Siete momentos de Agustín Carstens en la economía de México

El catarrito

Uno de los momentos clave en la economía de México fue cuando el tipo de cambio se disparó a más de 14 pesos por dólar en 2007 como efecto del colapso financiero detonado en Estados Unidos y el estallido de la burbuja inmobiliaria que afectaron a nivel global.

El gobierno de Felipe Calderón había iniciado hacía un año y el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, dijo que de trataba sólo de “un catarrito”.

El catarrito provocó una devaluación de la moneda y a que los bancos centrales en el mundo cambiaran su política monetaria.

Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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El catarrito

Uno de los momentos clave en la economía de México fue cuando el tipo de cambio se disparó a más de 14 pesos por dólar en 2007 como efecto del colapso financiero detonado en Estados Unidos y el estallido de la burbuja inmobiliaria que afectaron a nivel global.

El gobierno de Felipe Calderón había iniciado hacía un año y el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, dijo que de trataba sólo de “un catarrito”.

El catarrito provocó una devaluación de la moneda y a que los bancos centrales en el mundo cambiaran su política monetaria.

Subastas y subastas de dólares

A partir de la caída de los precios del petróleo, el peso comenzó a perder más valor frente al dólar en 2014. A partir de entonces, el Banco de México destinó un total de 30 mil 277 millones de dólares a subastas bancarias como medida para dar liquidez al peso.

Cuando esta receta dejó de surtir efecto en el tipo de cambio del peso frente al dólar, la Junta de Gobierno de Banxico decidió aumentar el objetivo de la tasa de interés interbancaria a 28 días. Entonces, el tipo de cambio bajó de 19 a los 17 pesos.

La medida fue criticada por economistas y senadores del PRD al considerar que se estaban tirando las reservas internacionales en subastas que no habían tenido ningún efecto en el tipo de cambio.

Los robots cibernéticos

Carstens dijo en un informe trimestral este año, que la subasta de dólares como intervención del Banco de México se había vuelto predecible para los mercados, que empleaban el peso como una moneda para cubrir sus portafolios.

“Operaciones que se hacen de manera electrónica; prácticamente con robots cibernéticos que en su momento afectaron esta dinámica y que llevó a que hubiera un aumento importante en la volatilidad en la cotización de la moneda nacional”, dijo en abril pasado..

“Tenemos evidencia de que esa intervención, al ser predecible, estaba invitando a acciones de naturaleza especulativa que profundizaban la volatilidad del tipo de cambio y de alguna manera tomaba ventaja de, precisamente, la predecibilidad de las subastas”.

Recorte al gasto

Como banquero también fue buen político. Ante la caída en los precios del petróleo a lo largo de 2015 y 2016, Carstens dijo que era necesario que Petróleos Mexicanos hiciera un ajuste al gasto.

El llamado no pudo ser ignorado, pues la caída de los precios del petróleo en un 40% haría que cualquier empresa petrolera hiciera recortes. A los pocos meses se anunció el primer ajuste por 100 mil millones de pesos a la empresa productiva del Estado.

Su relación con Videgaray

En un solo años el tipo de cambió pasó de los 14 a los casi 17 pesos y la política monetaria no era suficiente remedio para frenar la especulación, como tampoco lo fue subastar periódicamente miles de millones de dólares de las reservas internacionales.

El entonces secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, de tardó, pero finalmente vino el recorte al gasto por 70 mil millones de pesos, el cual le fue seguido a un nuevo recorte meses después.

Un Banco Central no  puede con todo

El tipo de cambio comenzó a deslizarse conforme el petróleo se desplomó a nivel internacional en los últimos dos años. La normalización de las tasas de interés a partir de la crisis financiera global de 2008, comenzó cuando la Reserva Federal de Estados Unidos anunció el primer aumento en la tasa objetivo.

Banxico siguió la misma tendencia, con el fin de lanzar una señal de certidumbre a los mercados.

Sin embargo, en la última Convención Bancaria, Carstens advirtió que un banco central no puede con todo, el gasto público también tenía que tener ajustes.

Fue allí donde se habló de las diferencias entre el banquero central y el entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray, quien se resistía a una medida así.

La tormenta Trump

El triunfo inesperado del candidato republicano en Estados Unidos tomó por sorpresa a los mercados, por lo que en minutos, el tipo de cambio se disparó de nuevo para alcanzar niveles de más de 20 pesos

Carstens lo llamó “la tormenta Trump” ante las amenazas que había lanzado como candidato; sin embargo, días después dijo que esperaba que no se convirtiera en huracán, pues una vez que asumiera el cargo, muchas de las cosas que dijo podían no llevarse a cabo.

 

Castens ¿El mejor banquero central del mundo?

En la última Convención Bancaria, en marzo de 2016, el ex presidente del Banco Mundial Robert Zoellick lo reconoció como el banquero central número uno en todo el mundo.

Se refirió a él como su amigo y dijo que a lo largo de su trayectoria en el Banco Mundial, el Departamento de Estado en EUA y del Tesoro, lo reconoce como el mejor banquero.

Cartens fue despedido en esa ocasión con una ola de aplausos que duró cerca de un minuto por parte de cientos de protagonistas de la banca.

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