Clínicas Condesa, alternativa al desabasto

Las carencias que hay en las instituciones de seguridad social para atender a pacientes con VIH han provocado que las Clínicas Condesa de la capital sean una opción y registren un aumento en el número de personas atendidas
David Martínez David Martínez Publicado el
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El número de pacientes atendidos por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) ha ido en aumento en los últimos años en las Clínicas Condesa y Condesa Iztapalapa por las carencias que atraviesan los servicios públicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto del Seguro Social al Servicio de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), afirman activistas.

Desde el 2019, pacientes del IMSS y del ISSSTE han denunciado desabasto de antirretrovirales en clínicas de todo el país, situación que no se ha mejorado en el 2020

Estos centros atienden de manera integral y gratuita a los capitalinos con VIH que no cuentan con seguridad social.

Por esa misma razón, usuarios del IMSS, donde se ha registrado desabasto de medicamentos antirretrovirales, han acudido a estas clínicas que dependen de la Secretaría de Salud (Sedesa) local.

En 2009, el número de pacientes tratados por VIH en la Clínica Condesa y en la Condesa Iztapalapa era de 5 mil; en el 2015, la cifra se incrementó a 11 mil 714; y en 2019 llegó a su máximo, de acuerdo con la solicitud de información 0108000023120 realizada a través del Sistema InfomexDF a la Sedesa.

Hasta octubre de ese año, ambos centros de salud atendieron a 16 mil 630 personas. Un crecimiento de más del 100 por ciento en 10 años.

Sin embargo, pese al aumento de pacientes, hay una baja en detecciones de VIH.

Datos de la dependencia local, obtenidos a través de la misma solicitud de información, indican que los nuevos diagnósticos de VIH en la capital presentan un descenso en el último año.

En 2014, las Clínicas Especializadas Condesa y Condesa Iztapalapa detectaron 2 mil 414 casos, cifra que se elevó a 4 mil 566 en el 2018; sin embargo, en 2019 disminuyó a 3 mil 888.

El activista en pro de los derechos de las personas con VIH, Alaín Pinzón, explica que las cifras demuestran que los pacientes con el virus prefieren darse de baja del IMSS para acudir a las clínicas especializadas dependientes del Gobierno de la Ciudad.

Tiene que ver con la capacidad de los servicios de seguridad social para proporcionar servicios integrales y seguros, muchos prefieren perder el IMSS a tener que esperar 6 o 9 meses para que sean canalizados y tener su tratamiento
Alaín PinzónActivista en pro de los derechos de las personas con VIH

El defensor argumenta que el número de detecciones a la baja, sustenta el porqué hay más tratamientos sin diagnóstico y la carencia de los servicios federales.

“Hay más personas atendidas, porque hay una migración por un desaseo en materia de salud pública a nivel federal. Las personas que no encuentran un servicio de salud digno, provocan una alza en las personas atendidas pero que no son diagnosticadas ahí”, hace énfasis.

Cabe destacar que desde el 2019 persiste el desabasto de medicamentos en el IMSS y en el ISSSTE.

El 10 de enero de 2020, la Red Mexicana de Organizaciones contra la Criminalización del VIH llamó al Gobierno federal a solucionar el problema y así evitar más casos del virus en la población.

“La falta de entrega oportuna de medicamentos es altamente perjudicial debido a que al suspender la medicación se duplica el riesgo de progresión de la infección causada por el VIH, lo que aumenta la posibilidad de que el virus sufra mutación, se produzca un VIH resistente a los medicamentos, pueda haber falla virológica y se desarrolle el SIDA”, indicó la red.

Además, menciona Pinzón, es necesario que a nivel federal se destine más presupuesto al tema, se vuelva a realizar el estudio del Censida y se hagan campañas de difusión para que la situación no empeore.

Información, factor importante

La falta de campañas de información sobre el VIH en México, que incluyan a personas de todas las edades, ha provocado que exista un aumento en los nuevos casos detectados.

A nivel nacional, se registraron 5 mil 596 nuevos casos en el 2017, mientras que en el 2018 fueron 6 mil 174, de acuerdo con el informe de Vigilancia Epidemiológica de casos de VIH/SIDA en México, del Registro Nacional de Casos de SIDA.

Los datos revelan que en todos los sectores de la población el contagio ha ido en aumento, aunque principalmente en los de 20 a 24 años, de 25 a 29 y de 30 a 34.

Para Aldair Jiménez, de Inspira Cambio A.C., el sector de los adolescentes que apenas inicia su vida sexual también ha padecido un incremento que se le puede adjudicar a las campañas informativas mal enfocadas.

Según la fuente citada, en 2017 se registraron 147 nuevos contagios en ese sector poblacional, pero en el 2018 fueron 193.

“Las campañas no van enfocadas a los grupos etarios correctos, por lo regular, vemos que en los materiales gráficos aparecen dos adultos homosexuales, cuando no necesariamente son ellos los más propensos”, indica Jiménez.

Hace énfasis en que una campaña para informar sobre la transmisión del VIH debe incluir personajes como mujeres y hombres heterosexuales de entre 15 y 19 años de edad, así como integrantes de poblaciones indígenas.

Dice que también debe de haber campañas respecto al tratamiento del VIH para que más personas tengan la confianza de realizarse pruebas de detección temprana.

La falta de campañas de información sobre el VIH en México, dirigidas a personas de todas las edades, ha provocado que exista un aumento en los nuevos casos detectados, según activistas

Los conflictos de las Clínicas Condesa

La Clínica Condesa, en la alcaldía de Cuauhtémoc, presta un servicio integral de calidad a pacientes de VIH a pesar los problemas internos que ha tenido.

Por ejemplo, en el 2011, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud de la Secretaría de Salud buscó bloquear el acceso a personas trans para su tratamiento en un acto de discriminación.

Mientras que en 2017, un médico recibió denuncias por acoso sexual. Las quejas fueron ignoradas por el Sindicato quien acusó que los señalamientos eran falsos. El médico no fue acreedor a ninguna sanción.

Por último, el 27 de marzo de 2019, trabajadores sindicalizados cerraron la clínica para exigir la renuncia de su directora, Andrea González Rodríguez.

El 3 de abril del mismo año, pacientes reabrieron por la fuerza el centro de salud.

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