¿Cómo la CDMX convertirá basura en energía eléctrica para el Metro?

El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, presentó esta mañana la planta de termovalorización “El Sarape”, con la que se prevé generar energía eléctrica suficiente en 2019 para mover las 12 líneas del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro.

Esta nueva planta generará 965 mil mega watts/hora a partir de la quema de desechos sólidos (basura), por lo que se espera que también abastezca de electricidad al nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

“El Sarape” tendrá una inversión de 600 millones de dólares, misma que será aportada por la iniciativa privada y pagada pagada por el gobierno capitalino a 30 años.

El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, presentó esta mañana la planta de termovalorización “El Sarape”, con la que se prevé generar energía eléctrica suficiente en 2019 para mover las 12 líneas del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro.

Esta nueva planta generará 965 mil mega watts/hora a partir de la quema de desechos sólidos (basura), por lo que se espera que también abastezca de electricidad al nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

“El Sarape” será la planta de termovalorización más grande y con mayor capacidad del mundo, y la primera en su tipo en toda América Latina.

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¿Qué es una planta de termovalorización? 

Una planta de termovalorización o una incineradora de desechos orgánicos sólidos es un sistema de tratamiento de la basura proveniente de los desechos orgánicos sólidos, el cual consiste en incinerar a altas temperaturas los desechos sólidos, con lo que se reduce su volumen un 95% y su peso hasta un 80%. 

La basura se transforma en energía de la siguiente manera: 

  • Incineración controlada de basura (850°C durante al menos 2 segundos) 
  • Generación eléctrica. Se produce electricidad pasando el vapor por una turbina aneja al horno 
  • Interconexión. La energía eléctrica producida se direcciona a las 12 líneas del Metro que alimentará. 
  • Tras la combustión, los residuos reducen su volumen en, aproximadamente, un 90% y su peso, en 75% 
  • Antes de ser arrojados a la atmósfera, los residuos generados durante el proceso reciben un tratamiento de limpieza y depuración.

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