El perfil de Teresa Reyes, nueva titular de la CNB, no cumple con lo estipulado por el artículo 15 de la Ley en Materia de Desaparición Forzada de Personas. Foto: Especial

Comisión Nacional de Búsqueda; un ‘elefante blanco’ en desmantelamiento

Los colectivos de búsqueda de personas de NL acusan que la Comisión Nacional de Búsqueda, bajo el mando de su nueva titular, se resquebraja; aunque, también señalan que desde sus inicios ha laborado desde la simulación

De ser un proyecto que brindaba esperanza a las familias de personas desaparecidas, la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) pasó a convertirse en un verdadero “elefante blanco”, acusaron diversos colectivos de búsqueda en Nuevo León.

Desde octubre de 2023, la comisión entró en un proceso de reestructura que, a decir de familiares de personas desaparecidas, se asemeja más a un desmantelamiento.

“Haz de cuenta que estamos viviendo un retroceso de 15 años”, afirmó Lourdes Huerta, del colectivo Buscadoras de Nuevo León,  respecto del estado actual de la CNB.

El periodo coincide con la asignación de Teresa Guadalupe Reyes Sahagún como directora del organismo, mismo que preside desde el pasado 23 de octubre de 2023.

Aunque fue nombrada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el perfil de Reyes Sahagún no cumple con lo estipulado por el artículo 15 de la Ley en Materia de Desaparición Forzada de Personas; incluso, la Oficina en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos realizó un pronunciamiento por la polémica forma en que la nueva funcionaria asumió el cargo de la CNB.

 “El proceso de designación de la nueva titular de la CNB no contó con los niveles de consulta, participación, transparencia y escrutinio deseables, y a los que alentaron algunas víctimas y organizaciones nacionales e internacionales de Derechos Humanos”, señaló el organismo.

Recién llegada al cargo, Reyes Sahagún llevó a cabo dicha reestructuración interna, marcada tanto por el despido de trabajadores como por el acomodo de personas sin experiencia en técnicas forenses y de localización de personas al interior del organismo.

Perfiles cuestionados

La organización “¿A dónde van los desaparecidos?”, documentó que, desde su nombramiento, Reyes Sahagún colocó en los puestos más altos de la CNB a excolaboradores suyos o de la titular de la Secretaría de Gobernación, Luisa María Alcalde, pese a que no estos cuentan con la experiencia necesaria en materia de búsqueda de personas e identificación de cadáveres.

Uno de los casos más criticados, denunció la organización, es el nombramiento de José Muñoz frente al Centro Nacional de Identificación Humana.

Muñoz, a quien la organización Mexicanos Unidos contra la Corrupción identifica como un “contador público que ha trabajado para el gobierno de la Cuarta Transformación desde 2019”, estaría involucrado en un presunto desvío de 22 millones de pesos a la cuenta de un proveedor del Estado de México, cuando estos recursos tenían como destino el Gobierno de Chiapas, desde el Instituto Nacional de Educación para Adultos (INEA). Todo esto sucedió cuando Reyes Sahagún fungía como su titular.

De la misma forma, la nueva titular de la CNB designó como directora del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas a Consuelo Velasco Segura, cuya formación profesional está vinculada al diseño gráfico.

Irasema García, del colectivo ‘CRISDE- Juntos Hasta Encontrarlos’, contó que, durante una reunión con la CNB, cuestionaron a Reyes Sahagún sobre la supuesta reestructura del organismo.

“Nosotros le cuestionamos que por qué está desmantelando la Comisión, pero ella dice que no, que a las personas que estaban laborando ahí se les venció su contrato y ya no se les renovó (…) Entonces, le preguntamos por qué no renovarle el contrato a las personas que ya son expertas en campo, en identificar restos”, contó la activista, en referencia a los cargos que ostentan personas que no están relacionadas con la búsqueda de desaparecidos en la organización.

García aseguró que Reyes Sahagún llegó a poner en un puesto clave del organismo a una persona cuya última experiencia laboral había sido la administración de una tienda de autoservicio.

“Puso a pura gente que no tiene nada que ver con lo que nosotros hacemos”, añadió.

Elefante blanco

Angélica Orozco, integrante de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León (FUNDENL), comentó que la organización impulsó la creación de una institución como la CNB desde hace casi una década, pero en el transcurso de los años han visto cómo se convirtió en un “elefante blanco”.

“Estos puestos (los de la CNB), desde hace años, se han preocupado por gente que sólo se ha preocupado por hacer tareas de escritorio; aunque se tomen fotografías cuando llegan a acompañar a una familia, en la práctica no están haciendo lo que deberían”, dijo.

La activista afirmó que la CNB ha trabajado durante todo este tiempo bajo la simulación, siendo una muestra de ello el hecho de que no se pudo realizar un registro de personas desaparecidas.

“En el reciente censo que publicó el Gobierno Federal, nos encontramos con que muchos de los casos no están ni siquiera dentro de un registro de los 12 mil que se reconocen con denuncia oficial”, añadió.

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