan a agredir a su vez a los demás niños y a las demás personas”
Angélica QuirogaInvestigadora
de la Universidad
de Monterrey
"Algunos piensan que eso solo tiene que ver con lo que atañe a la cuestión sexual (…) Pero también incluye alentar o animar a los menores a que se involucren en toda una serie de acciones a veces ilegales o deshonestas”

El número de denuncias tipificadas como corrupción de menores se ha disparado ante la Procuraduría General de Justicia (PGJNL) en un 59 por ciento en tan solo tres años.

Los números disponibles en el apartado de transparencia del portal de Internet de la PGJNL indican que en el 2013 había 114 casos registrados, mientras que para el 2014, fueron 152 denuncias por este delito.

En comparación con el año 2013, la cifra se disparó para el 2015, cuando se registró un incremento hasta por 181 denuncias por corrupción de menores, sumando un total de 447 en los últimos tres años.

La zona metropolitana –en donde se concentra el mayor número de habitantes de Nuevo León- fue donde más números de denuncias se registraron en los últimos tres años, con 371 casos, de los que Monterrey registra 97, siendo el municipio con el índice más elevado.

Después se encuentra Guadalupe, con 74 denuncias, seguido de Escobedo, con 39; después Juárez, con 36; Apodaca, con 32; San Nicolás, con 30; García, con 28; Santa Catarina, con 25; y San Pedro, con 10.

Lo que dice la ley

El delito de corrupción de menores está tipificado en el Artículo 196 del Código Penal de Nuevo León, y detalla que “Comete el delito de corrupción de menores o de personas privadas de la voluntad, quien realice con menor de edad o con personas privadas de la voluntad, respectivamente, cualquiera de las siguientes conductas: procure o facilite cualquier trastorno sexual, procure o facilite la depravación; o induzca, incite, suministre o propicie el uso de sustancias psicoactivas, tóxicas o que contengan estupefacientes o psicotrópicos”.

Las sanciones son diferentes para cada uno de los casos que se exponen en las diversas fracciones del Código Penal del estado, y van desde cuatro a 12 años de prisión, además de una sanción administrativa.

En el Artículo 196, se entiende por persona privada de la voluntad, “al mayor de edad que se halle sin sentido, que no tenga expedito el uso de razón o que por cualquier causa no pudiere resistir la conducto delictuosa”.

Tiene que ver con violencia familiar

Para la investigadora de la Universidad de Monterrey del departamento de psicología, la doctora Angélica Quiroga, los problemas de corrupción de menores podrían estar relacionados con el tema de violencia intrafamiliar, lo que podría dar como resultado una grave fractura en el tejido social de Nuevo León.

“Es importante aclarar qué entendemos por corrupción de menores, porque algunos piensan que eso solo tiene que ver con lo que atañe a la cuestión sexual; es decir, el abuso, la pornografía y la prostitución en personas menores a 16 años”, dijo la experta. “Pero también incluye alentar o animar a los menores a que se involucren en toda una serie de acciones a veces ilegales o deshonestas”.

Involucrar a un menor de edad en el ámbito del pandillerismo también se considera como corrupción de menores, según el Código Penal de Nuevo León.

“El abuso de menores o la inducción a este tipo de cosas suele ser por parte de familiares o gente cercana a nuestro núcleo familiar, o a veces son los mismos padres los que inducen, para que sus hijos se involucren en este tipo de actividades”, comentó Quiroga.

“Obviamente cualquier cosa que se haga principalmente en los niños, afectará la parte psicológica; es decir, detiene el desarrollo normal en todas las áreas, tanto física y emocional. Tiene importantes repercusiones en el niño”.

En los casos más extremos, como lo son niños que sufren de abuso sexual, tienden a desarrollar una conducta cada vez más violenta, y que puede desencadenar en un adulto que no respeta leyes y por consecuencia se dedica a delinquir.

La investigadora y catedrática de la Universidad de Monterrey hizo un llamado para atender a temprana edad a los menores de edad que muestren algún tipo de comportamiento que revele que puede ser víctima de abuso sexual.

“Los niños que han sido o que están siendo objeto de abusos por parte de los mayores, pueden pues presentar toda una serie de sintomatología, tanto de orden conductual, como del orden emocional”, explicó la experta.

“Los niños se vuelven más irritables, se aíslan más algunos de ellos. Pero otros se van a otros extremos, porque se vuelven irritables y empiezan a agredir a su vez a los demás niños y a las demás personas.

“También pueden empezar a presentar dificultades para concentrarse, y empiezan a tener dificultades a nivel escolar. Y todo es porque muchas veces están amenazados a no hablar acerca de lo que están viviendo, y representa en ellos una carga importante”.

La Universidad de Monterrey tiene a disposición de la comunidad el Centro de Tratamiento de Investigación de la Ansiedad, en donde se recibe a quien busque apoyo psicológico por haber sufrido algún tipo de este problema, que representa un foco rojo para Nuevo León debido al incremento de denuncias recibidas en los últimos tres años.

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