Se sabe que el Ejército tenía un militar infiltrado entre los 43 jóvenes que fueron desaparecidos y presuntamente asesinados. Foto: Cuartoscuro

Caso Ayotzinapa: ¿Participó el Ejército en la desaparición y presunto asesinato de los 43 normalistas?

Los padres de los jóvenes desaparecidos aseguran que el Ejército mexicano tuvo mayor participación en el caso de lo que se ha querido reconocer

Pasan los años y aún no se conoce con certeza qué ocurrió con los 43 normalistas de Ayotzinapa; sin embargo, cada vez hay más detalles sobre la participación del Ejército mexicano en las brutales acciones del 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.

Los padres de estos jóvenes desaparecidos, y que se presume fueron asesinados, han insistido en que la participación de los militares fue mucho más significativa de lo que el Gobierno federal ha estado dispuesto a reconocer.

En este punto de la investigación, se ha llegado a la conclusión de que el Ejército podría haber rescatado a algunos de los estudiantes, pero optaron por no hacerlo, lo que plantea cuestionamientos sobre su responsabilidad, al menos en términos de negligencia.

Ejército tenía un infiltrado en la escuela de Ayotzinapa

Cabe recordar que, el 18 de agosto de 2022, la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa, integrada por el Gobierno de México, reveló que uno de los 43 jóvenes era en realidad un militar infiltrado que pasaba información al Ejército en la región.

Así, el soldado Julio César López Patolzin se había inscrito en la Escuela Normal Rural Isidro Burgos para reportar cualquier acción subversiva por parte de los jóvenes, quienes eran ampliamente conocidos por su espíritu de lucha y protesta social.

Dicho informe señala que López Patolzin viajaba en el autobús Estrella de Oro 1531, uno de los cuatro que los normalistas habían tomado por la fuerza de la terminal Estrella Blanca de Iguala.

El soldado había reportado a su jefe directo, el teniente de Infantería Francisco Macías Barbosa, del 27 Batallón de Infantería, los planes de los normalistas para la noche del 26 de septiembre, por lo que el Ejército estaba al tanto de la situación.

El soldado Julio César López Patolzin trabajaba como espía en Ayotzinapa desde 2012 y fue uno de los 43 jóvenes que fue presuntamente asesinado

Militares no buscaron a su soldado

De hecho, según el informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia, el último reporte de Julio César López Patolzin fue a las 22:00 horas de aquella fatídica noche.

“No obstante que se encontraba activo en el Ejército Mexicano realizando acciones de informante y de que su superior jerárquico estaba al tanto de que se encontraba dentro del grupo de estudiantes, este no realizó ninguna acción de protección a su integridad ni búsqueda de su persona.

“Pese a que su deber, como lo establece el ‘Protocolo para Militares Desaparecidos’ que obliga a los mandos a ‘implementar medidas contundentes, a fin de coadyuvar en la búsqueda, localización y en su caso, rescate del personal militar desaparecido’”, se lee en el informe.

Algunos normalistas habrían sido asesinados por órdenes de coronel

El 26 de agosto de 2022, ocho días después de haber presentado el informe, el subsecretario de Derechos Humanos y jefe de la Comisión de la Verdad, Alejandro Encinas, fue más allá al señalar que un grupo de los normalistas quedó en poder de un coronel del Ejército, quien ordenó su desaparición y asesinato.

Se presume que seis de los estudiantes estuvieron con vida hasta cuatro días después de los hechos y que fueron ultimados y desaparecidos por órdenes del coronel José Rodríguez Pérez”, reveló Encinas durante la conferencia mañanera de la citada fecha.

El 15 de septiembre de 2022, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana informó que fue detenido el general José Rodríguez Pérez, excomandante del 27 Batallón de Infantería de Iguala, Guerrero, por su presunta intervención en la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.

Padres exigen que Gobierno libere todos los documentos del Ejército

Las familias de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa han entregado recientemente un oficio al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en el que solicitan la liberación de varios documentos, conocidos como cerfis o documentos CRFI, generados entre abril y octubre de 2014 por el Centro Regional de Fusión de Inteligencia (CRFI) de la región centro, que operaba en Iguala en ese período.

Estos documentos contienen comunicaciones interceptadas que revelan el conocimiento del Ejército sobre el grupo criminal Guerreros Unidos y su red de complicidades, incluyendo detalles sobre el destino de los estudiantes desaparecidos durante los eventos del 26 de septiembre y días posteriores.

Las familias expresan su preocupación por la negativa del Ejército a admitir la existencia de estos documentos completos y cuestionan por qué el presidente López Obrador ha respaldado la versión castrense de los hechos.

Específicamente, destacan un documento que menciona la posible privación de la vida de 17 de los jóvenes, pero que se presenta como una comunicación intervenida incompleta. Las familias insisten en que el Ejército debe proporcionar la comunicación entera para esclarecer lo sucedido con estos 17 jóvenes.

Por su parte, el Gobierno de AMLO ha asegurado que su administración y el Ejército han entregado toda la información existente sobre el actuar de los militares en la desaparición de los jóvenes.

Encabezada por Padres y normalistas se realizo protesta a 8 años de la desaparición de normalistas de Ayotzinapa, actualmente se ha conocido la información de que el ejército tuvo que ver con los hechos ocurridos el 26 de septiembre de 2014. Foto: Cuartoscuro 

Verdad Histórica fue una mentira

Cabe recordar que el caso de los normalistas aconteció durante el sexenio del priista Enrique Peña Nieto, cuyo gobierno aseguraba que los 43 jóvenes habían sido secuestrados e incinerados en un basurero de Cocula por integrantes del grupo Guerreros Unidos, en complicidad con la policía de Iguala.

Dicha versión, conocida como la Verdad Histórica, ha sido desacreditada por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independiente (GIEI) y el Gobierno de AMLO, pues resulta prácticamente imposible que los 43 estudiantes fueran calcinados en su totalidad al aire libre y en tan poco tiempo.

Además que, dentro del informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa, se señala que autoridades municipales, estatales y federales siempre estuvieron informadas de la situación de los jóvenes.

“En todo momento las autoridades (…) tuvieron conocimiento de la movilización de los estudiantes desde su salida de la Escuela Normal Isidro Burgos hasta su desaparición, y sus acciones, omisiones y su participación permitieron la desaparición y ejecución de los estudiantes”, se lee en el documento de 2022.

El mismo reporte indica, lamentablemente, que no existen indicios para pensar que alguno de los jóvenes continúe con vida, pues las pruebas apuntan a que todos fueron brutalmente asesinados durante la noche del 26 de septiembre y los días posteriores.

Protesta cultural y pacífica en Monumento a la Revolución por el octavo aniversario de la Desaparición Forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Foto: Cuartoscuro 

¿Por qué desaparecieron a los 43 de Ayotzinapa?

Una de las teorías sugiere que los jóvenes fueron confundidos con miembros del grupo delictivo Los Rojos, que estaba en medio de violentos enfrentamientos con Guerreros Unidos por el control del territorio y las rutas utilizadas para el tráfico de drogas y otros productos ilegales en la región.

Además, se especula que algunos de los autobuses que los estudiantes secuestraron podrían haber estado transportando cargamentos de droga, lo que aumentó las sospechas de que los jóvenes pudieran estar vinculados a Los Rojos. Estas sospechas habrían alertado tanto a Guerreros Unidos como a las autoridades que estaban colaborando con este grupo criminal.

También se ha descubierto que había un quinto autobús bajo el control de los estudiantes, el cual fue recuperado durante esa misma noche. Este vehículo adquiriría un papel fundamental en los acontecimientos, ya que, una vez en manos de los delincuentes y las autoridades corruptas, logró pasar sin obstáculos a través de los 17 retenes establecidos en Guerrero esa noche.

Desde su primer informe en septiembre de 2015, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) planteó la posibilidad de que uno de los autobuses tomados por los estudiantes en Iguala pudiera haber ocultado un paquete de heroína, cuyo valor en el mercado minorista ascendía a varios millones de dólares. Esto sugiere que el principal objetivo de los criminales habría sido evitar que el cargamento saliera de la zona y, posteriormente, recuperarlo.

Es importante mencionar que no existe ninguna evidencia de que los jóvenes estuvieran coludidos con Los Rojos; por lo que todo el ataque podría haber estado basado en una suposición generada por los criminales y las autoridades de la región.